¿Quién es Stockton Rush? El director ejecutivo de OceanGate que murió en el submarino turístico del Titanic
El graduado de Princeton y empresario de submarinos Titán insistió en que las inmersiones en el Atlántico no eran peligrosas y una vez dijo: ‘De cierto modo, la seguridad es una pérdida de tiempo. Si quieres estar seguro, no te levantes de la cama”.
Stockton Rush, director general y fundador de OceanGate Expeditions, se encontraba a bordo del submarino Titán de su empresa que implosionó tras desaparecer el domingo de camino al pecio del HMS Titanic, a unos 595 km al este de la costa de Terranova (Canadá).
La Guardia Costera de Estados Unidos anunciaron el jueves en rueda de prensa que un vehículo operado por control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) había encontrado la cámara de presión del Titan, entre otros restos, a unos 600 metros de la proa del Titanic, en el fondo del mar.
En una declaración a The Independent, OceanGate, la empresa privada que ofrece la expedición de US$250.000 por asiento, confirmó que se cree que los cinco pasajeros a bordo del buque han muerto.
El Titán era un estrecho cilindro de 6 metros de largo con un casco de fibra de carbono de calidad aeroespacial rematado con semiesferas de titanio en cada extremo, con una enorme ventana y cámaras 4K para retransmitir el entorno marino exterior a los que están dentro, pero por lo demás es realmente escaso.
Sorprendentemente, la nave estaba controlada por un mando de videojuegos genérico -en concreto, un Logitech F710 Wireless PC Gamepad de 2011, según el experto en videojuegos Matthew Ruddle- y, en lugar de utilizar un GPS para la navegación, se comunicaba con un equipo de seguimiento a bordo de un buque de superficie, en este caso el rompehielos canadiense Polar Prince, a través de mensajes de texto.
Según la biografía de Rush en el sitio web de su empresa, se licenció en ingeniería aeroespacial, aeronáutica y astronáutica por la Universidad de Princeton en 1984 y obtuvo un máster en administración de empresas por la Haas School of Business de la Universidad de Berkeley en 1989.
Comenzó su carrera como piloto, titulándose en el United Airlines Jet Training Institute en 1981 a la edad de 19 años y trabajando como primer oficial de un DC-8 en vuelos a Europa y Oriente Medio durante sus veranos entre la universidad.
El año que dejó Princeton, Rush se incorporó a la McDonnell Douglas Corporation como ingeniero de pruebas de vuelo en su programa F-15, pasando dos años en la base Edwards de la Fuerza Aérea en sus programas de pruebas de radar y antimisiles APG-63.
El año en que dejó la UC Berkeley, construyó personalmente un avión experimental Glasair III, el cual poseía y piloteaba hasta su muerte, y posteriormente construyó un submarino Kittredge K-350 para dos personas muy modificado, en el que ha realizado más de 30 inmersiones.
En 2009 fundó OceanGate Expeditions -empresa con sede en Everett (Washington)- y en 2012 la fundación sin ánimo de lucro OceanGate Foundation, al tiempo que formaba parte del consejo de BlueView Technologies, fabricante de sistemas de sonar de alta frecuencia que adquirió la empresa de desarrollo de tecnología submarina Teledyne en 2012.
Rush también ha formado parte del consejo de la empresa de software Entomo y ha sido presidente de Remote Control Technology, entre cuyos clientes figuran Exxon, Conoco-Philips y Boeing.
El desaparecido fue entrevistado sobre su submarino Titán en un reportaje de CBS Sunday Morning el pasado mes de noviembre y destacó alegremente sus aspectos "caseros", señalando también unas asas fijadas al techo de la embarcación que, según dijo, había comprado en Camper World, pero negó que la nave fuera "mal construida”, improvisada" o "defectuosa".
"No sé si utilizaría esa descripción. Pero hay ciertas cosas que uno quiere tener bien claras", dijo Stock al periodista David Pogue.
