Caro Quintero: ¿Cuál es la importancia de su captura para México y Estados Unidos?
El arresto del capo no solo representa una victoria sin precedentes para la DEA sino que marca el reinicio de la colaboración entre México y Estados Unidos en el combate al crimen organizado, escribe María Luisa Arredondo
La captura de Rafael Caro Quintero es más que simbólica. No solo representa una victoria sin precedentes para la DEA, que durante 30 años lo buscó sin descanso por el asesinato del agente especial Enrique “Kiki” Camarena, sino que marca el reinicio de la colaboración entre México y Estados Unidos en el combate al crimen organizado.
Aunque el interés de Estados Unidos para detener a Caro Quintero nunca se perdió pues ofrecían 20 millones por la información que condujera a su captura, no había certeza sobre la postura del gobierno mexicano porque, desde que asumió la presidencia, Andrés Manuel López Obrador dijo que no le daría prioridad a la captura de capos.
Hoy, sin embargo, es innegable que la cooperación entre ambos gobiernos se ha reanudado, para beneplácito de las autoridades estadounidenses.
Sin poder ocultar su júbilo, la directora de la DEA, Anne Milgram, destacó que la captura de Caro Quintero, se saldó “con sangre, sudor y lágrimas”, con la cooperación de los vecinos del sur.
“Nuestro increíble equipo en México trabajó en conjunto con las autoridades mexicanas para capturar y arrestar a Caro Quintero, acusado en Estados Unidos de torturar y asesinar al agente especial Kiki Camarena”, dijo Milgram a través de un comunicado, en el que destacó que la DEA nunca olvidará el legado del funcionario estadounidense, asesinado en 1985.
En otro comunicado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, también elogió el trabajo conjunto que llevó a la detención del llamado “capo de capos”.
“El arresto es la culminación del trabajo incansable de la DEA y sus socios mexicanos”, manifestó Garland, quien añadió que solicitará la extradición inmediata de Caro Quintero por los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa y por el secuestro y homicidio de “Kiki” Camarena.
Si bien en Estados Unidos se ha destacado la cooperación bilateral para lograr el arresto de Caro Quintero, en México lo que se ha resaltado es que fue un éxito de la Marina. En sus mañaneras, López Obrador ha negado que la DEA hubiera participado en el operativo para la detención del capo, aunque diferentes fuentes confirman que fueron los agentes estadounidenses los que ofrecieron a la Marina la información sobre su escondite, en la sierra de Sinaloa.
Pero al margen de que el presidente mexicano quiera minimizar o negar esta colaboración, es un hecho que la captura de Caro Quintero marca el fin del distanciamiento que surgió entre la DEA y las fuerzas de seguridad mexicanas.
Cabe recordar que la desconfianza en la relación se inició en octubre de 2019, a raíz del episodio conocido como El Culiacanazo, cuando militares mexicanos dieron marcha atrás a un operativo para detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo. Al parecer, la DEA le había dado al Ejército mexicano los datos para localizar al narco, pero López Obrador ordenó la suspensión del operativo por temor a que resultaran muertas decenas de civiles.
El distanciamiento se acrecentó por la detención en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Después de ser considerado uno de los principales colaboradores de México con las fuerzas de inteligencia de Estados Unidos, Cienfuegos fue capturado en octubre de 2020 en el aeropuerto de Los Ángeles bajo los cargos de narcotráfico y lavado de dinero. El gobierno de López Obrador logró la repatriación del general, bajo la promesa de que lo juzgaría en su país, pero después desestimó la investigación que habían hecho los estadounidenses sobre el militar. Casi al mismo tiempo, AMLO decretó una nueva ley para limitar las operaciones de la DEA en territorio mexicano.
En 2021 se suspendieron las visas para los agentes de la DEA en México y en 2022 López Obrador defendió el cierre de una unidad de esta agencia, a la que acusó de fabricar delitos.
López Obrador ha negado que su visita a Washington haya tenido que ver con la captura de Caro Quintero. Sin embargo, llama la atención que, tres días después de su encuentro con el presidente Joe Biden, el capo más buscado por la DEA esté ahora en manos de la justicia mexicana.
En un comunicado difundido el día del arresto, la FGR (Fiscalía General de la República de México) informó que Caro Quintero será extraditado a Estados Unidos y que estaría internado en la prisión de máxima seguridad del Altiplano, a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de la Ciudad de México.
Caro Quintero tenía otras dos órdenes de captura en México, pero la FGR aclaró que se ejecutó la de fines de extradición que se remonta a 2013, cuando luego de estar preso 28 años, el capo fue liberado por las autoridades mexicanas. Se trató, supuestamente, de un error, lo que enfureció a Washington.
Ahora el gobierno estadounidense tiene un plazo 60 días naturales para presentar la solicitud formal de extradición y las pruebas que considere necesarias. Este trámite se hace por medio de la SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores), y luego el juez que lleva la causa determinará si procede o no la extradición.
En ese plazo, los abogados de Caro Quintero pueden presentar los amparos y pruebas que consideren pertinentes para evitar la extradición o retrasar el proceso.
Por lo general, los procesos de extradición son largos y su agilidad depende mucho de la voluntad política de los países y de los resquicios legales en los que pueda ampararse el acusado.
Caro Quintero, de 69 años y nacido en Sinaloa, fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y uno de los principales proveedores de heroína, cocaína y marihuana a Estados Unidos en las décadas de 1970 y 1980. Aunque nunca aceptó haber orquestado los asesinatos de Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, se sabe que el capo culpó al agente de la DEA por una redada en una enorme plantación de marihuana en 1984. Caro Quintero fue arrestado por primera vez en Costa Rica en 1985.
Según las autoridades estadounidenses, desde su liberación, en 2013, Caro Quintero continuó con su carrera delictiva. En 2017 fundó con sobrinos el Cártel de Caborca y se dedicaba a exportar fentanilo, una de las drogas sintéticas más peligrosas que hay actualmente en el mercado y que es causa de miles de muertes en Estados Unidos.
Aunque la captura de Caro Quintero no tendrá un gran impacto en el mercado de las drogas, entre otros factores porque no tiene ya el poderío del que alguna vez gozó, seguramente tanto Biden como López Obrador esperan ganar puntos ante la opinión pública debido a la presión que enfrentan por la falta de resultados en la lucha contra el narcotráfico.