Los ucranianos y los extranjeros prometen quedarse a pesar del riesgo de guerra
Miles de personas salieron a las calles de la capital ucraniana el sábado en una muestra de solidaridad, a pesar de las sombrías advertencias de un inminente conflicto militar con Rusia
La multitud, jóvenes y ancianos, familias con niños, se reunieron por miles en un día de sol y nieve para pedir la paz, pero también para comprometer su solidaridad en la defensa de su tierra contra las fuerzas que se agolpan en sus fronteras.
Marchan bajo la bandera azul y amarilla de Ucrania hacia la Maidan de Kiev, el lugar donde comenzaron las protestas que remodelaron el país y allanaron el camino a la actual crisis con Rusia, con cánticos de patriotismo y desafío.
La gran mayoría de los presentes son ucranianos. Pero también hay otros de fuera, los que se han instalado en este país y lo han convertido en su hogar, personas a las que sus gobiernos instan ahora a marcharse, en medio de la escalada de advertencias de los gobiernos de EE.UU. y Reino Unido de que Vladimir Putin podría ordenar un ataque de los 130.000 soldados rusos al otro lado de la frontera.
“No me voy a ninguna parte. Tengo un trabajo, una vida aquí, y voy a quedarme si puedo evitarlo”, asegura Alex Wilson. “Sé lo que dice el gobierno británico, las advertencias que hacen, pero es mi decisión”.
Junto a Wilson, de 33 años y originario de Shropshire, camina su novia ucraniana, Olena, que dice que habría entendido si él hubiera querido volver a Inglaterra y a la seguridad.
“Sé que su familia está preocupada, y por supuesto que lo estaría”, explica. “Y no me interpondré en su camino. Dije que apoyaría cualquier decisión que tomara y él ha decidido quedarse. Pero no quiero que esté en peligro; no quiero que nadie más esté en peligro”.
Además de pedir a sus nacionales que se vayan, el gobierno británico está retirando las tropas que han estado entrenando a las fuerzas ucranianas. “No habrá tropas británicas en Ucrania si se produce un conflicto allí”, señaló James Heappey, ministro de las Fuerzas Armadas. “Se irán en el transcurso del fin de semana”.
Heappey continuó en una entrevista televisiva: “Los ciudadanos británicos deben abandonar Ucrania inmediatamente por cualquier medio posible, y no deben esperar, como se vio en el verano con Afganistán, que haya ninguna posibilidad de una evacuación militar”.
Wilson, que trabaja en el sector de las tecnologías de la información, entiende por qué es necesaria el retiro de las tropas.
“Habrían quedado atrapados en los combates, podrían tener bajas, ser capturados si hay una invasión. La OTAN ha dicho que no se involucrará en una guerra aquí, así que puedo entenderlo”.
“Pero eso no es algo que afecte a los civiles como yo. No creo que nadie aquí espere una evacuación como la de Kabul. No veo a los rusos capturando Kiev, y puede que la guerra no tenga lugar por lo que sabemos”.
Dominykas Banis también se encuentra entre los manifestantes. Este estudiante lituano de 22 años se enteró el viernes de que su gobierno también quería que se fuera a casa.
“No voy a ir ahora mismo; voy a esperar a ver qué pasa. Es difícil, todo es muy incierto. Los lituanos hemos tenido nuestras dificultades con Rusia, y no sé cómo se comportarían los rusos con alguien como yo si llegaran aquí”, señala.
Algunos ucranianos están decepcionados por el hecho de que Lituania y Estonia, dos países bálticos que han tenido enfrentamientos con el Kremlin, se hayan unido a otros países para pedir a sus nacionales que se vayan.
“Tenemos gente como los japoneses y los australianos a los que se les dice que se vayan [por sus gobiernos]. Vienen de lejos, y se ve que no quieren quedarse atrapados muy lejos de casa”, explica Oleksyi Fomenko.
“La gente de Europa occidental que se va... Uno puede entender por qué. Pero los estonios y los lituanos tienen luchas muy similares a las nuestras con Rusia. Así que es triste que sus gobiernos hayan hecho este llamamiento. Nos han dado mucho apoyo político, pero esto es triste”.
La embajadora británica en Kiev, Melinda Simmons, tuiteó el sábado que permanecería con un pequeño equipo y que la embajada seguiría operativa.
El Departamento de Estado de EE.UU. indicó que un pequeño número de diplomáticos estadounidenses permanecerían en Kiev o irían a Lviv, en el oeste del país; la mayoría de los demás serán destinados a países vecinos. También se ha informado de que se retirará todo el personal estadounidense de la misión de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) en Ucrania.
Entre algunos expatriados estadounidenses y británicos existe la sensación de que el aumento de las advertencias de Washington y Londres está relacionado con el desastroso fracaso de los servicios de inteligencia en Afganistán el pasado verano, que provocó una caótica evacuación tras la toma del poder por los talibanes.
“Ahora están tratando de compensar eso”, menciona Doug, un empresario estadounidense que no quiere que se imprima su apellido. “Debo admitir que no me convence del todo toda esta información que la gente de Joe Biden está sacando. Los británicos dicen cosas parecidas, pero de todos modos siguen [a] los estadounidenses”.
El actual aumento de la preocupación por un posible conflicto comenzó el viernes, cuando se filtró a los medios de comunicación que la inteligencia de EE.UU. había interceptado comunicaciones rusas en las que se hablaba del próximo miércoles, 16 de febrero, como fecha de inicio de las operaciones militares. Sin embargo, funcionarios estadounidenses han reconocido en privado que lo que escucharon podría haber sido parte de una campaña de desinformación del Kremlin.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, que en el pasado se ha quejado repetidamente de la naturaleza alarmante de la retórica de EE.UU. tras comprobar el efecto económico perjudicial que tuvo en la economía de su país, pidió a Washington que presentara pruebas de un ataque planeado en esa fecha.
“Creo que se habla demasiado de una guerra a gran escala por parte de Rusia, e incluso se nombran fechas. El mejor amigo de nuestros enemigos es el pánico en nuestro país, y toda esta información solo genera pánico, no nos ayuda”, declaró Zelensky.
“Deberíamos estar preparados cualquier día. Entendemos los riesgos, entendemos que existen. Si usted o cualquier otra persona tiene información adicional sobre una inminente invasión de Rusia a partir del día 16, por favor, dénosla”.