Rusia ha invadido Ucrania, ¿y ahora qué sigue?
Los próximos días van a ser cruciales: ningún país puede ser complaciente con lo que está pasando, argumenta Mathieu Boulegue
Finalmente ocurrió: la Federación Rusa anunció una guerra contra Ucrania y comenzó operaciones militares a gran escala. En otros términos, el presidente Vladimir Putin acaba de declarar un fratricidio en Ucrania.
Moscú anunció oficialmente una “operación militar especial” para “desmilitarizar y desnazificar” Ucrania. En palabras del propio Kremlin, esta es una guerra defensiva legítima destinada a evitar una “catástrofe humanitaria” en Donbás. Aunque todo esto, por supuesto, es propaganda ideada por el estado, la cual le da a Moscú un pretexto conveniente para invadir Ucrania una vez más.
La realidad, sin embargo, es bastante distinta a la presentada por Moscú: en estos momentos hay una guerra convencional a gran escala en Europa. La artillería y los ataques aéreos rusos se concentran por ahora en destruir los principales activos militares de comando y control de Ucrania, así como la infraestructura civil de los principales centros urbanos. Además, columnas de soldados rusos y equipo pesado han ingresado por la fuerza al territorio ucraniano como medida de preparación para la próxima fase.
De hecho, estos ataques y movimientos militares iniciales solo representan lo que se denomina el “periodo inicial de la guerra”. Es probable que en los próximos días se produzca una invasión terrestre de Ucrania a gran escala en varios frentes: desde el noreste en la frontera con Ucrania y a través de la zona de Donbás que ya ha sido ocupada; desde el sur en la Crimea ocupada; y desde el norte en la Bielorrusia legalmente “ocupada”.
El objetivo será apoderarse rápidamente del territorio en Ucrania y consumar la invasión, una batalla a la vez. Aún no conocemos la nueva geografía militar de Ucrania, es decir, donde Putin decida detenerse, pero es poco probable que las fuerzas rusas se detengan en las fronteras administrativas de Donbás. El peor de los casos sería la captura completa de Ucrania, que no está totalmente excluida en esta etapa.
Es imposible predecir hasta dónde llegará esta guerra, es decir, el objetivo final deseado por el Kremlin (cómo se ve el éxito según Moscú, y su estrategia para terminar con la guerra). Una posibilidad es que Rusia imponga una forma de cambio de régimen en Kyiv mientras mantiene a Ucrania bajo amenaza continua de una ocupación. Es importante recordar que Rusia ya invadió Ucrania en 2014 y mantiene a Crimea bajo ocupación desde entonces.
Los próximos días van a ser cruciales, especialmente porque existen tres factores generales que apremian a Moscú para que actúe rápido. En primer lugar, la respuesta ucraniana, en particular la capacidad de las fuerzas armadas ucranianas para montar una contraofensiva rápida y proteger a su país. En segundo lugar, el sentimiento público ruso con respecto a la guerra, y especialmente cuando los aviones llenos de soldados muertos regresen del frente de guerra. Tercero, el alcance y la escala de la respuesta de la comunidad internacional.
Ningún país puede ser complaciente con lo que está pasando: la guerra redibujará los mapas de Europa, afectará la dinámica de seguridad de todo el continente y alterará para siempre el orden internacional basado en las reglas. Pero creo que Ucrania prevalecerá. Mientras tanto, los ucranianos necesitarán toda la ayuda que puedan obtener, así como una respuesta coherente y unida de todos nosotros contra Moscú.
Mathieu Boulegue es investigador en el Programa de Rusia y Eurasia en Chatham House.