"El recipiente a presión no es mal construido en absoluto, porque ahí es donde trabajamos con Boeing, la NASA y la Universidad de Washington. Todo lo demás puede fallar, los propulsores pueden fallar, las luces pueden fallar. Aún así estarás a salvo".
Rush también fue entrevistado por Pogue para el podcast Unsung Science de este último ese mismo mes, en el que le preguntaron qué le preocupaba en las profundidades del océano y respondió: "Lo que más me preocupa son las cosas que me impedirán llegar a la superficie. Salientes, redes de pesca, peligros de enredos".
Sobre la seguridad de sus misiones en general, dijo: "No creo que sea muy peligroso. Si nos fijamos en la actividad de los sumergibles en las últimas tres décadas, ni siquiera ha habido un herido grave, por no hablar de una víctima mortal. Lo que nos preocupa no es una vez que estás bajo el agua."
Lo que me preocupa es cuando te estoy llevando allí, cuando estás en el barco en estados helados con grandes puertas que pueden aplastarte las manos y gente que quizá no tenga el mejor equilibrio que se cae, se golpea la cabeza. Esa es, para mí, la parte peligrosa".
Tal vez lo más revelador de todo sea que añadió: "De cierto modo, la seguridad es una pérdida de tiempo. Si quieres estar seguro, no te levantes de la cama. No entres en tu auto. No hagas nada".
El año pasado, Rush también habló con la BBC para promocionar su lucrativa empresa de viajes al Titanic, que cuesta a los clientes US$250.000 por viaje, y dijo a los telespectadores que los viajes en alta mar "son increíbles. Es una experiencia muy diferente. Es una emoción totalmente distinta".
Explicando el atractivo de perseguir los fantasmales restos del desafortunado transatlántico, dijo simplemente: "Leí un artículo que decía que hay tres palabras en inglés que son conocidas en todo el planeta. Son Coca-Cola, God y Titanic".
El martes 20 de junio, se supo que Rush había sido demandado por fraude por una pareja de Florida que afirmaba que su viaje planeado al Titanic en alta mar fue cancelado en repetidas ocasiones y que se ignoraron sus intentos de obtener un reembolso.
Marc y Sharon Hagle presentaron en febrero una demanda en el condado de Orange en la que acusaban al director ejecutivo Stockton Rush de haberles estafado de US$210.258 que pagaron para asegurarse dos plazas en un viaje en 2018 al famoso naufragio del Atlántico Norte.
Los Hagles alegan que firmaron un contrato y pagaron depósitos en noviembre de 2016 para convertirse en uno de los primeros clientes de pago de OceanGate poco después de que las expediciones al Titanic fueran publicitadas por primera vez.
Los Hagles declararon además que Rush hizo "falsas representaciones" de que el buque estaría listo para bucear en el Titanic en junio de 2018, y los convenció de firmar un segundo contrato, pagando la tarifa completa de US$105.129 por persona.
El viaje prometido a los restos del Titanic en 2018 se canceló más tarde, ya que OceanGate no había tenido tiempo suficiente para certificar el Titán para viajar a los 4.000 metros de profundidad, dijeron los Hagles.
Además de Rush, a bordo del Titan viajaban el multimillonario británico Hamish Harding, el famoso submarinista francés Paul-Henri Nargeolet, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, de 19 años. Tras el hallazgo de los restos el jueves, se da por muertos a los cinco pasajeros.
La Guardia Costera dice que los ROV permanecerán en el lugar, pero que comenzará a retirar el equipo en las próximas 48 horas.
"Se trata de un entorno terriblemente inhóspito en el fondo del mar. Los restos confirman la teoría de una implosión catastrófica del buque. Seguiremos trabajando y buscando en la zona, pero de momento no tengo una respuesta sobre las perspectivas", declaró el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense.
El contralmirante dijo que las boyas de sonar habían estado en el agua durante las últimas 72 horas y que no habían recogido ninguna prueba de implosión, lo que sugiere que esta se produjo al principio de la inmersión.