YouTube revela lo que los rusos realmente piensan de la guerra: “Quiero mostrar todas las perspectivas”
A medida que Facebook y los medios de comunicación occidentales son cerrados, YouTube ofrece un raro vistazo de las opiniones del público ruso, pero un destacado vlogger le dice a Nathan Place que ha llegado el momento de abandonar el país
Mientras Vladimir Putin continúa con su sangrienta invasión a Ucrania, es difícil saber qué piensa el o la ciudadana rusa promedio al respecto. Una nueva ley orwelliana antidiscurso ha vuelto ilegal siquiera llamar “guerra” a la guerra, no digamos ya hablar contra ella, y el gobierno ha cerrado las páginas de redes sociales y varios medios de comunicación.
Sin embargo, un foro, al menos hasta ahora, sigue sin ser bloqueado: YouTube. Y en ciertos canales, todavía se puede vislumbrar lo que el pueblo ruso piensa.
Uno de esos canales es 142, donde un joven de 21 años llamado Daniil deambula por las calles de Moscú, recogiendo los comentarios de los peatones sobre las últimas noticias. El canal ofrece una fascinante cronología de las opiniones de los moscovitas, sobre todo porque Daniil publica muy seguido. Al ver sus vídeos, nos enteramos de cómo se sentían los rusos antes de la guerra, después de que empezara, una semana después, dos semanas después... y mientras tanto, surgen más y más restricciones a la libertad de expresión desde el Kremlin, a las que los peatones reaccionan en tiempo real. Muchos se vuelve más y más reticentes, pero, de forma inesperada, algunos pocos se vuelven más atrevidos.
“Creo que la guerra comenzó entre los gobiernos, no entre las personas”, opina una joven en un vídeo, grabado el primer día de la invasión. “¿Qué tenemos que hacer? No puedes evitarlo con publicaciones. Tenemos que salir a las calles”.
Otro joven, fumando un cigarro, dice que asistirá a una protesta esa noche. Una joven con brackets comenta que la guerra le duele personalmente.
“Duele, duele. Es todo lo que puedo decir”, expresa. “No entiendo por qué sucede en el siglo XXI... Nosotros, las personas normales, definitivamente no queremos la guerra. Queremos paz, amistad y amor”.
En cuanto al propio Daniil, el YouTuber intenta mantener sus opiniones fuera de la pantalla.
“Nosotros en 1420 preferimos no reaccionar a las respuestas. De otra forma, puede afectar al vídeo, así que es mejor mantener la frialdad”, explicó el videógrafo a The Independent a través de correo electrónico. “Quiero mostrar a los rusos desde todas las perspectivas, para que el mundo pueda saber todo sobre ellos”.
Según Daniil, los rusos que son lo suficientemente valientes para responder sus preguntas son solo una pequeña parte de las personas que entrevista. Para uno de sus vídeos recientes, mencionó, 23 peatones aceptaron hablar, mientras que 123 se negaron. Esa proporción se mantuvo estable durante un tiempo, y luego, tras tres semanas de guerra, se desplomó repentinamente.
“En comparación con la parte de la primera semana, la gente realmente comenzó a evitar algunos temas y se volvió más cautelosa”, contó Daniil.
Esa cautela es evidente en sus vídeos. Cuando 1420 cuestiona a la gente sobre su opinión de la guerra (o, como debe ser llamada ahora, la “operación militar especial”), algunas simplemente niegan con la cabeza y se alejan.
“Creo que no puedo hacer comentarios debido a mi trabajo”, objeta una joven.
“Prefiero no pensar en eso”, dice alguien más.
Otros parecen adoptar la negación férrea del gobierno ruso.
“¿Qué guerra?”, replica un hombre, mirando fríamente al videógrafo.
“No veo ninguna guerra”, afirma otro hombre. “Para mí no hay ninguna guerra, básicamente. Cuando se lance una bomba aquí, entonces podremos hablar”.
Daniil es un joven de Moscú, y las personas a las que entrevista tienden a tener la misma edad. Esto parece impactar en el gran número de respuestas que están contra la guerra, o son al menos neutrales.
Pero no todos los YouTubers que recopilan las opiniones de los rusos se enfocan en las personas jóvenes. Otro canal, a cargo de la organización sin fines de lucro Radio Free Europe/Radio Liberty (financiada por el gobierno de EE.UU.), dedica más tiempo a los rusos de más edad que se encuentran fuera de la capital. Tras ocho días de guerra, RFE/RL abordó a los transeúntes en Perm y Vladivostok para mostrarles fotos de la destrucción en Ucrania. Algunos se negaron a mirarlas.
“Apoyo a Putin”, admite repetidamente una mujer de mediana edad. “No voy a mirar estas fotos”.
“Eso es un golpe preventivo”, racionaliza otra persona. “Es cierto que cuesta miles de vidas. Es algo amargo, es doloroso, pero ¿qué más se puede hacer? ¿Esperar a que nos ataquen?”.
Muchos de los encuestados parecen haber internalizado las líneas propagandísticas del Kremlin: que Ucrania es dirigida por nazis (su presidente, cabe decir, es judío y perdió a varios familiares en el Holocausto), que estaba a punto de cometer un genocidio contra personas de etnia rusa, o que la guerra en realidad no está sucediendo.
“Nadie está bombardeando Kyiv”, afirma un anciano. “No lo creo”.
“Putin no podría hacer eso. ¿Invadir Ucrania?”, pregunta otro, riéndose. “¿Por qué? Allí vive nuestra gente. En Ucrania, en Bielorrusia”.
“Pero pasó”, le dice el camarógrafo.
“No lo sé”, revira el hombre, mirándose los pies. “No es lo que dicen en las noticias”.
Incluso en YouTube, es posible que las personas no puedan expresarse así por mucho tiempo. Daniil, por ejemplo, revela que va a salir del país, dejando en la incertidumbre el futuro de 1420.
“Ahora no puedo quedarme aquí”, declaró, “por lo que he decidido viajar por todo el mundo”.
The Independent le preguntó si le preocupaba que pudiera entrar en conflicto con las nuevas leyes de Rusia que prohíben hablar sobre la guerra.
“Todavía no tengo miedo”, aseguró. “Leí un comentario muy interesante en mi canal: ‘No tienes miedo no porque seas temerario, sino porque aún no lo has sentido’. Creo que este podría ser mi caso”.
Al estilo típico de un YouTuber, agregó un emoji sonriente sudando.