Gabriel Boric y la agenda política con la que pretende transformar Chile
Con una diferencia de casi 12 puntos porcentuales, el candidato de izquierda, Gabriel Boric, le arrebató el triunfo a su rival de extrema derecha, José Antonio Kast, en las elecciones presidenciales celebradas el recién pasado domingo
El recién pasado domingo, los chilenos eligieron a Gabriel Boric como su presidente. Se trata de un diputado de izquierda, de tan solo 35 años, que no está afiliado a ninguno de los partidos tradicionales que han gobernado al país desde 1990. Boric, candidato de Apruebo Dignidad, se convirtió en el presidente más joven en la historia de Chile.
De acuerdo con un conteo del 99,79 por ciento de las mesas de votación, Boric obtuvo el 55,86 por ciento de los sufragios, venciendo al candidato de extrema derecha, José Antonio Kast, quien falló en su intento por retratar a Boric como un “comunista radical” que destrozaría al país si llegaba al máximo cargo público.
En la primera vuelta electoral, Kast obtuvo el 27,9 por ciento de los votos; mientras que Boric obtuvo el 25,8 por ciento. Otros candidatos como Franco Parisi y Sebastián Michel, obtuvieron el 12,8 por ciento cada uno.
“Voy a dar lo mejor de mí, para estar a la altura de este desafío”, dijo Boric en una llamada televisada con el presidente saliente, Sebastián Piñera.
Cabe mencionar que, desde 2013, no se tenía registro de una elección presidencial con una tasa de participación alta. Ahora Boric pretende implementar un modelo político que varios países de América Latina han querido adoptar pero sin mucho éxito: aumentar los impuestos a los más ricos, acabar con el sistema de pensiones y mejorar el sistema de salud.
Gabriel Boric y su agenda política
Se espera que Boric pueda lograr sus promesas de campaña, en tanto se conforma el nuevo Congreso y, de ser aprobada por la mayoría, el país tendría una nueva Constitución Política. El plan surgió luego del estallido social que reclamaba igualdad, un modelo de libre mercado más justo y mejores oportunidades laborales.
Por ahora, Boric sugiere aumentar la recaudación fiscal al 5 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto). La medida propuesta estaría enfocada en garantizar durante cuatro años el financiamiento de las reformas sociales. Este incremento contemplaría aumentar impuestos a los “ricos”, a las grandes empresas y a los combustibles para bajar el IVA (Impuesto al Valor Agregado).
Durante muchos de los mítines de Boric, sus simpatizantes gritaban: “¡No a las AFP!”, refiriéndose a las Administradoras de Sistemas de Pensiones. El presidente electo pretende llegar a un diálogo para conformar un nuevo sistema de carácter público e, inclusive, crear la PBU (Pensión Básica Universal).
Respecto al sector salud, Boric propuso la desaparición gradual de las Isapres (Instituciones de Salud Previsional), también consideradas como seguros privados de salud. Su propuesta está orientada a aumentar el gasto público hasta en un 1,5 por ciento del PIB para crear el FUS (Fondo Universal de Salud), el cual financiaría tanto el esquema público como privado.
Con una “mentalidad millennial”, como han referido críticos del presidente electo, Boric pretende disminuir la jornada laboral hasta llegar a las 40 horas semanales. Y no solo eso, también quiere aumentar el salario mínimo y entregar subsidios a las empresas cuando las contrataciones sean de mujeres y jóvenes.
En materia de seguridad, Boric pretende crear una reforma estructural a los Carabineros de Chile y crear el Ministerio de Seguridad, Protección Civil y Convivencia Ciudadana. También, como parte de su estrategia al combate de las bandas de la delincuencia organizada, el hoy presidente quiere crear una Fiscalía especializada en delitos como narcotráfico, lavado de dinero y corrupción.
Y, quizás uno de los temas que más le preocupa a los chilenos y que también contempla el plan de gobierno de Boric, es el sector de la vivienda. Según el mandatario electo, quiere bajar el precio de la vivienda, construir 260.000 casas e implementar una extensa política de uso de suelo con fines habitacionales.