Mes de la concientización sobre el cáncer de mama: siete historias de cómo afrontarlo

Siete mujeres con diferentes experiencias de cáncer de mama hablan de lo que en verdad les ayudó. Por Abi Jackson

Abi Jackson
Lunes, 26 de septiembre de 2022 15:22 EDT
Esto es lo que nos ha ayudado a enfrentarnos al cáncer de mama (Alamy/PA)
Esto es lo que nos ha ayudado a enfrentarnos al cáncer de mama (Alamy/PA)
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El cáncer de mama puede ser un reto tanto emocional como físico.

Desde la natación al aire libre y el tejido de punto, hasta la poesía y decir que sí a la ayuda, siete mujeres nos cuentan qué ha sido clave para ayudarlas a afrontarlo...

Escribir fue catártico

Emma Davies, de 43 años, trabaja para el Royal College of Nursing y vive en Exeter con su marido Darren y sus hijos Toby, de ocho años, y Chloe, de cuatro. Tras su diagnóstico en 2019, escribió un libro, ‘Take My Hair But Not My Humour (One Mum’s Journey Seeing Off Breast Cancer)’.

Emma Davies (foto cedida/PA)
Emma Davies (foto cedida/PA)

“Destacan dos cosas: pedir y conseguir el apoyo que necesitaba, y escribir mi libro. Mi prioridad era salir adelante y, por primera vez en mi vida, me sentí como mi auténtica persona. Pedí ayuda y no me sentí culpable, abogué por mí misma, hice TODAS las preguntas. Tuve un equipo hospitalario excelente, pero también me puse en contacto con Reframe (cancer-support.reframe.co.uk), que ofrece apoyo personalizado para el cáncer. Mi enfermera, Suzanne, fue un auténtico regalo del cielo y se convirtió en una fuente de consejos semanal”.

“El libro surgió cuando empecé a enviar actualizaciones del blog a mis amigos, que no paraban de decirme: ‘Eres divertida, deberías escribir un libro’, así que lo hice. Utilizando mi humor un tanto grosero y oscuro, pude documentar mi búsqueda para matar a ‘Lumpy’ y lo encontré muy catártico. Ahora dono ₤2 de cada venta de libros de bolsillo a mi organización benéfica local contra el cáncer FORCE, que también fue absolutamente increíble durante mi tratamiento”.

Encontrar una comunidad lo es todo

Kreena Dhiman, de 42 años, vive en West Sussex con su marido Satty y sus hijos Amaala, de tres años, y los trillizos de un año, Aanav, Arvaarn y Anaayan. Recibió el diagnóstico en 2013 y es una orgullosa embajadora del cáncer de mama de la campaña de concienciación sobre el cáncer de mama de Estée Lauder Companies, que celebra su 30º aniversario y tiene como objetivo dar voz a las comunidades infrarrepresentadas y capacitarlas para que se revisen los pechos de forma habitual (elcompanies.co.uk/BCC).

“Como mujer del sur de Asia, para mí la comunidad era fundamental. El cáncer era un tabú, ninguno de mis compañeras hablaba de él, y las voces que compartían experiencias personales sobre el cáncer eran casi inexistentes”.

“Las comunidades que encontré a través de las redes sociales se convirtieron en mi salvavidas. Son las personas que han caminado en tus zapatos las que proporcionan la empatía más profunda, son los que han conocido la palabra cáncer íntimamente los que te atrapan cuando te caes. El consuelo de encontrar tu tribu es muy poderoso”.

“Con el paso del tiempo, he descubierto que la comunidad fuera de las redes sociales es muy importante. El trabajo que realiza la Campaña contra el Cáncer de Mama de The Estée Lauder Companies UK & Ireland ayuda a crear comunidad, en particular en entornos destacados como la maravillosa Future Dreams House junto con la organización benéfica Future Dreams Charity”.

Necesitaba que la gente me ayudara

Helen Addis, de 44 años, trabaja en el programa Lorraine de ITV y vive en Surrey con su marido Mark y sus hijos Archie, de 13 años, April, de 11, y Belle, de 9. Recibió su diagnóstico a los 39 años, creó The Titty Gritty (@thetittygritty) para que la gente hablara del cáncer de mama, y es asesora de la clínica virtual de atención al cáncer Perci Health (percihealth.com).

“Me movieron el tapete cuando me diagnosticaron. Soy una persona muy práctica; me gusta abordar las cosas pensando: ‘Bien, ¿qué necesito para afrontar esta situación?’ En realidad, lo que necesitaba era decir que sí a las ofertas de ayuda de amigos y familiares. Sin embargo, tardé un tiempo en darme cuenta de que no podía ir por ahí como si nada, diciendo ‘estoy bien’. Aceptar los ofrecimientos de la gente no era algo natural, pero era encantador y me ayudaba infinitamente. Los amigos me traían bandejas de comida o curry, por ejemplo, y así podía centrarme más en cuidarme a mí misma”.

“Otra cosa fue el reiki. Probé el asesoramiento, pero en aquel momento no funcionaba, y entonces un amigo me sugirió un practicante de reiki local. Nunca me había interesado por este tipo de cosas, pero, Dios mío, era increíble. Iba después de las sesiones de quimioterapia y siempre me sentía tan tranquila y con los pies en la tierra”.

