Arizona ejecuta a un preso condenado por asesinar a niña

Un hombre de Arizona condenado por el asesinato de una niña de 8 años en 1984 fue ejecutado el miércoles, en lo que constituyó la segunda ejecución del estado desde que las autoridades reanudaron la aplicación de la pena capital en mayo, luego de una interrupción de casi ocho años.

Frank Atwood, de 66 años, murió por inyección letal en la prisión estatal de Florence. Fue condenado por el asesinato de Vicki Hoskinson, cuyo cuerpo fue encontrado en el desierto, dijo en un comunicado el secretario de Justicia de Arizona, Mark Brnovich.

Vicki desapareció después de salir de su casa en Tucson para dejar una tarjeta de cumpleaños en un buzón cercano.

La Corte Suprema de Estados Unidos despejó el camino para la ejecución de Atwood el miércoles por la mañana, después de rechazar una apelación final de sus abogados. El reo murió a las 10:16 a.m., precisó Brnovich.

Atwood es el segundo prisionero de Arizona en ser ejecutado en menos de un mes. La ejecución de Clarence Dixon el mes pasado puso fin a la suspensión de las ejecuciones en Arizona, que se atribuyó a la dificultad de obtener fármacos para inyección letal y a las críticas de que una ejecución en el estado en 2014 fue fallida.

Los opositores a la pena de muerte temen que Arizona comience ahora a ejecutar de forma constante a los prisioneros condenados a muerte, pero los funcionarios estatales no respondieron de momento a una solicitud de comentarios sobre sus planes. No se han programado otras ejecuciones hasta el momento en Arizona, que tenía 111 presos en el corredor de la muerte, incluido Atwood.

En las últimas semanas, los jueces rechazaron los intentos de los abogados de Atwood de retrasar la ejecución. Él sostenía que era inocente.

Las autoridades han dicho que Atwood secuestró a Vicki, cuyos restos fueron descubiertos en el desierto al noroeste de Tucson casi siete meses después de su desaparición. Los expertos no pudieron determinar la causa de la muerte a partir de los restos, según los registros judiciales.

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Billeaud reportó desde Phoenix.