Líder del sangriento grupo rebelde maoísta “Sendero Luminoso” de Perú muere en prisión
Abimael Guzmán fundó y dirigió guerrillas maoístas en una insurgencia violenta que se cobró decenas de miles de vidas
El líder del grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso, que libró una insurgencia de décadas para derrocar al gobierno de Perú, murió en prisión.
Abimael Guzmán, quien fue capturado en 1992, murió el sábado en un hospital militar luego de una enfermedad, dijo el gobierno peruano.
El ex profesor de filosofía, que fundó el brutal grupo rebelde en 1980, tenía 86 años y había estado sufriendo una infección, dijo el ministro de Justicia de Perú, Aníbal Torres.
Inspirado por la Revolución Cultural de Mao Zeodong en China, Guzmán regresó a su Perú natal en 1980 decidido a usar la violencia para implementar su visión de una sociedad marxista.
Lideró las guerrillas de Sendero Luminoso durante 12 años, que utilizaron bombardeos, asesinatos y masacres de civiles en un esfuerzo por derrotar al gobierno democráticamente elegido de Perú e instalar una dictadura del proletariado.
Principalmente activo en las tierras altas andinas de Perú, Sendero Luminoso atrajo cierto apoyo de los campesinos pobres, especialmente a través de despiadados tribunales a propia mano conocidos como “justicia popular”, que aplicaban la pena de muerte a supuestos enemigos del pueblo en juicios ficticios.
En su apogeo a principios de la década de 1990, el grupo guerrillero controló las últimas franjas del campo en el centro y sur de Perú y también ha llevado a cabo numerosos ataques terroristas mortales en los centros urbanos del país, contra políticos, sindicatos, otros grupos izquierdistas rivales y trabajadores humanitarios.
Se creía que unos 10.000 militantes estaban luchando por Sendero Luminoso en ese momento y dos tercios de los ciudadanos de Perú, vivían bajo algún tipo de ley marcial de emergencia mientras el estado luchaba contra la insurgencia.
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Pero en septiembre de 1992, una unidad de élite de las fuerzas especiales de la policía peruana, rastreó a Guzmán hasta una cómoda casa en la capital, Lima y lo arrestó.
Un año después, Guzmán pedía negociaciones de paz, pero para entonces su insurgencia de 13 años se había cobrado la vida de decenas de miles de peruanos, principalmente los campesinos rurales por los que Sendero Luminoso afirmaba estar luchando y había desplazado hasta 600.000 personas.
Aunque Sendero Luminoso continuó librando una guerra esporádica contra el estado después del arresto de Guzmán, la pérdida del hombre conocido por sus seguidores como Presidente Gonzalo significó la reducción de la cantidad de rebeldes y el grupo fue derrotado gradualmente en una región tras otra por las fuerzas de seguridad de Perú.
Algunos de los acólitos de Guzmán, construyeron un movimiento político que pedía amnistías para todos los “presos políticos”, detenidos durante el sangriento conflicto interno de Perú, pero obtuvo un apoyo muy limitado del público.
Algunos restos armados de Sendero Luminoso persisten hasta el día de hoy, atacando ocasionalmente a unidades policiales o militares en áreas remotas de la selva y trabajando como seguridad para los cárteles de la droga.
Guzmán fue encarcelado de por vida en una prisión especial de máxima seguridad construida para él en la costa del Océano Pacífico. En 2010 se casó con su segunda esposa, Elena Iparraguirre, quien era la segunda al mando de Sendero Luminoso y fue encarcelada junto a él.
Es probable que pocos peruanos lamenten por el hombre responsable de iniciar una cruel guerra civil que se cobró tantas vidas.
Sendero Luminoso "asesinó a miles de inocentes y socavó la paz del país. El horror de esa época no lo olvidamos y su muerte no borrará sus crímenes", dijo el ministro de Economía, Pedro Francke, luego de que se anunciara la muerte de Guzmán.