La artesanía me da paz

Joanne Ford, de 24 años, vive en Bedfordshire y trabaja en relaciones públicas. A principios de 2021, le diagnosticaron la mutación del gen BRCA2.

“Descubrir que tenía la mutación del gen BRCA durante la pandemia fue duro. De todos modos, fue una época de locos y no pude ir a ver a mis amigos, a los que acudiría en cualquier otra situación. Al principio me dediqué a hacer tejido de punto para no pasarme todo el confinamiento en mi teléfono, viendo TikTok, pero pronto se convirtió en un verdadero tónico para sobrellevar el diagnóstico”.

“De repente, tenía que pensar en lo que esto significaba para mi futuro, ver a gente que se había sometido a una doble mastectomía preventiva, puede ser muy abrumador. Con el tejido de punto, tienes que concentrarte. Hay que contar mucho, intentar que no se te caiga una puntada. Es bonito tener una afición que es creativa y te permite desconectar. He estado haciendo suéteres y regalos para amigos, y empecé a compartir mis creaciones en Instagram (@jochet.x)”.

Los podcasts y los paseos por la naturaleza eran mi muleta

Rebecca Hartley, de 44 años, dirige Saving Grace Events y Tatton Park Pop Up Festival y vive en Cheshire con su hijo Zach, de 15 años. Embajadora de la organización benéfica Prevent Breast Cancer (preventbreastcancer.org.uk), recibió su diagnóstico en 2015.

Rebecca Hartley (Barbara Idasiak/foto cedida/PA)
Rebecca Hartley (Barbara Idasiak/foto cedida/PA)

“Los podcasts me ayudaron mucho, sobre todo el [podcast] Super Soul de Oprah Winfrey, y me encanta Diary Of A CEO con Steven Bartlett. Durante mis dos años de tratamiento, salir a pasear por nuestro parque local del National Trust y por el lago, mientras escuchaba un podcast, se convirtió en una verdadera muleta”.

“Estar en la naturaleza, en especial cerca del agua, me resulta tan relajante. Y escuchar las historias de otras personas, los retos que han afrontado y superado, siempre me inspira. Es un recordatorio de que todo el mundo pasa por momentos difíciles. Algunos días, ponía un podcast y lloraba todo el tiempo. Pero siempre me sentía mejor después”.

La natación al aire libre me hace feliz de estar viva

Yvonne Howells, de 66 años, vive en Warwick con su marido Alan. Tras someterse a una doble mastectomía preventiva, se dedica a crear conciencia sobre el cáncer de mama hereditario junto a Anita Care Lingerie (anita.com) y la línea de ayuda National Hereditary Breast Cancer (breastcancergenetics.co.uk).

Yvonne Howells (Foto cedida/PA)
Yvonne Howells (Foto cedida/PA)

“Mi madre murió de cáncer de mama en 1973, cuando yo solo tenía 14 años. Tras descubrir que había heredado el gen defectuoso BRCA2, me dijeron que tenía un 85 por ciento de posibilidades de desarrollar la enfermedad. Pasar por una doble mastectomía es un viaje doloroso, aunque estoy muy agradecida de haberlo hecho. Una cosa que me ha ayudado mucho a sobrellevarla es mantenerme tan sana y en forma como puedo. Corro con regularidad y he completado dos medias maratones, y nado al menos una vez a la semana al aire libre, ¡incluso en invierno!”.

“He nadado en lugares como Stoney Cove, Bodmin Moor, Bude y Snowden. Me hace sentir feliz de estar viva, y hay algo en el agua fría que te aleja de todo y te acerca a la naturaleza. Mucha gente me ha tomado por loca, pero cuando acaban por probarlo, descubren que también ayuda a su salud mental”.

Mi poesía me mantiene conectada

La abuela de siete hijos, Lorraine Leiter, de 69 años, vive en Essex con su marido Ray. Tras su diagnóstico en 2020, ahora recauda fondos para la organización benéfica Breast Cancer Now (breastcancernow.org) y anima a otras personas a inscribirse en Wear It Pink este octubre (wearitpink.org/signup)

Lorraine Leiter (Nicky Johnston/Foto cedida/PA)
Lorraine Leiter (Nicky Johnston/Foto cedida/PA)

“Por lo general soy bastante negativa, pero el día en que me diagnosticaron fue como si se hubiera prendido un interruptor. Pensé: ‘Voy a superar esto y voy a escribir sobre ello’. Siempre me he enfrentado a esta situación con una pluma, pero en este caso sentí que estaba escribiendo por mi vida. En el confinamiento no se podía ver a los amigos ni a la familia, así que compartía mis poemas en un grupo de WhatsApp, como forma de contarles a todos cómo me iba”.

“Eso me hacía seguir adelante, porque no importaba lo mal que me sintiera, tenía que mejorar para poder escribir mi último poema. Solían ser bastante desenfadados y siempre rimaban. Escribía sobre cómo me sentía, sobre lo que había visto en el hospital. He escrito 30 poemas a lo largo de 18 meses de tratamiento (y estoy muy contenta de poder decir que el cáncer ha desaparecido). Espero publicarlos en un libro para recaudar fondos para Breast Cancer Now”.

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