Google celebra el nacimiento de Ángela Peralta con su Doodle del 6 de julio
La soprano es considerada una de las grandes artistas en la historia de México
El día de hoy se cumplen 176 años del natalicio de Ángela Peralta, una de las grandes artistas mexicanas de todos los tiempos, por lo que Google dedicó su Doodle de este 6 de julio a la conocida como el Ruiseñor Mexicano.
Nacida un 6 de julio de 1845 en la Ciudad de México, bajo el nombre de María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera, la célebre cantante comenzó a brillar desde temprana edad gracias a su timbre de voz.
Con menos de 15 años, Peralta ingresó al Conservatorio Nacional de Música, pese a venir de una familia de bajos recursos. Finalmente, en 1860 tuvo su debut en el Gran Teatro Nacional al interpretar a Leonor en El Trovador de Verdi.
A partir de ese momento, la fama de Peralta creció y se le comenzó a conocer en grandes partes del mundo. La soprano y maestra del bel canto se presentó en los mejores teatros de Europa y en Italia fue bautizada como Angelica di voce e di nome (Angélica de voz y de nombre) gracias a su enorme talento.
En 1862, con 16 años de edad, Peralta fue reconocida por el público que asistió al Teatro de la Scala en Milán por su desempeño en Lucía di Lammermoor de Donizetti. La mexicana tuvo que regresar en 32 ocasiones al escenario tras terminar su pieza, debido a los aplausos de los asistentes.
El Ruiseñor Mexicano se presentó en Turín, Génova, Nápoles, Roma, Florencia, Bolonia, Lisboa, París, Barcelona, Madrid, El Cairo, Alejandría y San Petersburgo a lo largo de su ilustre y corta carrera. En total, realizó tres giras por Europa y entre las figuras que atestiguaron su canto estuvieron el Papa Pío IX y los reyes italianos Víctor Manuel II y su esposa.
En 1871, el emperador de México, Maximiliano de Habsburgo, y su esposa, Carlota, organizaron el regreso de Peralta a territorio mexicano para presenciar un concierto de ella. Tras viajar por última ocasión a Europa, el Ruiseñor Mexicano volvió a México 1877 para permanecer en su país.
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Después de realizar múltiples conciertos y componer algunas piezas en arpa y piano, instrumentos que aprendió a temprana edad, Peralta enfermó de fiebre amarilla durante un viaje a Mazatlán, Sinaloa. La ilustre artista perdió la vida debido a este padecimiento el 30 de agosto de 1883.
Desde entonces ha sido considerada una de las grandes voces de la historia de México y múltiples teatros en el país llevan su nombre como homenaje. Los restos de Peralta fueron trasladados en 1937 a la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.