Alemania defiende en Davos un mundo "multipolar"
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, expresa su esperanza de cooperación global para combatir el cambio climático, el hambre y la guerra, mientras decenas de activistas medioambientales se manifiestan en la localidad suiza de Davos en el último día de una cumbre anual de élites globales que ofrece muchas palabras pero pocas acciones concretas
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, expresó el jueves su esperanza de cooperación global para combatir el cambio climático, el hambre y la guerra, mientras decenas de activistas medioambientales se manifestaban en la localidad suiza de Davos en el último día de una cumbre anual de élites globales que ofreció muchas palabras pero pocas acciones concretas para resolver las crisis más urgentes del planeta.
El líder alemán redobló sus críticas a la ofensiva militar rusa en Ucrania durante un discurso en el último día del Foro Económico Mundial. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó, “quiere regresar a un orden mundial en el que el fuerte decide lo que está bien, en el que la libertad, la soberanía y la autodeterminación no lo están”.
Scholz expresó su esperanza de que los países trabajaran juntos ante crisis compartidas y dijo que el mundo actual ya no es bipolar, como en la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética dominaban la geopolítica.
“Si algunos quieren llevarnos de vuelta al pasado de nacionalismo, imperialismo y guerra, nuestra respuesta es ‘no con nosotros’. Nosotros apostamos por el futuro”, afirmó en el último gran discurso de la semana en Davos. “Cuando nos demos cuenta de que nuestro mundo se está volviendo multipolar, eso debe espolearnos aún más al multilateralismo, aún más a la cooperación internacional".
El canciller alemán también mencionó cómo nuevas potencias emergentes en Asia, África y América Latina aprovechan las oportunidades que ofrece la globalización. “Durante demasiado tiempo, prácticamente hemos equiparado ‘democracia’ con ‘Occidente’ en el sentido clásico”.
Scholz dijo haber invitado a Argentina, Sudáfrica, Senegal, India e Indonesia a la cumbre del Grupo de los Siete países más industrializados que se celebra el mes que viene en Elmau, Baviera.
Mientras hablaba, decenas de jóvenes protestaban en la localidad con carteles y lemas que aumentaban el ambiente de condena a la cumbre de Davos, criticada a menudo por producir más palabras y conexiones corporativas que acciones. Los organizadores del foro rechazan las acusaciones y afirman que quieren mejorar el estado del mundo atrayendo a las personas que toman las decisiones.
La cumbre anual en los Alpes suizos, que se suspendió en dos ocasiones por la pandemia del COVID-19, se vio ensombrecida este año por la guerra en Ucrania, el alza de los precios de la comida y el combustible y los indicios de que los gobiernos no hacen suficiente para combatir el calentamiento global. Eso provocó un amplio pesimismo frente a la actitud positiva de muchos innovadores y empresarios en el evento.