Rusia niega tener un plan para desestabilizar Moldavia
Rusia rechaza las afirmaciones de la presidenta de Moldavia sobre un supuesto plan de Moscú para derrocar a su gobierno y acusa a las autoridades moldavas de tratar de distraer la atención pública de los problemas internos del país
Rusia rechazó tajantemente el martes las afirmaciones de la presidenta de Moldavia sobre un supuesto plan de Moscú para derrocar a su gobierno y acusó a las autoridades moldavas de tratar de distraer la atención pública de los problemas internos del país.
La presidenta moldava, Maia Sandu, dijo el lunes que la supuesta trama rusa contemplaba ataques a edificios gubernamentales, tomas de rehenes y otras acciones violentas por parte de grupos de saboteadores con el fin de poner a la nación “a disposición de Rusia” y hacer fracasar sus esperanzas de ingresar a la Unión Europea.
En su respuesta el martes, la vocera del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, calificó las afirmaciones de Sandu como “absolutamente infundadas”.
“Están construidas siguiendo las técnicas clásicas que suelen utilizar Estados Unidos, otros países occidentales y Ucrania", apuntó Zajárova. “Primero, se hacen acusaciones con referencias a supuesta información clasificada que no se puede verificar y después se usan para justificar sus propias acciones ilegales”.
La afirmación de Sandu se produjo una semana después de que el presidente de la vecina Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, afirmó que Kiev interceptó planes de los servicios secretos rusos para destruir Moldavia. Funcionarios de inteligencia moldavos confirmaron más tarde las acusaciones.
Zajárova acusó a las autoridades ucranianas de inventar las afirmaciones sobre el supuesto plan ruso para desestabilizar su país con el fin de arrastrarlo a un enfrentamiento con Rusia. Además, alegó que las autoridades moldavas emplearon “el mito sobre una amenaza rusa para distraer la atención de los ciudadanos moldavos de los problemas internos derivados del desastroso curso socioeconómico del gobierno actual y para reforzar la lucha contra la disidencia y los oponentes políticos”.
La portavoz insistió en que Rusia no supone una amenaza para Moldavia y espera desarrollar una cooperación que beneficie a las dos partes.
Desde que las tropas rusas invadieron Ucrania hace casi un año, Moldavia, una exrepública soviética con alrededor de 2,6 millones de habitantes, ha tratado de estrechar lazos con sus socios occidentales. El pasado junio, la Unión Europea le concedió el estatus de candidato a entrar al bloque, en el mismo día que a Ucrania.
La agencia nacional de inteligencia de Moldavia advirtió en diciembre que Rusia podría lanzar una nueva ofensiva este año con el objetivo de crear un corredor terrestre a través del sur de Ucrania hacia la región secesionista de Transnistria, que cuenta con el respaldo de Moscú.
Transnistria se separó tras una guerra civil en 1992, pero no está reconocida por la mayoría de los países. Tiene una extensión de unos 400 kilómetros (250 millas) desde la orilla este del río Dniéster hasta la frontera con Ucrania. Rusia tiene un contingente de alrededor de 1.500 soldados allí que actúan como “fuerzas de paz”.