Tiroteo en escuela de Texas: ¿Quiénes son las víctimas?
Muchos estudiantes de cuarto grado, un maestro “héroe” y un veterano de clase de 17 años están entre los asesinados
Una maestra que murió como una “heroína” tratando de proteger a sus jóvenes alumnos está entre las víctimas identificadas en el tiroteo en una escuela de Texas, en el que murieron 19 niños y dos maestras, este martes.
Eva Mireles, de 44 años, e Irma García, de cuarenta y tantos años, han sido identificadas por sus familias como las dos maestras muertas en el ataque a la Escuela Primaria Robb.
Hasta el momento se han confirmado las identidades de diez de los 19 niños fallecidos: Uziyah García, de nueve años, y Amerie Jo Garza, Makenna Lee Elrod, Xavier Javier López, José Flores, Navaeh Brown, Annabell Guadalupe Rodríguez, Ellie Lugo, Alithia Ramirez y Alexandria “Lexi” Rubio, todos de 10 años.
La policía confirmó que las 21 víctimas fueron asesinadas a tiros dentro de una de las aulas de la primaria luego de que el hombre se atrincherara, dijo a CNN un portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, el teniente Chris Olivarez.
El esposo de Mireles es un oficial de la fuerza policial del distrito escolar que ya está investigando la masacre, la cual comenzó a última hora de la mañana del martes y terminó con la muerte del atacante.
Al confirmar la muerte de la maestra en publicaciones de Facebook, su primo y su abuela mencionaron que estaban devastados por la pérdida y furiosos por la violencia armada que se ha apoderado del país.
“¡Mi prima hermosa! ¡Qué día tan devastador para todos nosotros! Mi corazón está roto en un millón de pedazos”, lamentó su primo, Arizmendi Mireles.
Mireles era una maestra de educación especial bilingüe con 17 años de experiencia como educadora, que enseñaba a niños de cuarto grado en la escuela.
En su propia descripción en el sitio web de la institución, la maestra contaba que era madre de un graduado universitario y que le encantaba “correr, caminar” con su familia “divertida y amorosa”.
El tiroteo del martes es el más mortífero que ocurre en una escuela primaria en casi una década en EE.UU., desde el tiroteo de Sandy Hook en Newtown, Connecticut, en el que murieron 20 niños y seis adultos.
El atacante, llamado Salvador Ramos, de 18 años, vestía chaleco antibalas y tenía una pistola y un rifle, los cuales están disponibles comercialmente en el estado de Texas, que amplió el acceso a las armas apenas el año pasado.
El incidente sacudió a Uvalde, un pequeño pueblo de unos 16.000 habitantes ubicado a 80 millas (130 kilómetros) al oeste de San Antonio.
Lamentando la muerte de su sobrina, la tía de Mireles, Lydia Martínez Delgado, exigió leyes de armas más estrictas y señaló que no debería ser tan fácil acceder a los rifles.
“Estoy furiosa de que estos tiroteos continúen. Estos niños son inocentes. Los rifles no deberían estar fácilmente disponibles para todos. Esta es mi ciudad natal, una pequeña comunidad de menos de 20.000. Nunca me imaginé que esto les sucedería, especialmente a seres queridos”, expresó Martínez Delgado en un comunicado.
“Todo lo que podemos hacer es rezar mucho por nuestro país, estado, escuelas y especialmente las familias de todos”, se lee en el comunicado.
El esposo de Mireles estuvo involucrado en un simulacro de tirador activo en la preparatoria de Uvalde apenas hace dos meses. Las escalofriantes imágenes compartidas en su Facebook muestran a Ruiz y sus compañeros haciéndose pasar como tiradores activos mientras los estudiantes pretenden estar muertos en el suelo.
La muerte de García, la otra víctima adulta del tiroteo, fue confirmada por su sobrino John.
“Mi tía no lo logró, se sacrificó para proteger a los niños en su salón de clases, les ruego que mantengan a mi familia, incluida a toda su familia, en sus oraciones, su nombre es Irma García y murió como una heroína”, tuiteó su sobrino.
“Ella era amada por muchos y realmente la extrañaremos”.
Las identidades de los niños víctimas del tiroteo seguían dándose a conocer el miércoles. Las muertes de Uziyah, de nueve años, y Xavier, de 10, fueron las primeras en ser confirmadas por sus familias a última hora del día del tiroteo.
El abuelo de Uziyah, Manny Renfro, lamentó la muerte del niño de nueve años y lo llamó “el niño más dulce que he conocido”.
“No lo digo solo porque fuera mi nieto”, agregó Renfro, y contó que Uziyah lo visitó por última vez en San Angelo en las vacaciones de primavera.
“Comenzamos a lanzar el balón juntos y le estaba enseñando patrones de pase. Era un niño tan rápido y podía atrapar la pelota tan bien”, recordó. "Había ciertas jugadas que yo mencionaba y él recordaba y las hacía exactamente como las practicamos”.
Lisa Garza, de 54 años, quien vive en Arlington, Texas, dijo que su primo Xavier estaba esperando con ansias pasar el verano nadando. El tiroteo ocurrió dos días antes del fin del año escolar.
