Jefe de Grupo Wagner está “muerto o en prisión” tras reunión con Putin, sospecha excomandante de EEUU
El Kremlin afirma que el jefe militar Prigozhin se reunió con el presidente después de una rebelión fallida, pero Robert Abrams, un general estadounidense retirado, tiene dudas de que alguna vez veamos pruebas de las conversaciones
Existe la posibilidad de que el principal mercenario de Rusia, Yevgeny Prigozhin, haya sido asesinado después de liderar una rebelión fallida contra el régimen del Kremlin, sugirió un ex alto líder militar estadounidense.
Prigozhin, el jefe del Grupo Wagner, ordenó a sus soldados que marcharan hacia Moscú el mes pasado en medio de una disputa en curso con los altos mandos militares de Rusia sobre su estrategia en la guerra de Ucrania.
Cuando se le preguntó si pensaba que el líder militar estaba vivo, Robert Abrams, un general retirado estadounidense, le dijo a ABC News: “En lo personal, no creo que lo esté, y si lo está, se encuentra en una prisión en alguna parte”.
El Kremlin afirmó que el presidente Vladimir Putin se reunió con Prigozhin cinco días después de que este último retirara sus tropas.
Pero Prigozhin ya no ha sido visto en público y el general Abrams puso en duda si la reunión realmente se llevó a cabo.
“Me sorprendería si vemos una prueba de vida de que Putin se reunió con Prigozhin, y creo que sería un gran montaje”, exclamó.
La medida de Prigozhin, considerado por algunos en Rusia como un posible sucesor de Putin, sumió al país en un colapso temporal.
El 24 de junio, Prigozhin afirmó haber tomado el control de todos los sitios militares de Rusia en la ciudad sureña de Rostov del Don y exigió que los líderes militares acudieran a él después de acusarlos de matar a sus fuerzas con un ataque con cohetes en la línea del frente.
Juró tomar “venganza” por las muertes y para “detener el mal que trae la dirección militar de este país” en una extraordinaria serie de clips de audio publicados la noche anterior.
Imágenes y vídeos que circulan en las redes sociales muestran a hombres armados en las calles de Rostov, bordeando a pie el cuartel general de la policía regional de la ciudad, así como tanques colocados frente al cuartel general del Distrito Militar del Sur, el cual fue clave para la invasión rusa de Ucrania.
El motín desencadenó una gran respuesta de seguridad en Moscú, donde se implementaron medidas antiterroristas y controles adicionales en las carreteras, con imágenes no confirmadas que mostraban vehículos militares en las calles.
Mientras tanto, el FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia) abrió una causa penal por motín armado contra Prigozhin y acusó que sus declaraciones y acciones constituían “llamadas al inicio de un conflicto civil armado en el territorio de la Federación Rusa”.
Prigozhin luego canceló la rebelión, diciendo que quería evitar el “derramamiento de sangre” y posteriormente retiraron los cargos en su contra.
Putin admitió en un discurso ante el personal militar en Moscú que se había evitado por poco una guerra civil y algunos analistas sugirieron que su autoridad se había visto gravemente dañada por la disputa pública entre Wagner y el Kremlin.
El Kremlin sugirió que exiliarían a Prigozhin a Bielorrusia como castigo, pero su paradero desde la fallida rebelión sigue siendo un misterio. Según los informes, a sus compañeros mercenarios involucrados en la rebelión también se les permitió irse a Bielorrusia.
Pero ni Rusia ni Bielorrusia han confirmado dónde está Prigozhin. Belaruski Hajun, un proyecto independiente de monitoreo militar bielorruso, dijo que un avión comercial que Prigozhin supuestamente usa, aterrizó cerca de Minsk en la mañana del 27 de junio.
El miércoles de esta semana, el Ministerio de Desafío de Rusia dijo que el Grupo Wagner estaba completando la entrega de sus armas al ejército.
El desarme de Wagner refleja los esfuerzos de las autoridades por desactivar la amenaza que representaba y también parece presagiar el fin de las operaciones del grupo mercenario en el campo de batalla en Ucrania.
Traducción de Michelle Padilla