Hallazgo podría salvarnos del “apocalipsis cuántico”
Un nuevo hallazgo de la computación cuántica podría permitir unas comunicaciones mucho más seguras, según los científicos.
El descubrimiento también ayuda a frenar los temores sobre uno de los posibles efectos negativos de la proliferación de los ordenadores cuánticos: el “apocalipsis cuántico”. Es decir, el temor a que sean capaces de realizar cálculos tan rápidos que rompan las técnicas de seguridad existentes y permitan que cualquier persona pueda leer nuestras comunicaciones.
Ahora los investigadores dicen tener una solución para ese problema que también ayudará a mantener las encriptaciones más seguras de lo que son actualmente. Y se basa en el entrelazamiento cuántico: el extraño y aún misterioso comportamiento que Albert Einstein describió como “acción fantasmal a distancia”.
En las computadoras actuales, las comunicaciones se mantienen seguras mediante un bloqueo con tecnología de encriptación, y ese bloqueo solo puede abrirlo el destinatario, que tiene una clave. Esto se utiliza para todas las comunicaciones que deben mantenerse seguras, desde los mensajes personales hasta los números de las tarjetas de crédito.
Estos sistemas funcionan mediante problemas matemáticos muy difíciles. Solo el poseedor de la clave es capaz de hacerlos: cualquier otro, sin la clave, tendría que trabajar durante miles de años para calcular la respuesta a esos difíciles problemas, por lo que el mensaje seguiría estando codificado.
Pero los hackers sí pueden guardar esos mensajes, aunque su contenido siga siendo imposible de leer. En teoría, podrían guardarlos hasta que la seguridad se debilite, ya sea encontrando fallos en el sistema utilizado para encriptarlos o esperando el “apocalipsis cuántico”.
Eso llegaría cuando las computadoras cuánticas sean lo suficientemente potentes como para resolver esos difíciles problemas matemáticos con relativa facilidad. Dado que la dificultad de los problemas es clave para su uso en la encriptación, descifrarlos rompería esos sistemas de cifrado.
Sin embargo, ahora los científicos han utilizado el comportamiento cuántico para encontrar una forma de evitarlo, con un sistema en el que las claves se distribuirían, en cambio, mediante partículas cuánticas, como los fotones. Si esas partículas cuánticas se miden, se alterarían, y así la información puede mantenerse segura.
Los intentos de utilizar este tipo de sistemas se han visto frenados por el hecho de que todavía requieren confianza en algunas partes del sistema, como las fuentes y los detectores de fotones. Cuantas más partes del sistema haya, más debilidades potenciales habrá para que cualquier hacker intente entrar en ellas.
Sin embargo, en un par de nuevos artículos publicados en Nature, los ingenieros revelan que han sido capaces de utilizar el entrelazamiento cuántico para solucionar estos problemas. El sistema no requiere confianza en los dispositivos que fabrican y detectan las partículas cuánticas.
Lo hace utilizando partículas entrelazadas, en lugar de fotones individuales. Esas partículas actúan a distancia, por lo que no hay que confiar en el sistema; cualquier intento de manipulación del sistema por parte de hackers sería evidente de inmediato.
Los experimentos para demostrar que el sistema funciona se detallan en estos dos artículos: “Distribución experimental de claves cuánticas certificada por el teorema de Bell”, y “Un sistema de distribución de claves cuánticas independiente del dispositivo para usuarios distantes”. Ambos se publican hoy en Nature.