¿Qué es lo que está en juego para la región de Nagorno Karabaj en las próximas conversaciones?

Jim Heintz
Miércoles, 20 de septiembre de 2023 22:58 EDT
AP EXPLICA-AZERBAIYÁN-ARMENIA
AP EXPLICA-AZERBAIYÁN-ARMENIA (AP)

El anuncio de un cese del fuego en Nagorno Karabaj, apenas un día después de que Azerbaiyán lanzó intensos disparos de artillería contra las fuerzas armenias, apaciguó los temores de que se desate una tercera guerra en gran escala por la región del sur de la cordillera del Cáucaso.

Pero aún deja preguntas significativas sin responder en torno al conflicto.

Bajo el acuerdo en el que los cuerpos de paz rusos fungieron de intermediarios, las autoridades separatistas de Nagorno Karabaj hicieron concesiones sustanciales: desmovilizar a las fuerzas de defensa de la región y retirar al contingente militar armenio. Pero la cuestión del estatus final de Nagorno Karabaj sigue abierta y estará en el centro de las conversaciones entre ambas partes que comenzarán el jueves.

Las emociones y el orgullo étnico son intensos tanto en el bando azerí como en el armenio, y ninguno de los dos ha mostrado una inclinación a alcanzar una solución negociada en las tres décadas previas de conflicto, en las que murieron decenas de miles de soldados y cientos de miles de civiles se vieron obligados a desplazarse.

¿QUÉ ES ESTA REGIÓN?

Nagorno Karabaj, con una población de unos 120.000 habitantes, es una región montañosa dentro de las fronteras de Azerbaiyán que ha sido un punto álgido desde el colapso de la Unión Soviética.

La región y territorios circundantes considerables quedaron bajo el control de milicias de la etnia armenia respaldadas por las fuerzas armadas armenias al concluir una guerra separatista en 1994. Pero Azerbaiyán recuperó los territorios y partes de Nagorno Karabaj mismo tras seis semanas de combates en 2020. A nivel internacional, el área es reconocida como parte de Azerbaiyán.

El último conflicto concluyó con un acuerdo para emplazar a unos 2.000 elementos de los cuerpos de paz rusos allí, pero las tensiones se han incrementado enormemente desde diciembre, cuando Azerbaiyán comenzó a bloquear el corredor de Lachín, el camino que conecta propiamente a Nagorno Karabaj con Armenia.

El martes, tras alegar que cuatro soldados y dos civiles murieron a consecuencia de minas colocadas por los armenios, Azerbaiyán lanzó intenso fuego de artillería del que dijo era una “operación antiterrorismo”. Indicó que los ataques continuarían hasta que las fuerzas armenias depusieran sus armas y el gobierno de Nagorno Karabaj se disolviera.

El miércoles, autoridades de Azerbaiyán y de Nagorno Karabaj dijeron que se había alcanzado un cese del fuego con mediación rusa que incluía las exigencias militares, pero señalaron que aún se iba a conversar sobre la “reintegración” de la región.

¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ EN JUEGO EN LAS CONVERSACIONES?

Nagorno Karabaj tiene una fuerte resonancia cultural tanto para los armenios —cristianos en su gran mayoría— como para los azeríes, musulmanes en su mayor parte, con un tesoro de monasterios, mezquitas y otros sitios religiosos. Los armenios en Azerbaiyán han sido víctimas de pogromos, mientras que los azeríes alegan ser víctimas de discriminación y violencia a manos de los armenios.

A la luz de esa historia, es improbable que las autoridades regionales de la etnia armenia accedan a disolverse sin que Azerbaiyán ofrezca garantías de seguridad firmes y vinculantes. Podrían procurar obtener una forma de autonomía limitada dentro del país, aunque eso podría ser similar al estatus que tenía Nagorno Karabaj cuando pertenecía a la Unión Soviética, antes de que se desatara la violencia en la región al desaparecer la URSS en 1991.

Incluso mientras Nagorno Karabaj sufría grave escasez de alimentos debido al bloqueo del camino que conduce a Armenia, las autoridades locales se resistieron a las propuestas para que se les enviaran cargamentos desde Azerbaiyán, considerándolas una estrategia por parte del gobierno de Bakú para absorber a la región.

¿QUÉ ALIADOS TIENEN AMBOS PAÍSES?

Turquía fue el primer país en reconocer la independencia de Azerbaiyán tras el colapso de la Unión Soviética. A lo largo de las décadas de conflicto ha sido un firme aliado de los azeríes.

Turquía y Azerbaiyán comparten vínculos culturales, lingüísticos y étnicos, englobados en la consigna “Una nación, dos Estados” utilizada el martes por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante su discurso en las Naciones Unidas.

El mandatario azerí Ilham Aliyev visita frecuentemente Turquía y se dice que tiene una amistad cercana con Erdogan. Drones armados proporcionados por Ankara desempeñaron un papel importante en la victoria de Bakú en 2020.

Ambas naciones gozan de robustas relaciones económicas, en las que Turquía es el principal conducto para las exportaciones de gas y petróleo de Azerbaiyán, y firmas turcas de la construcción están fuertemente involucradas en proyectos azeríes. Sus profundos vínculos militares han crecido desde la guerra de 2020.

El comercio entre Azerbaiyán y Rusia ha estado aumentando, y Moscú es un importante proveedor de armas al país.

Armenia es aliado de los rusos desde hace tiempo —ambos países comparten raíces cristianas—, y es sede de una base militar rusa. Las dos naciones son integrantes de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, un bloque de seis países exsoviéticos encabezado por el Kremlin.

Pero sus relaciones se han deteriorado notablemente durante el último año. Armenia criticó duramente a los cuerpos de paz rusos por no intervenir para impedir el bloqueo del corredor de Lachín, e hizo enfurecer a Moscú al negarse a permitir ejercicios militares de la OTSC en su territorio y en lugar de ello efectuar ejercicios conjuntos este mes con fuerzas estadounidenses.

A Rusia también le molestó el hecho de que Armenia proporcionara ayuda humanitaria a Ucrania desde la invasión por parte de Moscú en 2022.

¿CUÁLES SON LAS POSIBLES CONSECUENCIAS?

La aceptación del primer ministro armenio Nikol Pashinián al acuerdo mediado por Rusia para poner fin a los combates de 2020 fue una medida ampliamente criticada en Armenia. Los críticos lo acusaron de traición y se desataron enormes manifestaciones para exigir su renuncia.

Las nuevas hostilidades y la rápida capitulación de Nagorno Karabaj a algunas de las exigencias de Azerbaiyán probablemente provocarán una nueva oleada de rechazo popular en Armenia.

Pashinián está al tanto del posible arrastre de ese tipo de protestas, en particular cuando él mismo llegó al cargo después de una serie de manifestaciones multitudinarias en 2018.

Azerbaiyán podría aprovechar el fin de los combates para consolidar su control sobre el territorio que volvió a su poder luego de la guerra de 2020.

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Andrew Wilks en Estambul contribuyó a este despacho.

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