A tribunal, acusado de matar a manifestantes en Wisconsin

Un adolescente deberá comparecer el martes en un tribunal, acusado de matar a dos personas en protestas en Wisconsin contra el abatimiento de un hombre negro por parte de policías.

Kyle Rittenhouse, hoy de 18 años y oriundo de Illinois, deberá comparecer justo en momentos en que la ciudad de Kenosha se apresta a escuchar el fallo contra el policía blanco que le disparó a Jacob Blake el 23 de agosto. El suceso, captado en video y que dejó paralítico a Blake, desató protestas en ocasiones violentas y eventualmente la confrontación entre Rittenhouse y los manifestantes

El policía de Kenosha Rusten Sheskey le disparó a Blake siete veces cuando Blake se disponía a subir a una SUV durante una disputa doméstica. El sindicato policial insiste en que Blake se resistió al arresto y blandía una navaja, aunque los detectives han afirmado solamente que se halló una navaja en el piso del vehículo. Los tres hijos de Blake estaban en el asiento trasero de la camioneta cuando fue baleado.

A medida que las subsiguientes protestas dañaron negocios en la ciudad de 100.000 habitantes cerca de la frontera entre Wisconsin e Illinois — las autoridades estiman que los daños ascendieron a 50 millones de dólares — algunas personas acataron los llamados en las redes sociales de acudir a Kenosha. Entre ellos estaba Rittenhouse, de Antioch, Illinois, quien está acusado de balear a tres personas con un fusil de asalto, matando a dos de ellas durante los desórdenes.

Sectores de derecha han cerrado filas en torno a Rittenhouse, alegando que es un patriota que se levantó en armas para proteger a la ciudadanía y sus negocios. Otros lo tildan de un terrorista cuya presencia con un fusil enardeció a los manifestantes. Rittenhouse, de raza blanca, tenía 17 años al momento del crimen.

El fiscal de Kenosha, Michael Graveley, anunciará pronto si Sheskey será procesado penalmente. El tribunal de Kenosha estaba rodeado de barricadas de concreto y altas cercas. Ante el temor de nuevos disturbios, las autoridades locales declararon un estado de emergencia que le permite al alcalde decretar un toque de queda.

Entretanto, el gobernador Tony Evers activó 500 efectivos de la Guardia Nacional para ayudar a mantener el orden cuando se produzca la decisión.