¿Por qué los arrestos de capos del cartel como Ovidio Guzmán alimentan la narcoviolencia en México?
A pesar de celebrarse como una gran derrota para el Cartel de Sinaloa, la detención de Ovidio ‘El Ratón’ Guzmán el jueves ya provocó represalias en la ciudad de Culiacán
En la madrugada del 1 de enero, hombres armados en vehículos blindados se acercaron a la entrada de una prisión estatal en la ciudad fronteriza mexicana de Ciudad Juárez y abrieron fuego.
El descarado ataque apenas unas horas después del Año Nuevo dejó 19 muertos, incluidos 10 guardias, y provocó una fuga masiva de reclusos, incluido el capo Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, también conocido como “El Neto“, según funcionarios locales.
Cientos de militares volaron al estado fronterizo de Chihuahua para buscar a los fugitivos.
Por otra parte, el 5 de enero, EL Neto, líder de Los Mexicles, una pandilla callejera de Ciudad Juárez alineada con el Cartel de Sinaloa, fue asesinado en un tiroteo con policías, anunció la Fiscalía General del Estado en un comunicado de prensa.
El arresto el jueves de Ovidio “El Ratón” Guzmán, hijo del exjefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue celebrado por las autoridades mexicanas como un golpe significativo a su inmenso imperio de narcotráfico, cuyos tentáculos se extienden a cada rincón de EEUU.
La captura del jefe del Cartel de Caborca, Rafael Caro Quintero, en julio del año pasado, se alardeó de la misma forma como otra victoria contundente en la guerra contra los carteles de droga en México.
Pero en un país acribillado por 16 años de violencia alimentada por el narcotráfico, el arresto o la eliminación de narcojefes es poco motivo de celebración.
La mayoría de las veces, solo desata ataques aún más flagrantes, como se vio en la capital del estado de Sinaloa, Culiacán el jueves al difundir la noticia del arresto de Ovidio Guzmán.
Miembros del Cartel secuestraron camiones y los prendieron fuego, bloquearon las principales salidas a la ciudad y dispararon a un avión comercial de Aeroméxico en el aeropuerto de la ciudad el jueves.
Las imágenes del incidente muestran a los pasajeros agachándose para cubrirse a medida que las balas impactaban el avión, que se preparaba para partir hacia la Ciudad de México.
Los funcionarios advirtieron a los residentes de la ciudad de 800.000 habitantes que permanecieran en sus casas.
Una epidemia de violencia
Según el Consejo de Relaciones Exteriores, más de 360.000 mexicanos han sido asesinados por la violencia relacionada con las drogas desde que el gobierno empleó un enfoque más agresivo contra los carteles en 2006.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a reducir el número de muertos, sacando a los militares de las calles cuando asumió el poder en 2018.
Pero al igual que sus predecesores, López Obrador ha dependido cada vez más de las unidades tácticas del ejército para combatir a los miembros del cartel fuertemente armados.
En 2022, México registró 31.127 homicidios violentos, es decir aproximadamente 86 por día, según cifras del gobierno mexicano.
En un solo fin de semana de diciembre, un juez fue asesinado en el estado de Zacatecas, cinco personas fueron asesinadas en un tiroteo en un bar en la ciudad de Acapulco, en la costa del Pacífico, y miembros del cartel de Sinaloa intentaron fugarse de una prisión en la ciudad central de Cieneguillas.
Al abordar la violencia en una conferencia de prensa a fines de diciembre, López Obrador dijo que su administración había puesto fin a “la espiral ascendente”.
“Nos tomó tiempo, como dije, debido a la dinámica de aumento de la violencia. Pero [a partir de 202], comenzó a bajar y proponemos reducirla aún más.”
Los políticos, las fuerzas del orden, los miembros del poder judicial, los periodistas y activistas a menudo son el objetivo de los carteles.
Al menos 91 políticos, incluidos 36 candidatos, fueron asesinados en el período previo a las elecciones nacionales celebradas en junio de 2021.
Las mujeres están especialmente en riesgo. Los casos de feminicidio aumentaron un 145 % entre 2015 y 2019, según Los Angeles Times.
A medida que aumenta la delincuencia, las deficiencias del sistema judicial del país hacen que el 95 % de los delitos violentos queden impunes, según un estudio de 2021 del grupo de expertos México Evalúa.
Casos de alto perfil como el asesinato en abril de 2022 de la estudiante de derecho de 18 años, Debanhi Escobar, destacó las frustraciones por la falta de progreso en el enjuiciamiento de delitos violentos.
Una vez confinada a las regiones de fabricación de drogas y los estados fronterizos mientras los carteles luchaban por las valiosas rutas de la droga hacia los EEUU, la violencia se ha extendido a todos los rincones del país.
El Departamento de Estado de EEUU advierte contra todos los viajes a seis estados mexicanos; Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa Tamaulipas y Zacatecas, por peligro de delincuencia y secuestro.
La guerra fallida contra los carteles de droga de México
En 2006, el entonces presidente mexicano Felipe Calderon desplegó miles de tropas en una campaña militar contra los carteles, que marcó el inicio de lo que se conoce como la “guerra mexicana contra las drogas”.
Después del éxito inicial que se disfrutó al detener los líderes de varios carteles, la violencia escaló de forma rápida cuando los carteles se dividieron en grupos nuevos y más violentos.
Las estimaciones oficiales ponen el número de homicidios relacionados con las drogas en los años entre 2006 y 2012, cuando Enrique Peña Nieto fue elegido presidente, en torno a los 50.000. Sin embargo, se cree que el número real es más del doble de esa cifra.
Peña Nieto persiguió la política de guerra total contra los carteles en México, la cual provocó decenas de miles de muertes cada año.
EEUU ha proporcionado miles de millones de dólares en armas y entrenamiento y para modernizar las fuerzas de seguridad de México, reformar su sistema judicial y financiar proyectos de desarrollo, informa el Consejo de Relaciones Exteriores.
Después del segundo arresto de Joaquín “El Chapo” Guzmán 2016 y siguiendo su extradición a los Estados Unidos en 2017, se creó un vacío de poder en el Cartel de Sinaloa, lo cual que provocó nuevas olas de violencia, Los Angeles Times informó.
Los funcionarios del estado de Sinaloa advirtieron a los residentes que se prepararan para un aumento de la violencia tras el arresto de su hijo Ovidio Guzmán.
Traducción de Anna McDonnell