Material superconductor revoluciona a comunidad científica, pero expertos urgen precaución
El avance supondría “el santo grial de la física moderna, que abriría la puerta a nuevos desarrollos en energía, transporte, sanidad y comunicaciones”, pero aún queda mucho por demostrar
Los científicos afirman haber logrado un avance que sería “uno de los santos griales de la física moderna”, pero los expertos piden cautela ante los resultados.
En los últimos días, muchos comentaristas se han entusiasmado con dos artículos que afirman documentar la producción de un nuevo superconductor que funciona a temperatura ambiente y presión ambiente. Científicos surcoreanos afirman haber sintetizado un nuevo material llamado LK-99, que representaría uno de los mayores avances de la física en las últimas décadas.
Los superconductores son un tipo especial de material en el que la resistencia eléctrica desaparece y que emite campos magnéticos. Son muy útiles, por ejemplo, para fabricar potentes imanes y reducir la cantidad de energía que se pierde al atravesar los circuitos.
También suelen ser poco prácticos, ya que requieren bajas temperaturas y alta presión. Es decir, no pueden utilizarse en la mayoría de los circuitos tradicionales, por ejemplo.
Desde principios del siglo pasado, los científicos trabajan no solo para comprender la superconductividad, sino también para desarrollar nuevos materiales que permitan aprovechar el fenómeno a temperaturas y presiones ambiente. El descubrimiento de un material de estas características supondría un gran avance en el campo de la física.
Los nuevos artículos, publicados en los últimos días como prepublicaciones en el sitio web arXiv, afirman haber superado ese problema. Los investigadores afirmaron que no solo habían encontrado la forma de sintetizar un material superconductor de este tipo, sino que además era relativamente fácil, lo que provocó un gran entusiasmo en las redes sociales.
Un hilo en Twitter de Alex Kaplan, recién licenciado en Princeton y actual responsable de productos de café en la empresa emergente Cometeer, contribuyó a difundir la noticia. Su hilo ha sido visto 27,5 millones de veces, según Twitter, y lo han retuiteado más de 21.000 veces.
“Es posible que hoy se haya producido el mayor descubrimiento físico de mi vida. No creo que la gente comprenda del todo las implicaciones de un superconductor de temperatura y presión ambientes”, escribió en un largo hilo en el que explicaba las posibles aplicaciones del material.
Kaplan señaló que: en la transmisión de electricidad a todo el mundo se pierden grandes cantidades de energía, que los autores afirmaban que el material podría fabricarse en solo 34 horas con un equipo sencillo y que un superconductor de este tipo tendría usos revolucionarios en todo tipo de aplicaciones, desde reactores de fusión nuclear hasta baterías y ordenadores cuánticos.
Científicos ajenos a la investigación coincidieron en que un avance así sería enormemente significativo. Pero pidieron cautela al señalar que el artículo aún no ha pasado el proceso de revisión por pares, que los resultados no se han replicado y que podría haber otras explicaciones para el comportamiento aparentemente asombroso descrito en la investigación.
“Un superconductor a temperatura ambiente que funcionara a presión ambiente sería uno de los santos griales de la física moderna y permitiría grandes avances en energía, transporte, sanidad y comunicaciones”, afirma Mohammad Yazdani-Asrami, de la Facultad de Ingeniería James Watt de la Universidad de Glasgow.
“Sin embargo, el artículo aún no ha sido revisado por expertos y no se ha probado en otros laboratorios para verificar si otros investigadores pueden reproducir sus resultados. Ambos aspectos son fundamentales para determinar con seguridad si el mundo debería entusiasmarse con las afirmaciones de los autores, que necesitan mucho más escrutinio en esta fase inicial. Si se aprueban las afirmaciones de los hallazgos, quizá se trate de uno de los logros más significativos de las últimas décadas en física e ingeniería de materiales”.
Otros expresaron preocupaciones específicas sobre el artículo. Algunos de los resultados implicaron que otros investigadores que trabajan en superconductores no estuvieran convencidos de las afirmaciones del artículo.
“La reciente prepublicación de Lee, Kim y Kwon en la que sugieren que observaron superconductividad a temperatura ambiente en el sistema de fosfato de plomo dopado con cobre, sin necesidad de presiones aplicadas muy altas, es interesante, pero aún no del todo convincente”, afirmaron Susannah Speller, catedrática de Ciencia de Materiales de la Universidad de Oxford, y Chris Grovenor, catedrático de Materiales de la misma universidad.
Los profesores Speller y Grovenor señalaron que los datos no mostraban el comportamiento que cabría esperar cuando el material se convierte en superconductor. Características que cabría esperar que fueran evidentes en los resultados no lo fueron, mencionaron, y “por eso es demasiado pronto para decir que se nos han presentado pruebas convincentes de superconductividad en estas muestras”.
John Durrell, catedrático de ingeniería de superconductores de la Universidad de Cambridge, afirmó que, aunque se confirmaran los resultados del equipo, sería bastante tardado ver los beneficios prácticos del avance.
“Es comprensible que la comunidad científica se muestre escéptica ante este resultado, ya que a lo largo de los años ha habido numerosos informes sobre superconductores a temperatura ambiente que no se han confirmado”, declaró a The Independent. “Por lo tanto, yo personalmente me reservaría mi opinión sobre este trabajo hasta que quede claro si el resultado es reproducible en otros laboratorios”.
“Desde mi punto de vista como ingeniero, un superconductor práctico a temperatura ambiente sería potencialmente transformador, ya que permitiría una serie de aplicaciones apasionantes, como máquinas de resonancia magnética baratas, motores más compactos y eficientes y transmisión de potencia con bajas pérdidas”.
“Sin embargo, convertir un material superconductor recién descubierto en un material práctico puede plantear importantes retos. En casos anteriores, esto ha tardado una o dos décadas y no siempre es viable”.
Traducción de Michelle Padilla