“Creo que tenía razón”: George W. Bush defiende la decisión de entrar en Afganistán tras el 11-S
Bush dijo que la decisión no se tomó por enojo sino con un objetivo
George W. Bush ha defendido su decisión de invadir Afganistán tras los atentados del 11-S, años después de que su administración afirmara haber “eliminado” a los talibanes y a Al Qaeda de Afganistán.
El expresidente de EE.UU. relató de primera mano los sucesos del día más mortífero de la historia del país en 2001, hablando en el nuevo documental “9/11: Inside the President’s War Room” de la BBC.
“Tomé algunas decisiones importantes. Empezando por la gran idea de que Estados Unidos estaba en guerra”, dijo Bush en el programa, en los primeros comentarios antes del 20º aniversario de los ataques terroristas.
“Y esas decisiones no se tomaron por rabia, se tomaron con un objetivo en mente, que era proteger al pueblo estadounidense. Creo que tenía razón”, añadió.
Menos de un mes después de los atentados en los que murieron 2 mil 996 personas, Bush declaró la “guerra contra el terrorismo” para iniciar la batalla de 20 años en Afganistán, en la que han muerto 2 mil 800 militares estadounidenses y aliados, así como civiles.
La guerra terminó con el acuerdo de Doha y finalmente los talibanes tomaron el poder en Afganistán.
“No hubo más ataques contra Estados Unidos”, comentó Bush cuando le preguntaron si sus decisiones tras el 11-S hicieron del mundo un lugar más seguro.
“Dejaremos que los historiadores resuelvan todo eso. Sólo digamos esto: me siento cómodo con las decisiones que tomé”.
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Bush, como muchos otros, creyó que se trataba de un “error del piloto” cuando se le informó por primera vez del atentado cuando estaba con alumnos de primer grado en una escuela de Florida, participando en un ejercicio de lectura llamado The Pet Goat.
“Al principio pensé que era un error del piloto”, aseguró Bush. “No podía imaginarme otra cosa que un pésimo piloto”.
Esa mañana, la sesión informativa de la CIA a cargo del entonces subdirector de la agencia de inteligencia, Mike Morell, no tuvo ningún anuncio importante.
Morell declaró a la BBC que Bush estaba de “muy buen humor” ese día.
“No hubo absolutamente nada en la sesión informativa sobre el terrorismo”, argumentó Morell. “Se centró principalmente en lo que estaba ocurriendo en Cisjordania y Gaza”, señaló Morrel.
Fue cuando se fue a la escuela y estaba con los niños, cuando Karl Rove, asesor principal del presidente en ese momento, le habló del primer atentado.
“[Dice] ‘no sabemos si es comercial, o privada o un jet’. Esos son todos los detalles que tenía”, mencionó Rove sobre su asistente.
“Así que me acerqué -el presidente estaba a tres metros más o menos-, me acerqué y se lo dije. Y él tenía una mirada inquisitiva y dijo: ‘Consigue más detalles’”.
Bush continuó con la clase y escuchó a los niños leer cuando su ayudante Andrew Card le susurró al oído que la segunda torre había sido alcanzada, el infame momento captado en vídeo.
Ahora estaba claro que el país estaba siendo atacado. Bush terminó el ejercicio de lectura de los niños, sentándose durante siete minutos.
Luego preparó una sala de situación en la escuela y subió al Air Force One, antes de que supieran que era el siguiente “objetivo”.
“Hubo una llamada a una central que decía ‘Ángel es el siguiente’. Y Ángel era la palabra clave para el Air Force Once”, sostuvo Bush.
Todas las armas fueron retiradas de las personas que estaban en el avión para asegurarse de que nadie “realizara un trabajo interno y derribara el Air Force One”.
En 2011, Estados Unidos mató al terrorista Osama bin Laden en el vecino Pakistán, pero la guerra continuó.