Donald Trump critica la “lamentable” investigación del 6 de enero en un comunicado incoherente
La respuesta del expresidente llega luego de un día de duras audiencias
Donald Trump arremetió contra la “lamentable” investigación de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio el lunes, después de que el comité del Congreso celebrara un día de testimonios mordaces que acusan al expresidente de mentir a sus partidarios y perder el contacto con la realidad mientras intentaba anular las elecciones de 2020.
“El Comité de No Selecto del 6 de enero está deshonrando todo lo que consideramos sagrado sobre nuestra Constitución. Si tuvieran alguna evidencia real, celebrarían audiencias reales con representación equitativa”, escribió Trump en un largo comunicado el lunes. “No la tienen, por lo que usan el comité constituido ilegalmente para montar un espectáculo de humo y espejos para el pueblo estadounidense, en un lamentable último esfuerzo por engañar al público estadounidense… otra vez”.
La misiva concluyó de manera ambigua, pues Trump parece adelantar que buscará postularse de nuevo para la presidencia en 2024.
“Esto es simplemente un intento de evitar que un hombre que lidera en todas las encuestas, contra republicanos y demócratas por amplios márgenes, vuelva a postularse para la presidencia”, escribió Trump, antes de culpar a los demócratas por la inflación y los altos precios de la gasolina.
“Los demócratas saben que corregiría todo esto y están haciendo todo lo posible para detenerme, pero no nos pueden detener”, continuó. “Tenemos que salvar a Estados Unidos”.
En otra parte del mensaje de 12 páginas, Trump cita teorías de conspiración desacreditadas sobre las elecciones de 2020 del reciente documental 2.000 Mules, del comentarista conservador Dinesh D'Souza.
La película, que ha sido desacreditada repetidamente por los verificadores de noticias, afirma que a numerosas personas se les pagó ilegalmente en estados muy disputados como Georgia y Arizona para recolectar y depositar votos demócratas de manera fraudulenta.
El documental no tiene ninguna prueba concreta de que esto realmente haya ocurrido, además de un solo denunciante anónimo de Arizona que afirma haber visto lo que “supuso” que eran pagos realizándose.
La película también hace un uso engañoso de los datos de geolocalización de los teléfonos celulares, que, según afirma, muestran “mulas” de boletas que regresan una y otra vez a los lugares donde se depositan las boletas.
Los expertos dicen que los datos de las torres de telefonía celular son imprecisos y que hay muchas razones por las que alguien en un área metropolitana densa como Atlanta o Filadelfia podría pasar por un lugar de entrega de boletas por razones totalmente ajenas a una elección.
“Podrías usar evidencia celular para decir que esta persona estaba en esa área, pero decir que estaba en las urnas, estás exagerando mucho”, Aaron Striegel, profesor de informática e ingeniería en la Universidad de Notre Dame, le dijo a The Associated Press. “Siempre hay una cantidad bastante considerable de incertidumbre inherente a esto”.
Un portavoz de Trump dijo que sus afirmaciones de fraude electoral y las de la película eran válidas.
“Que los medios de noticias falsas digan repetidamente que las pruebas contundentes de fraude electoral están ‘desacreditadas’ no significa que sea así”, dijo para The Independent la portavoz de Trump, Liz Harrington. “Nada de lo mostrado en 2.000 Mules ha sido refutado”.
Ella dijo que la película había “descubierto organizaciones de izquierda en el corazón del fraude de las boletas, porque los hallazgos son tan condenatorios y son una de las muchas maneras en que se demuestra que el presidente Trump tuvo razón sobre el fraude generalizado todo el tiempo”.
También señaló que el Departamento de Justicia usó datos de teléfonos celulares como parte de su caso contra los manifestantes del 6 de enero.
Durante las audiencias del lunes, se vio al ex fiscal general de la administración Trump, Bill Barr, reír a carcajadas por las afirmaciones de la película, mientras reafirmaba que las elecciones de 2020 eran legítimas.
“Estaba un poco desmoralizado porque pensé que si él realmente cree en estas cosas, ha perdido el contacto; se ha separado de la realidad si realmente cree en estas cosas”, dijo Barr sobre la opinión de su exjefe sobre las teorías de conspiración electoral.
El expresidente respondió en su red social Truth Social, llamando a Barr un RINO (republicano solo de nombre) que “no tenía el coraje o la resistencia para perseguir el fraude electoral”, y afirmó que el ex fiscal general tenía “miedo de ser impugnado”.
En otro momento, el comité escuchó el testimonio de que el súper PAC de Donald Trump recaudó US$250 millones para un “fondo de defensa electoral” que en realidad nunca existió, y en su lugar repartió pagos como una tarifa de US$60.000 para que Kimberly Guilfoyle, la prometida de Donald Trump Jr., diera una charla el 6 de enero. (Trump ha negado haber usado fondos de campaña para pagar actividades relacionadas con el 6 de enero).
Los testigos también dijeron que los principales asesores le advirtieron a Donald Trump que sus afirmaciones de fraude electoral eran “tonterías”, pero que el expresidente continuó difundiendo la narrativa de todos modos después de las elecciones.