Megayates de multimillonarios rusos huyen ante el acecho de sanciones
EE.UU. y el Reino Unido han anunciado intenciones de atacar megayates de oligarcas
Mientras la invasión de Ucrania sigue inspirando la condena internacional, los megayates vinculados a Vladimir Putin, sus aliados multimillonarios y otros destacados empresarios rusos se han embarcado en viajes hacia aguas donde quedan fuera del alcance de la jurisdicción de EE.UU. y la UE.
Esto después de que naciones como el Reino Unido anunciaran que está considerando sancionar o incautar una “lista negra“ de estos emblemas flotantes de la élite rusa como castigo por la actual invasión de Ucrania.
A principios de este mes, un yate de US$100 millones que supuestamente es propiedad de Vladimir Putin, el Graceful, partió abruptamente a mitad de un trabajo de reparación en Alemania hacia Kaliningrado, una parte separada del territorio ruso en el Mar Báltico, entre Lituania y Polonia.
El monstruoso barco, que tiene su propia piscina en el interior, fue atacado por el grupo de piratas informáticos Anonymous, que cambió su indicativo marítimo a “FCKPTN (fuck Putin)”.
Otros cuatro yates vinculados a las élites rusas han viajado a aguas neutrales en los últimos días, según un análisis de datos marítimos de la CNBC.
Galactic Super Nova, el yate de Vagit Alekperov, el jefe multimillonario del gigante petrolero ruso Lukoil, fue registrado navegando hacia Montenegro, un país sin tratado de extradición a los EE.UU.
Mientras tanto, el Clio del industrial ruso Oleg Deripaska fue visto navegando hacia las Maldivas, que tampoco extradita a los EE.UU.
Deripaska, quien fue sancionado por Estados Unidos en 2018 por sus vínculos con el sector energético ruso, ha pedido el fin de la guerra en Ucrania.
“La paz es la prioridad. Las negociaciones deben comenzar lo antes posible”, tuiteó el domingo.
Ninguno de los dos ha sido objeto explícito del paquete de sanciones de Estados Unidos en respuesta a la invasión de Ucrania, y tampoco han sido acusados de irregularidades o vínculos directos con el conflicto, más allá de su cercanía con Vladimir Putin. The Independent ha contactado a los representantes de Deripaska y Alekperov para obtener comentarios.
En Washington y en toda Europa, la presión para perseguir a los megayates propiedad del círculo íntimo de Putin, que se ha enriquecido gracias a sus vínculos con el estado ruso, está aumentando.
La Casa Blanca dijo el domingo que planea “lanzar un grupo de trabajo transatlántico multilateral para identificar, cazar y congelar los activos de las empresas y oligarcas rusos sancionados: sus yates, sus mansiones, y cualquier ganancia mal habida que podamos encontrar y congelar bajo la ley”.
Tales acciones se basarían en un grupo sin precedentes de sanciones financieras contra Rusia por parte de EE.UU. y otros.
Los funcionarios estadounidenses han sancionado directamente a Putin y otros altos funcionarios rusos, y la Casa Blanca y las naciones de la UE han expulsado a algunos bancos rusos del SWIFT, una red de comunicaciones clave que los bancos usan para enviarse dinero entre sí.
El congresista de Alaska, Don Young, anunció el lunes que planea introducir una legislación llamada Ley de Rendición de Cuentas de Oligarcas a través de la Incautación (BOATS), que permitiría a las autoridades estadounidenses incautar megayates rusos y subastarlos para financiar la ayuda humanitaria.
“Nuestra solidaridad con Ucrania debe estar respaldada con acciones urgentes contra los ricos oligarcas rusos que continúan viviendo un estilo de vida lujoso en megayates”, sentenció Young en un comunicado.
Se han discutido estrategias similares a nivel internacional.
La secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, anunció que Gran Bretaña estaba elaborando una “lista negra” de propiedades de oligarcas para una posible sanción, y que la UE ya cerró el espacio aéreo europeo a todas las aeronaves rusas, incluyendo los aviones privados.
Mientras tanto, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, dijo el lunes: “A pedido del presidente, continuaremos con un estudio completo de los activos financieros, bienes raíces, yates y vehículos de lujo (en Francia) que pertenecen a personalidades rusas que son objetivo de las sanciones europeas”.
Si tales esfuerzos harían mella en la invasión de Ucrania, es otra historia.
Las sanciones harían mucho más difícil que estas embarcaciones puedan obtener servicios de reabastecimiento, como tripulación y combustible.
“En efecto, el yate no podría funcionar”, explicó a The Guardian Stacy Keen, experta en sanciones del bufete de abogados Pinsent Masons.
Sin embargo, muchos multimillonarios rusos son dueños de sus yates a través de corporaciones ficticias domiciliadas fuera del país, lo que hace que su verdadero origen ruso sea mucho más opaco para los funcionarios.
En 2018, el 60 por ciento de la riqueza de los hogares más acaudalados de Rusia se mantuvo en el extranjero, más que cualquier otro país del mundo.