Director de OceanGate una vez comparó el material adhesivo del Titán con “mantequilla de cacahuate”
Stockton Rush manifestó que no había “mucho espacio para errores” si el casco del submarino fallaba
Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions cuyo submarino implosionó durante un viaje para ver los restos del Titanic, una vez describió el material adhesivo que mantenía la embarcación unida como similar a “mantequilla de cacahuate”.
La noticia del submarino dominó los medios de noticias durante días el mes pasado después de que el barco desapareciera durante su inmersión a los restos del Titanic. Finalmente, las cinco personas a bordo, incluido Rush, murieron cuando la presión de las profundidades del océano hizo que implosionara.
En un vídeo de 2018 publicado en el canal de YouTube de OceanGate, se puede escuchar a Rush describiendo el pegamento utilizado para sostener la estructura del sumergible de fibra de carbono “como mantequilla de cacahuate”, describiéndolo como “bastante simple” y más espeso que el pegamento de Elmer.
Se encontraba supervisando la unión del anillo de titanio y el casco de fibra de carbono del submarino en el vídeo, según Insider.
En otra parte del vídeo, Rush admite que, “si lo estropeamos, no hay mucho espacio para la recuperación”.
La admisión es particularmente macabra, ya que conforme ha salido a la luz más información desde que los viajeros murieron, se ha demostrado que los expertos y exempleados de OceanGate habían advertido a Rush sobre problemas de seguridad con el sumergible.
David Lochridge, exdirector de operaciones marítimas de la empresa entre 2015 y 2018, expresó su preocupación por la seguridad del submarino y, como resultado, lo despidieron de inmediato.
Después de su despido, Lochridge supuestamente envió un correo electrónico a su socio en la compañía Rob McCallum, quien también renunció por preocupaciones de seguridad, para compartir su preocupación de que Rush se mataría a sí mismo y a otros en una búsqueda para saciar su “ego”.
“No quiero que me vean como un chismoso, pero me preocupa mucho que se mate a sí mismo y a otros en la búsqueda de engrandecer su ego”, comunicó Lochridge en el correo electrónico, según The New Yorker.
Agregó que el submarino era un “accidente a punto de ocurrir” y admitió que ninguna cantidad de dinero lo habría convencido de “sumergirse en la cosa”.
Si bien los registros judiciales muestran que Lochridge encontró numerosas señales de alerta durante una inspección del submarino, su mayor preocupación era el material de fibra de carbono utilizado para fabricar el casco.
El material no es típico para su uso en embarcaciones de buceo y no se puso a prueba con las presiones extremas que el submarino tendría que soportar para llegar a los restos del Titanic. Lochridge presionó para que la embarcación fuera clasificada por una agencia de certificación y recomendó a la American Bureau of Shipping, pero al parecer tales sugerencias fueron completamente ignoradas.
Rush nunca envió el sumergible para su inspección y certificación, bajo la justificación de “innovación”, y publicó una entrada de blog explicando por qué la embarcación no pasó por un proceso de clasificación.
“Si bien las agencias de clasificación están dispuestas a buscar la certificación de diseños e ideas nuevos e innovadores, a menudo tienen un ciclo de aprobación de varios años debido a la falta de estándares preexistentes…”, escribió Rush en el blog. “Poner a una entidad externa al día en cada innovación antes de que se pruebe en el mundo real es anatema para la innovación rápida”.
El blog concluye afirmando que “la clasificación no es suficiente para garantizar la seguridad”.
Traducción de Michelle Padilla