Supuesto ataque con drones al Kremlin inquieta a Rusia
Un cúmulo de preguntas surge tras la aseveración de Rusia de que dos drones ucranianos llegaron al mismísimo corazón de Moscú al amparo de la oscuridad y alcanzaron el Kremlin antes de que los derribaran en el último momento
A decir de las autoridades rusas, dos drones ucranianos llegaron al mismísimo corazón de Moscú el amparo de la oscuridad y alcanzaron al Kremlin antes de que los derribaran en el último momento.
Hay muchas preguntas sobre tal aseveración.
¿Por qué el Kremlin anunció el presunto incidente unas 12 horas después de sucedido? ¿Por qué no circularon reportes sobre las explosiones antes del anuncio en las aplicaciones de mensajería que continúan funcionando perfectamente a pesar de la represión rusa a la prensa y a las críticas a la guerra en Ucrania? ¿Por qué los videos de los supuestos ataques no fueron difundidos sino hasta después del anuncio? ¿Por qué las imágenes no están verificadas?
Un ataque con drones contra el Kremlin sería la penetración más grave del espacio aéreo ruso desde que el adolescente alemán Matthias Rust aterrizó con su avioneta monomotor en las afueras de la Plaza Roja en 1987. Al anunciar el ataque —incluso si es un montaje— Rusia se arriesga a socavar la confianza de sus ciudadanos hacia sus frecuentes afirmaciones de superioridad militar.
Por si no fuera suficiente humillación, el incidente sucedió cuando falta menos de una semana para el Día de la Victoria, la máxima efeméride militar en Rusia. En algunos videos del supuesto ataque, se alcanzan a ver las gradas y la tribuna decoradas para el desfile militar en la Plaza Roja.
Para el presidente Vladimir Putin, la confesión de que drones ucranianos llegaron hasta el Kremlin podría justificar una brutal intensificación de ataques contra Ucrania. Funcionarios rusos insisten en que las fuerzas armadas están atacando únicamente objetivos militares, pese a repetidas pruebas de lo contrario.
Ya se habla de una severa represalia, incluso de amenazas dirigidas específicamente contra el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, quien niega haber atacado al Kremlin.
“Después del acto terrorista de hoy, no hay más variable que la eliminación física de Zelenskyy y su camarilla”, dijo el expresidente y actual vicepresidente del consejo de seguridad de Rusia Dmitry Medvedev.
El presidente de la cámara baja del parlamento, Vyacheslav Volodin, comparó al gobierno de Ucrania con el grupo terrorista Estado Islámico y señaló que exigirá “el uso de armas capaces de destruirlo”.
La doctrina nuclear de Rusia contempla que el país puede utilizar armas atómicas en caso de un ataque nuclear o si enfrenta un ataque con armas convencionales que amenacen “la existencia misma” del Estado ruso. Occidente ha acusado a Putin de baladronear sobre el posible uso de armas nucleares durante la guerra de Ucrania.
Pero Phillips O’Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St. Andrews, restó importancia a esa posibilidad como resultado del supuesto ataque contra el Kremlin.
“No vas a decir: ‘Ahora que hubo un ataque con un dron pequeño, ya podemos irnos con todo a lo nuclear’”, manifestó.
El comentarista Abbas Gallyamov, un exredactor de discursos de Putin que ha huido del país, también expresó dudas.
“Si drones enemigos alcanzan el Kremlin significa que cualquier otro objeto en la parte europea de Rusia es vulnerable en general”, agregó. “Por ende no creo que esto haya sido una provocación concebida por el Kremlin para influir en la opinión pública”.
Si Ucrania efectuó en verdad el ataque, “hay que considerarlo un golpe dramático, una muestra de capacidad y una declaración de intenciones: No crean que Moscú está a salvo”, señaló Mark Galeotti, analista militar y de seguridad ruso en el University College, en Londres.
Menos claro, dijo Galeotti en Twitter, “es si crispó los nervios de los rusos o si los puso furiosos”.
Los nervios de los rusos ya han sido crispados por otros ataques —sean presumiblemente obra de Ucrania o de opositores internos_, los cuales han aumentado de manera considerable en las últimas semanas.
Dos trenes cargueros se descarrilaron esta semana debido al estallido de bombas en la región de Bryansk, que colinda con Ucrania. De manera notable, las autoridades de la región no responsabilizaron a Ucrania, lo que podría ser un intento de minimizar la capacidad de Ucrania para realizar sabotajes.
Sin embargo, las autoridades de Bryansk dijeron en marzo que dos personas fueron abatidas a tiros cuando presuntos saboteadores ucranianos penetraron la región. Bryansk también ha sufrido cañoneos transfronterizos esporádicos, uno de los cuales causó la muerte de cuatro personas en abril.
Según reportes de prensa, drones ucranianos han logrado incursiones profundas en Rusia en diversas ocasiones. En diciembre, Rusia aseveró que derribó drones en aeródromos en las regiones de Sarátov y Riazán. Tres soldados murieron en el ataque en Sarátov contra un importante aeródromo militar.
Antes de eso, Rusia informó que derribó un dron ucraniano dirigido contra la sede de su flota en el mar Negro en Sevastopol, en Crimea, un territorio anexionado por Rusia.