Tribunal dictamina que Francia no respetó su objetivo de cambio climático
El cabildeo de Macron para la acción climática global no está respaldado por suficientes medidas nacionales, dicen grupos ambientalistas
Un tribunal dictaminó el miércoles que el estado francés no tomó las medidas necesarias para combatir el cambio climático en un caso presentado por un grupo de organizaciones no gubernamentales.
En su fallo, el tribunal administrativo de París reconoció el daño ecológico vinculado al cambio climático y responsabilizó al Estado francés por no cumplir plenamente sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero.
El presidente Emmanuel Macron, quien ha expresado su apoyo a la acción contra el cambio climático, presionó en diciembre para reforzar los objetivos de la Unión Europea para 2030 para reducir los gases de efecto invernadero en al menos un 55% en comparación con los niveles de 1990, por encima del objetivo anterior del 40%.
Pero Oxfam France, Greenpeace France y otras dos organizaciones dicen que el cabildeo de Macron para la acción climática global no está respaldado por suficientes medidas nacionales para frenar las emisiones atribuidas al calentamiento global.
Francia está incumpliendo sus objetivos nacionales que se establecieron en el Acuerdo de París de 2015 para frenar el cambio climático, y el país ha retrasado la mayoría de sus esfuerzos hasta después de 2020.
El tribunal dictaminó que existía un vínculo entre el daño ecológico y las deficiencias del Estado en el respeto de sus propios objetivos. Decidió que otorgar dinero no era apropiado en este caso. En cambio, las reparaciones deben centrarse en corregir el incumplimiento de los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero.
Las cuatro ONG que llevaron el caso calificaron la decisión como "una primera victoria histórica para el clima", así como una "victoria para la verdad", y dijeron que hasta ahora Francia ha negado la "insuficiencia de sus políticas climáticas".
El tribunal se concedió dos meses para decidir las medidas para reparar el problema y evitar que empeorara. Sin embargo, pidió al Estado francés que pagara a cada una de las cuatro organizaciones que interpusieron la acción un euro simbólico, una práctica común en Francia.