Citigroup venderá en la bolsa a Banamex
Citigroup anuncia que recurrirá a una oferta pública de acciones para vender los negocios de banca de consumo y empresarial de Banamex, su filial mexicana, en un plazo de dos años
Citigroup anunció el miércoles que recurrirá a una oferta pública de acciones para vender los negocios de banca de consumo y empresarial de Banamex, su filial mexicana, con lo que descartó la opción de venta a un solo inversionista tal como había negociado por más de un año sin éxito.
Así lo informó la directora general de la corporación financiera estadounidense, Jane Fraser, quien indicó en un comunicado que luego de cuidadosos análisis se decidió que el camino óptimo para maximizar el valor de Banamex para sus accionistas es una Oferta Pública Inicial (OPI), que se refiere a una primera emisión de acciones de una empresa que entra a la bolsa.
“Citi ha operado por más de un siglo en México y continuaremos invirtiendo y haciendo crecer nuestra franquicia institucional”, dijo Fraser. La oferta pública se hará en 2025.
La corporación ratificó la decisión que acordó el año pasado de mantener en México los servicios de banca y asesoría a instituciones privadas y públicas, clientes del sector financiero e inversionistas que operarán a través de un banco con licencia local, e indicó que sigue trabajando en la separación de estos servicios de los negocios de consumo y empresarial, proceso que espera completar en la segunda mitad de 2024.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo el miércoles que Citigroup le informó la víspera que se habían suspendido las negociaciones con el Grupo México, el conglomerado minero más grande del país, para la venta de Banamex debido a que "están pidiendo más garantías”, pero no ofreció más detalles.
La participación en esta operación, estimada en unos 7.000 millones de dólares, habría representado la incursión en el negocio bancario del poderoso grupo económico que dirige el empresario Germán Larrea — quien es considerado el segundo hombre más rico de México —, que ha centrado sus actividades en los sectores minero, ferroviario, construcción, entretenimiento e inmobiliario.
Durante su conferencia matutina López Obrador ratificó el interés de su gobierno en adquirir Banamex, el cuarto mayor banco de México, y dijo que “nosotros si necesitamos un banco... es un buen negocio”.
El gobernante planteó que se podría constituir una “sociedad pública privada” para adquirir el banco, en la que el gobierno aporte hasta 3.000 millones de dólares y otros 2.000 millones de dólares se obtengan de la venta de acciones a los mexicanos.
The Associated Press solicitó al Grupo México una reacción sobre las afirmaciones de López Obrador, pero no hubo comentarios de momento.
Analistas consideraron la decisión de Citigroup como la salida “más favorable” e “inteligente” ante la incertidumbre que surgió en las negociaciones por los comentarios de López Obrador y el interés de su gobierno en participar en la compra.
Al respecto, la directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, afirmó que con esta decisión Citigroup le “quita la especulación” a la operación y podría asegurarse una mayor rentabilidad en la venta. Siller dijo a la AP con la oferta pública de acciones el grupo estadounidense “podría resarcir parte del valor que hubiera perdido en los últimos días por la incertidumbre que rondaba esta venta de Banamex”.
Por su parte, el consultor privado Jorge Sánchez Tello aseguró que “el riesgo país político” contaminó el proceso de venta y agregó que posiblemente un “tema de pasivos dentro del banco” también pudo incidir en las negociaciones y desalentar a los empresarios que habían manifestado interés en participar en la compra.
“El impacto es por la incertidumbre. Llama la atención de que a pesar de que la banca ha tenido importantes utilidades ningún gran empresario de México quiso adquirir directamente”, señaló Sánchez Tello al plantear que habrá que esperar las reacciones del mercado ante el anuncio de Citigroup para tener una idea de quienes estarían dispuestos a invertir en la oferta pública.
Las primeras reacciones al anuncio se dieron en la Bolsa Mexicana de Valores donde las acciones del Grupo México repuntaron 8% tras varios días de caída luego de que el gobierno declaró el 19 de mayo de utilidad pública y ocupó temporalmente tres tramos ferroviarios que tenía la empresa Ferrosur, filial del grupo, en el estado de Veracruz. En tanto, las acciones de Citigroup sufrieron un retroceso alrededor de 3%.
Citigroup informó en enero del año pasado que saldría de sus negocios de banca de consumo y empresarial en México, donde tiene su mayor red de sucursales, como parte de una estrategia mundial del grupo estadounidense.
Tras el anuncio se inició un largo proceso que implicó conversaciones con diferentes inversionistas locales y extranjeros.
Pese a la incertidumbre de más de un año Banamex logró mantenerse como el cuarto banco del país con una red de unas 1.300 sucursales, una cartera de unos siete millones de tarjetas de crédito y activos por más de 7.000 millones de dólares.
Citigroup adquirió el banco mexicano en 2001, en la que fue considerada la mayor operación financiera de compra de una compañía en México y que dio origen al Grupo Financiero Banamex que luego se llamó Citibanamex.
A inicios del año pasado López Obrador se manifestó a favor de que inversionistas mexicanos fueran los nuevos dueños de Banamex y asomó los nombres de Carlos Slim, el hombre más rico de México y cercano al gobernante; Carlos Hank González, dueño de Banorte, y el empresario norteño José Javier Garza Calderón, como posibles compradores.
En noviembre el grupo financiero Inbursa de Slim informó su retiro del proceso de compra de Banamex. El grupo español Santander, y los mexicanos Banorte y el Banco Azteca también anunciaron que no participarían en la adquisición.
López Obrador dijo la semana pasada que el Grupo México era uno de los inversionistas que estaba participando en las negociaciones para adquirir Banamex. Entre el gobierno y el Grupo México han surgido tensiones en los últimos días luego que marinos ocuparon tres tramos ferroviarios que tenía en concesión Ferrosur desde 1998.
Sobre la ocupación de las líneas ferroviarias, el mandatario indicó el miércoles que se avanza hacia un acuerdo, pero descartó la opción de pago. “Si se va a llegar a un acuerdo, pero no es dinero, es permiso de paso y revisión de concesiones sobre las mismas vías que están en poder de Grupo México”, precisó.
A inicios de semana López Obrador dijo que las conversaciones con el Grupo México se interrumpieron luego que la empresa exigió una indemnización de 9.500 millones de pesos (unos 527 millones de dólares).