El número de muertos en el tiroteo masivo del 4 de julio en Highland Park aumenta a siete
El subjefe Christopher Covelli de la Oficina del Alguacil del condado de Lake confirmó a ‘The New York Times’ el martes por la tarde que había muerto una séptima víctima
El número de muertos por el tiroteo masivo en un desfile del 4 de julio en Highland Park ahora ha aumentado a siete, pues uno de los heridos sucumbió a sus heridas un día después del ataque.
El subjefe Christopher Covelli de la Oficina del Alguacil del condado de Lake confirmó a The New York Times el martes por la tarde que había muerto una séptima víctima.
La edad e identidad de la víctima no han sido reveladas.
Seis adultos murieron el lunes cuando el hombre armado abrió fuego desde la azotea de un negocio con vista a la ruta del desfile del Día de la Independencia en la ciudad de Illinois ubicada a 25 millas (40 kilómetros) de Chicago.
Cinco de las víctimas murieron en el lugar de la masacre, mientras que la sexta sucumbió a sus heridas en el hospital.
Tres de las víctimas fallecidas hasta el momento han sido identificadas.
La familia del abuelo Nicolas Toledo, de 76 años, confirmó su muerte la tarde de este lunes.
El anciano, de doble nacionalidad estadounidense y mexicana, usaba una silla de ruedas y estaba sentado en ella viendo el desfile cuando le impactaron las balas.
La nieta de Toledo le dijo al New York Times que “estaban todos en estado de shock” y reveló que su abuelo no quería ir al desfile, pero accedió a ir para poder unirse a las festividades con su familia.
A una segunda víctima también la identificaron el lunes por la noche como miembro devota de una sinagoga local y madre de un hijo.
A Jacki Sundheim la recordó la Congregación de la Costa Norte de Israel como una miembro de la congregación “de toda la vida” y un “querido” miembro del personal cuyo “trabajo, amabilidad y calidez nos conmovieron a todos”.
La familia de Steve Straus, de 88 años, confirmó que él estaba entre las víctimas el martes, y su sobrina rindió homenaje al asesor financiero que todavía tomaba el tren para ir a trabajar en Chicago todos los días.
“Era un hombre honorable que trabajó toda su vida. No debería haber tenido que morir de esta manera”, aseveró.
Además de los fallecidos, trasladaron a más de 30 víctimas a hospitales locales para recibir tratamiento.
Aún no se presentan cargos contra el presunto tirador, Robert Crimo, y los investigadores dicen que esperan anunciar los cargos más tarde el martes.
En una conferencia de prensa el martes por la mañana, el sargento del condado de Lake, Christopher Covelli, detalló que Crimo, de 21 años, “planeó su ataque con anticipación durante varias semanas” y usó ropa de mujer como disfraz para poder escapar de la escena después del ataque.
Las imágenes de vigilancia lo capturaron con un vestido y una peluca larga.
Los investigadores dijeron que Crimo quiso mezclarse con la multitud de asistentes al desfile que huían en pánico del lugar de la masacre.
Su plan funcionó y caminó hasta la casa de su madre, donde tomó prestado su auto.
Después, al sospechoso lo rastrearon abordo del vehículo y lo arrestaron en una carretera el lunes por la noche.
Aún se desconoce el motivo del ataque.
El sargento Covelli declaró que Crimo compró legalmente varias armas de fuego, incluido el rifle estilo AR-15 utilizado en el ataque, un segundo rifle encontrado en su vehículo durante su arresto y pistolas encontradas en su casa, antes del tiroteo masivo.
Los funcionarios ahora enfrentan preguntas sobre si se pueden haber pasado por alto las señales de advertencia, ya que desde entonces se supo que Crimo publicó varios vídeos inquietantes que glorificaban la violencia y los tiroteos masivos en línea antes del ataque.
El presidente Joe Biden condenó el tiroteo y expresó que demostraba que había “mucho más trabajo por hacer” para abordar la violencia armada en EE.UU.; el ataque se dio pocas semanas después de que 19 estudiantes y dos maestras fueran asesinados en un tiroteo masivo en Uvalde, Texas, y las diez personas negras asesinadas a tiros en un ataque racista en Búfalo, Nueva York.