Archivos: Guardia Nal. en frontera EEUU tenía poco que hacer
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, describió el año pasado la frontera de Estados Unidos con México como una “zona de guerra” cuando envió a decenas de miembros de la Guardia Nacional del estado, y dijo que estarían en la primera línea para detener a los contrabandistas de drogas y a los traficantes de personas
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, describió el año pasado la frontera de Estados Unidos con México como una “zona de guerra” cuando envió a decenas de miembros de la Guardia Nacional del estado, y dijo que estarían en la primera línea para detener a los contrabandistas de drogas y a los traficantes de personas.
Pero los registros de la Guardia Nacional indican que en sus dos meses de despliegue, los efectivos de Dakota del Sur no incautaron ninguna cantidad de droga.
En algunas ocasiones sospecharon que había personas que buscaban fallos en sus patrullajes, pero los registros de las misiones no contienen ningún encuentro confirmado con “delincuentes transnacionales”.
Y en una presentación de dicho despliegue se señalaba que los cárteles mexicanos eran considerados una “amenaza moderada”, pero que era “improbable” que tuvieran como objetivo a las fuerzas estadounidenses.
Algunos días, según los registros, los efectivos tenían poco o nada que hacer.
“Día muy lento. Ningún encuentro. Han pasado 5 días desde la última rendición”, escribió un miembro de la Guardia Nacional cuyo nombre fue suprimido de un informe sobre la situación que fue elaborado cuando el despliegue se acercaba a su fin en septiembre de 2021.
Para Noem, que intenta ganar la reelección el martes en medio de especulaciones de que podría ser una aspirante a la Casa Blanca en 2024, el despliegue fue un golpe llamativo en una pelea política a más de 1.600 kilómetros (1.000 millas) de su estado.
Noem argumentó que el despliegue —y una donación privada ampliamente criticada para financiarlo— se debía a una emergencia estatal. Según ella, peligrosas drogas ilícitas llegaban a Dakota del Sur a través de la frontera sur.
Pero los documentos obtenidos por la organización Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW por sus iniciales en inglés) a través de una solicitud de acceso a información pública, ponen en duda que el despliegue fuera eficaz para detener el tráfico de drogas, incluso cuando Noem afirmó que los miembros de la Guardia Nacional “ayudaron directamente” a frenarlo.
La mayoría de las drogas no llegan a través de extensiones de la frontera no vigiladas o del río Bravo (o Grande), donde se encontraban los miembros de la Guardia Nacional, dijo Victor Manjarrez, un exjefe de la Patrulla Fronteriza que ahora es profesor de justicia penal en la Universidad de Texas, campus El Paso.
Son introducidas de contrabando en Estados Unidos por los puestos de control fronterizos establecidos, precisó.
Los miembros de la Guardia Nacional de Dakota del Sur se ubicaron en puestos de observación donde estacionaron Humvees u otros vehículos militares junto al río Bravo. Vigilaban a los grupos de migrantes para que se presentaran ante la policía fronteriza, que se encargaría de su custodia. En varias ocasiones, informaron de grupos de cientos de personas que emigraban y, en una ocasión, un miembro de la Guardia Nacional practicó la reanimación cardiopulmonar a un niño que se había ahogado.
Durante los dos meses que duró el despliegue, la Guardia Nacional contabilizó 204 personas que fueron devueltas a México y otras 5.000 que fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza para evaluar sus solicitudes de asilo.
Esas aprehensiones constituyeron una pequeña fracción de los más de 162.000 encuentros que la Patrulla Fronteriza reportó durante julio y agosto en la zona de Rio Grande Valley, la franja de 88,000 kilómetros cuadrados (34.000 millas cuadradas) donde la Guardia Nacional estuvo estacionada.
“Como en cualquier operación, habrá días de mucho trabajo y otros de poca actividad, eso es lo que se espera en todas las operaciones”, dijo Marshall Michels, vocero del Departamento de las Fuerzas Armadas de Dakota del Sur, en una respuesta por correo electrónico a las preguntas formuladas por la AP sobre los registros.
Noem y otros siete gobernadores republicanos reforzaron la frontera el año pasado con la Operación Lone Star de Texas. La misión pretendía disuadir a los migrantes mediante detenciones al amparo de las leyes de Texas.