Banco central libanés descarta préstamos al gobierno
El gobernador interino del banco central de Líbano exhortó el viernes a la clase dominante a aplicar rápidamente reformas económicas y financieras, y advirtió que el banco no ofrecerá préstamos al Estado ni prevé imprimir dinero para cubrir el enorme déficit presupuestario para evitar agravar la inflación.
Wassim Mansouri hizo estas declaraciones casi un mes después de asumir la conducción del banco al finalizar el período de su predecesor, Riad Salameh, el 31 de julio.
Líbano padece la crisis económica y financiera más grave de su historia moderna. Desde que comenzó el derrumbe financiero en octubre de 2019, la clase política —a la que se atribuyen décadas de corrupción y desgobierno— se resiste a las reformas pedidas por la comunidad internacional.
Desde que asumió el cargo, Mansouri ha exhortado al gobierno a aprobar algunas reformas y ha advertido que el banco central no puede seguir gastando dinero para financiar el déficit fiscal.
“Cada día que pasa sin elaborar leyes aumentan las pérdidas y la posibilidad de un derrumbe del Estado”, enfatizó el viernes.
Añadió que el presupuesto de 2023 aprobado por el gobierno tenía un déficit de 24%. El banco central había pedido un presupuesto libre de déficit.
“El banco central con toda certeza no cubrirá el déficit con préstamos al gobierno, sean en dólares estadounidenses o en libras libanesas”, aseveró Mansouri. “No se imprimirán libras libanesas para cubrir el déficit porque ustedes saben a qué conducirá esto”.
Añadió que el gobierno debe abocarse a cobrar impuestos, reabrir las instituciones estatales y controlar mejor lo que cruza las fronteras para cobrar impuestos, en aparente alusión al contrabando.
Mansouri dijo que desde el inicio de la crisis, Líbano tiene una economía basada en las transacciones en efectivo, lo que repercutirá en el futuro del país.
Hace dos semanas, una auditoría forense del banco central realizada por una empresa con sede en Nueva York reveló años de malos manejos por parte del gobernador anterior, Salameh, y 111 millones de dólares en “comisiones ilegítimas”.