Meghan y Harry exponen la “doble moral” y racismo en las críticas por tomarse de la mano
El duque y la duquesa de Sussex se tomaron de la mano a la salida de la ceremonia religiosa en Westminster Hall en honor a la reina Isabel II
Los fans de la realeza defienden al príncipe Harry y a Meghan Markle de las críticas por su reciente muestra pública de afecto mientras lloraban a la reina Isabel II, al señalar que Zara Tindall y su marido también se tomaron de la mano al salir de la ceremonia en Westminster Hall.
El miércoles, el duque y la duquesa de Sussex se unieron a otros miembros de la familia real en una breve ceremonia en honor a la difunta reina Isabel II en Westminster Hall. La duquesa presentó sus respetos al hacer una reverencia y el duque mostró abiertamente su dolor por el fallecimiento de su abuela.
Sin embargo, cuando Harry y Meghan abandonaron el acto detrás del hermano del duque, el príncipe William, y su esposa Kate Middleton, optaron por tomarse de la mano en una muestra de apoyo y afecto que ha provocado reacciones encontradas.
Mientras que algunos elogian a Harry y Meghan por el gesto, muchos otros critican a los duques por considerar que tomarse de la mano es “inapropiado” para la ocasión.
“¡Meghan Markle tomó la mano de Harry en la iglesia! Despistada y sin clase”, afirmaba una persona, mientras que otra crítica decía: “Mientras la familia se aleja de manera formal del ataúd de la reina, ¡Meghan sostiene la mano de Harry! ¡Es muy poco apropiado! No tiene ni idea de cómo comportarse en un acto oficial de Estado y su comportamiento es grosero con la reina y la familia real”.
Desde entonces ha habido una avalancha de apoyo de la gente que ha salido en defensa de la pareja. Muchos han señalado la doble moral en la reacción, al tener en cuenta que la nieta de la reina, Zara Tindall, y su marido, Mike Tindall, también se tomaron de la mano al salir de la ceremonia en Westminster Hall.
Otros señalaron que la princesa Beatrice tomó la mano de su esposo Edoardo Mapelli Mozzi durante el funeral por su abuelo el príncipe Felipe en 2021.
“La gente que se queja de Meghan y Harry no dice nada sobre Mike y Zara Tindall tomados de la mano”, tuiteó una persona, mientras que otra reconoció que no ha habido ni una “pizca de crítica” dirigida a Zara y su marido, antes de señalar: “Es vergonzoso que Meghan tenga que sufrir este tipo de absuo y doble moral”.
La hipocresía de las críticas también llevó a muchos a sugerir que la reacción dirigida a Meghan tenía una motivación racial.
“Parece extraño que la gente solo critique a Harry y Meghan por ir de la mano y no a Mike y Zara Tindall. Parece dar a entender que la gente es racista”, tuiteó una persona.
Otro comentó: “Es divertido ver cómo la gente que dice ‘no soy racista pero...’ critican a la #DuchessofSussex por ofrecer consuelo a su marido al FINAL del evento de hoy pero hace un esfuerzo enorme para excusar a Zara Tindall y su marido cuando se toman de la mano”.
“NOTICIA DE ÚLTIMA HORA: los conservadores se ponen muy furiosos porque Harry tomó la mano de su esposa Meghan, pero no se enojan porque Mike tomó la mano de Zara y nadie puede entender por qué”, tuiteó otra persona con sarcasmo.
No es la primera vez que Harry y Meghan se toman de la mano mientras presentan sus respetos a la reina. La pareja también hizo una demostración pública de afecto cuando se reunió con el príncipe y la princesa de Gales en el castillo de Windsor para saludar a los simpatizantes a principios de esta semana.
Aunque el protocolo real no prohíbe que los miembros de la familia real demuestren afecto en público, según Myka Meier, experta en etiqueta real y fundadora y directora de Beaumont Etiquette, que ya había declarado a People que si bien “no hay ninguna etiqueta ni protocolo real que diga que la pareja deba abstenerse de mostrar su afecto en público”, la familia real pocas veces lo hace.
Según Meier, la decisión se reduce a una cuestión de preferencia, así como a la “naturaleza del evento al que asisten”. Sin embargo, el experto en lenguaje corporal Robin Kermode declaró antes al DailyMail que la reina Isabel II, quien rara vez se tomaba de la mano con el príncipe Felipe en público, podría haber sentado un precedente.