“Era solo un niño cariñoso de 10 años, que disfrutaba la vida, sin saber que esta tragedia iba a suceder hoy”, señaló. “Era muy vivaz, le encantaba bailar con sus hermanos, con su mamá. Eso nos ha cobrado factura a todos”.
Lamentando las laxas leyes de armas del país, agregó: “Debemos tener más restricciones, especialmente si estos niños no están en el estado mental correcto y todo lo que quieren hacer es lastimar personas, especialmente niños inocentes que van a las escuelas”.
Ángel Garza, el padre de Amerie, confirmó su muerte en una publicación de Facebook.
“Gracias a todos por las oraciones y la ayuda para tratar de encontrar a mi bebé”, escribió. “Ha sido encontrada. Mi pequeño amor ahora vuela alto con los ángeles de arriba. Por favor, no den un segundo por sentado. Abracen a su familia. Díganles que los aman. Te amo Amerie Jo. Cuida a tu hermanito por mí”.
La muerte de José Flores fue confirmada por su tío Christopher Salazar, informó el Washington Post. Horas antes del tiroteo, el niño había recibido un premio por estar en el cuadro de honor.
Al niño de cuarto grado, dijo su tío, le encantaba jugar béisbol y era un “niño muy feliz”. “Era muy inteligente”, describió Salazar. “Él no era un niño que buscaba problemas”.
Familiares de Annabell Guadalupe Rodríguez y Ellie Lugo confirmaron la muerte de sus hijas, horas después de que emitieran llamados para denunciarlas como desaparecidas.
Annabell, una estudiante de tercer grado, estaba en el mismo salón de clases que su prima, quien también fue asesinada pero aún no ha sido identificada, informó KHOU de Houston. Sus padres denunciaron su desaparición y la buscaban frenéticamente.
Jennifer y Steven Lugo escribieron una publicación en Facebook describiendo a su hija Ellie como una “muñeca... la [niña] más feliz del mundo”.
“Es difícil emitir una declaración ahora mismo, mi mente va a 1.000 millas por hora... ¡¡¡Pero quiero enviar nuestros pensamientos y oraciones a aquellos que tampoco llegaron a casa esta noche!!!”, dijo Lugo.
“Mamá y papá te aman, nunca lo olvides, y por favor trata de quedarte a nuestro lado”.
Horas después del ataque, algunas familias todavía no tenían noticias sobre el paradero de sus hijos, y publicaban fotos de ellos en internet, rogando por información.
Nevaeh Brown, una alumna de cuarto grado, también fue confirmada muerta por su prima en Facebook, luego de que la búsqueda de la niña desaparecida por parte de la familia llegara a un final sombrío.
“¡Gracias a todos por sus oraciones, nuestra Nevaeh ha sido encontrada! Está volando con los ángeles de arriba. ¡Te amamos mucho Nevaeh princesa! Por favor, todos sigan manteniendo a sus padres y nuestra familia en sus oraciones”, escribió Emily Grace Ayala.
El padre de Alithia Ramírez, estudiante de la escuela primaria Robb que acababa de celebrar su décimo cumpleaños a fines de abril y esperaba con ansias las vacaciones de verano, publicó en Facebook el martes por la noche pidiendo ayuda a su comunidad para encontrar a su hija.
“[Estoy] Tratando de encontrar a mi hija Alithia. Llamé a todos los hospitales y nada”, escribió en una publicación compartida por docenas de amigos y familiares en línea.
Un familiar de la familia Ramírez confirmó a The Independent el miércoles que Alithia era una de las víctimas asesinadas durante el ataque del martes.
En una desgarradora publicación de Facebook, la madre de Alexandria Aniyah Rubio, de 10 años, recordó a su “hermosa” e “inteligente” hija.
“Alexandria Aniyah Rubio fue reconocida hoy en el cuadro de honor All-A. También recibió el premio al buen ciudadano. Le dijimos que la amábamos y que la recogeríamos después de la escuela. No teníamos idea de que esto era un adiós”, escribió la madre.
Un amigo cercano de la familia Rubio confirmó a The Independent que Alexandria, llamada “Lexi” por amigos y familiares, fue una de las niñas asesinadas.
Adolfo Cruz, de 69 años, dedicado a la reparación de aire acondicionado, pasó la noche del martes afuera de la escuela, y esperaba que su bisnieta, Eliajha Cruz Torres, de 10 años, estuviera entre los sobrevivientes.
Condujo hasta el lugar después de recibir una llamada aterradora de su hija llorando poco después de los primeros reportes de que un hombre armado de 18 años había abierto fuego en la escuela.
“Espero que esté viva”, confió Cruz. “Están esperando una actualización”.
Mientras tanto, dos funerarias en Uvalde dijeron que no cobrarían a las familias de las víctimas del tiroteo como acto de solidaridad. Hillcrest Memorial Funeral Home y Rushing-Estes-Knowles Mortuary anunciaron que “se unirán como una sola en nuestro momento de necesidad”.
A raíz de la masacre, Joe Biden exigió al Congreso que tomara medidas para controlar las armas y preguntó: “¿Dónde, en el nombre de Dios, está nuestro temple?”. El Presidente dijo que la prohibición de las armas de asalto debería renovarse como una cuestión de “sentido común”.