¿Cómo se anticipa que será el reinado de Carlos III?
Aunque el nuevo rey ha estado en el centro de la atención mundial desde que nació, hace 73 años, nadie puede asegurar cómo se desempeñará como monarca
Con 73 años a cuestas, felizmente casado y con la mira bien puesta en la defensa del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, el hijo mayor de la reina Isabel II llega al trono británico en medio de un mar de dudas sobre cómo será su reinado,
Aunque Carlos III ha estado en el centro de la atención internacional desde que nació en el Palacio de Buckingham en 1948, nadie sabe a ciencia cierta qué clase de monarca será.
Lo que sí es evidente es que enfrenta un enorme reto al heredar la corona que durante 70 años llevó su madre con gran dignidad y espíritu de servicio, lo que la convirtió no solo en una monarca respetada y admirada sino también muy querida.
Una encuesta elaborada por Ipsos el pasado mayo reveló que la reina Isabel II tenía, entre los británicos, una popularidad del 86 por ciento, en comparación con el 65 por ciento de Carlos III.
Ese mismo sondeo encontró que Carlos III es especialmente aceptado entre los sectores más conservadores y que la mayoría espera que aproveche su nuevo cargo para enfocarse en combatir el cambio climático, un problema que cada vez cobra mayor importancia por los enormes desastres naturales que causa en todos los rincones del planeta.
En su primer mensaje como rey, Carlos III rindió un emotivo mensaje a su madre, “por sus sacrificios, dedicación y devoción” y prometió que servirá al Reino Unido con “lealtad, respeto y amor”.
Historia turbulenta
La historia de Carlos III para llegar a convertirse en el soberano de la monarquía más importante del mundo no solo está plagada de conflictos y sinsabores sino también de escándalos.
Pese a que durante su juventud se le consideraba como uno de los solteros más codiciados del mundo por ser el heredero al trono británico, por muchos años fue objeto de críticas y burlas por su inseguridad y timidez. Pero sin duda el momento más turbulento de su vida lo enfrentó al tomar la decisión de casarse con la princesa Diana, en 1981.
La boda real, recordada como una de las más ostentosas de la historia moderna, parecía sacada de un cuento de hadas. Todo auguraba un matrimonio feliz para los recién casados. Pero, poco a poco, la realidad salió a la luz. En diversas entrevistas para la prensa, que causaron un escándalo insólito a nivel mundial, la princesa Diana reveló que su marido le era infiel con Camila Parker-Bowles, una mujer casada a la que se había ligado románticamente desde hacía varios años.
Las revelaciones de Diana cimbraron a la monarquía británica como nunca antes en la historia moderna y pusieron en el ojo del huracán a Carlos, a quien un gran sector de la opinión pública consideraba no solo un hombre torpe e insensible sino absolutamente inepto para convertirse algún día en rey.
Esa percepción se agudizó tras la trágica muerte de la princesa Diana, en un accidente automovilístico en París, en 1997.
La tragedia, que incluso afectó a la reina a quienes algunos acusaron de no haber apoyado de manera debida a la princesa Diana y de rehusarse a honrar debidamente su memoria, provocó un cambio en Buckingham. A partir de entonces, los miembros de la realeza se esforzaron por mostrar un rostro más humanitario y colocar a Diana en el lugar privilegiado que la gente pedía que se le diera.
Carlos, en especial, se dedicó más a sus hijos, William y Harry, y a mejorar su imagen a través de la filantropía. Fundó varias organizaciones benéficas como el Prince’s Trust que ha favorecido a casi un millón de jóvenes marginados. Comenzó también a defender causas que en esos años a pocos les importaban, como la defensa de la ecología.
Camila, factor de estabilidad
Pero sin duda el factor que le ha dado más estabilidad a su vida personal es el haberse casado con Camila, el amor de su vida.
En los últimos años, en particular por el declive de la salud de su madre y la muerte de su padre, el príncipe Felipe, Carlos comenzó a tomar un papel cada vez más activo como el jefe de la familia real británica.
La tarea no ha sido fácil. Carlos ha tenido que enfrentarse a las acusaciones de que su hermano, el príncipe Andrés, tuvo nexos con el financiero Jeffrey Epstein, acusado de manejar una red de pederastas. El ahora monarca ha tenido también serios desencuentros con su hijo Harry y su esposa Meghan, que han acusado a la realeza británica de racismo y discriminación.
Debido tal vez a que estos escándalos han erosionado la popularidad de la monarquía, Carlos se ha mostrado partidario de reducir el gasto que representa para el erario público el mantenimiento de la realeza.
De acuerdo con los expertos en sistema constitucional británico, una de las cosas que tendrá que aprender Carlos III es a guardarse sus opiniones sobre asuntos de carácter público. Gran parte del éxito que tuvo su madre, la reina Isabel II, fue que se mantuvo al margen de expresar sus posturas políticas en público.
El nuevo monarca, sin embargo, es conocido por sus fuertes opiniones. Una de ellas es la de haberse pronunciado contra la islamofobia y a favor de la tolerancia religiosa.
Vernon Bogdanor, académico de gobierno en el King’s College de Londres, considera que el estilo de Carlos III será muy diferente al de su madre y anticipa que será un rey muy activo, que tendrá cuidado en no llevar sus privilegios al límite.
Carlos III será proclamado oficialmente como rey el sábado 10 de septiembre en el Palacio de St. James, en Londres.