Mapa de Turquía muestra los lugares afectados por los potentes sismos recientes
Han seguido al menos 20 réplicas, y se produjo otro gran terremoto —de al menos 7,5 de magnitud— en el centro de Turquía horas después
Un poderoso terremoto de magnitud 7,8 azotó el sureste de Turquía. Las consecuencias han incluido edificios derrumbados y un rastro de desastre en siete provincias turcas y el norte de Siria, con temblores que llegaron hasta El Cairo.
El temblor de gran magnitud se produjo a las 4:17 am hora local del lunes en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El epicentro del terremoto estuvo cerca de la ciudad de Gaziantep a una profundidad de 17,9 km, e impactó alrededor de siete provincias en Turquía y una gran área en el norte de Siria.
Se ha confirmado la muerte de más de 1.000 personas solo en Turquía, lo que eleva el recuento total de muertes, incluida Siria, por encima de las 2.300.
Erdogan tuiteó en la mañana que “de inmediato se enviaron equipos de búsqueda y rescate” a las zonas afectadas por el sismo.
“Esperamos superar este desastre juntos lo antes posible y con el menor daño posible”, escribió.
Más tarde se sintió un segundo terremoto, de al menos una magnitud de 7,5, en el centro de Turquía.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Siria informó que habían muerto más de 430 personas y más de 1.000 habían resultado heridas. Además de esas cifras, el número de muertos en las zonas del noroeste de Siria controladas por los rebeldes supera los 380.
La mayoría de las muertes se registraron en la provincia de Kahramanmaras, donde se localizó el epicentro del terremoto, con un número de 70 víctimas hasta las 11 am, hora local, según el vicepresidente Fuat Oktay.
Oktay dijo que también se sintieron fuertes sismos en Osmaniye, Sanliurf, Diyarbakir y Adiyaman, donde se confirmó la muerte de 20, 18, 14 y 13 personas, respectivamente.
Se teme que el número de muertos aumente de manera considerable en las próximas horas.
Los residentes de ambos lados de la frontera escaparon de sus hogares en una fría noche de invierno, sobresaltados por el terremoto de la madrugada, cuando los edificios fueron arrasados y siguieron poderosas réplicas.
El terremoto dañó gravemente el monumento más famoso de Gaziantep, su histórico castillo en lo alto de una colina en el centro de la ciudad. Partes de las paredes de las fortalezas y las torres de vigilancia fueron arrasadas y otras partes sufrieron graves daños, según mostraron imágenes de la ciudad.
Se informó del derrumbe de edificios en una región transfronteriza que se extiende desde las ciudades sirias de Alepo y Hama hasta la turca de Diyarbakir, a más de 200 millas (322 km) al noreste, con 900 edificios derrumbados solo en las provincias turcas de Gaziantep y Kahramanmaras.
En el noroeste de Siria, el terremoto agregó nuevos problemas al enclave controlado por la oposición centrado en la provincia de Idlib, que lleva años sometida a un asedio, con frecuentes ataques aéreos rusos y gubernamentales.
El territorio depende de un flujo de ayuda de la cercana Turquía para todo, desde alimentos hasta suministros médicos.
La Defensa Civil Siria de la oposición describió la situación como “desastrosa” y agregó que se derrumbaron edificios enteros y la gente está atrapada bajo los escombros.
En Damasco, los edificios temblaron y mucha gente salió a la calle con miedo.
El terremoto sacó a los residentes de Líbano de las camas y sacudió los edificios durante unos 40 segundos. Muchos residentes de Beirut abandonaron sus hogares y salieron a la calle o se alejaron de los edificios en sus automóviles.
Siguieron al menos 20 réplicas, algunas horas más tarde durante el día. Las autoridades turcas informaron que la más fuerte fue de 6,6.
Las personas que trataban de salir de las regiones afectadas por el terremoto causaron embotellamientos en Turquía, lo que obstaculizó los esfuerzos de los equipos de emergencia que intentaban llegar a las áreas afectadas.
Las autoridades instaron a los residentes a no conducir por las carreteras.
Se abrieron mezquitas alrededor de la región como refugio para las personas que no podían regresar a sus hogares dañados en medio de temperaturas que rondaban el punto de congelación.
Los rescatistas y los lugareños continúan buscando sobrevivientes a través de montañas de escombros de concreto y metal, mientras las grúas transportan personas en camillas.
Informes adicionales de agencias
Traducción de Michelle Padilla