Activista cubano dice que no busca asilo en España
Un destacado activista por la democracia en Cuba promete regresar a su país apenas horas después de arribar a España con su esposa
Un destacado activista por la democracia en Cuba aseguró que regresará a su país, apenas horas después de arribar a España con su esposa. Dijo al partir de Cuba que las presiones de las autoridades y sus partidarios se habían vuelto insoportables.
El dramaturgo Yunior García, nacido en 1982, dijo comprender que su partida había significado “un duro golpe” a sus compañeros activistas, pero en una conferencia de prensa en Madrid el jueves explicó por qué decidió partir de la isla sin consultar a los miembros de Archipiélago Cuba, un foro de discusión en Facebook con más de 25.000 seguidores.
“Quizás pedir perdón por ser humano, por pensar en mi esposa y en mi vida y por escapar de lo que iba a constituir seguramente una muerte en vida. Porque eso es lo que me esperaba en Cuba, una muerte en vida”, dijo García a la prensa en Madrid.
“Ya lograré perdonarme yo mismo, quizás por no haber tenido el valor de convertirme en piedra y de convertirme en una estatua de bronce” añadió.
La plataforma de Archipiélago fue una fuerza motriz de los planes para realizar protestas el lunes contra el gobierno en Cuba. Las autoridades prohibieron la marcha y partidarios del gobierno rodearon los domicilios de muchos dirigentes para impedirles salir. Varios activistas dijeron que la policía les avisó que los arrestarían si salían a las calles.
El grupo había publicado mensajes en los que declaraban desaparecidos a García y su esposa, Dayana Prieto, al no poder entrar en contacto con ellos. La pareja reapareció el miércoles en Madrid.
Durante una entrevista en línea horas después de su arribo, García explicó que le habían suspendido el servicio de internet y teléfono en su casa y que banderas cubanas cubrían sus ventanas. En un video grabado en la puerta de su casa y que García difundió, se ve a varias personas que se identifican como vecinos y amenazan a la pareja.
“Iban a dejarme encerrado en mi casa, iban a cortarme, como ya estaban todas las comunicaciones, quién sabe por cuánto tiempo”, dijo. “La única manera que tenía de evitar que me silenciaran era escapar de ahí”.
García aterrizó en el aeropuerto internacional de Madrid con una visa de urgencia emitida por la embajada española en La Habana dijo una fuente diplomática a The Associated Press
El funcionario, que habló bajo la condición reglamentaria de anonimato, se negó a comentar sobre el futuro de García en España, pero el activista dijo que no tiene el plan de instalarse a largo plazo en Europa.
“Yo no he pedido asilo porque mi idea es regresar a Cuba”, dijo García, cuya visa de turista le permite permanecer en Europa durante un plazo máximo de 90 días. El auditorio estaba atestado de periodistas y cámaras.
Dijo que permanecer en Cuba habría erosionado su anhelo de diálogo y pluralismo y lo hubiera llenado de “rabia”. Sostuvo que su prioridad es “sanarme” después de su experiencia reciente y explorar las posibilidades artísticas en España a la vez que llamar la atención sobre la suerte de otros activistas en la isla.
“En ningún momento voy a renunciar a construir un país mejor”, dijo y exhortó a la comunidad internacional a “(dejar) de ignorar lo que ocurre en Cuba” y dejar de ver la situación “con el romanticismo de la década de 1960” que provocó la Revolución Cubana en todo el mundo.
“Hay que asumir en qué se ha convertido aquello que era una revolución”, dijo García. “Se ha convertido en un marido abusivo que golpea a su mujer, se ha convertido en un Saturno que ya devoró a sus hijos y ahora mismo se está tragando a su nieto”.
El canciller cubano Bruno Rodríguez, quien acusa a Estados Unidos de instigar a los activistas, dijo que la partida de la pareja fue una decisión personal, no el resultado de un acuerdo entre La Habana y Madrid.
“Supongo que (García) está ejerciendo el derecho que tiene cualquier cubano de viajar y moverse libremente”, dijo Rodríguez a The Associated Press en una entrevista el miércoles.