Premier estonia partidaria de Ucrania es reelegida

El Partido de la Reforma al que pertenece la primera ministra Kaja Kallas, una de las simpatizantes más abiertas de Ucrania en Europa, ganó por abrumadora mayoría las elecciones generales de Estonia, mientras que un partido de extrema derecha perdió escaños en una votación centrada en la seguridad y la economía del país báltico.

Los resultados preliminares de un recuento de votos completo mostraron que el Partido de la Reforma, el socio principal en el gobierno saliente integrado por una coalición de tres partidos, recibió el 31,2% de los votos, la mayor participación en las elecciones del domingo.

Esto se traduce en 37 asientos en el Parlamento estonio de 101 escaños, llamado Riigikogu, un incremento de tres escaños desde las elecciones de 2019.

“Este resultado, que aún no es definitivo, nos dará un mandato sólido para formar un buen gobierno”, dijo Kallas a sus compañeros de partido y a sus jubilosos seguidores en un hotel de la capital, Tallin.

Kallas, primera ministra desde 2021, se enfrentaba al desafío del partido de extrema derecha EKRE, que busca limitar la exposición de la nación báltica a la guerra de Rusia en Ucrania, y culpa al gobierno actual de la alta tasa de inflación de Estonia.

El EKRE quedó segundo con el 16,1% de los votos y 17 escaños en la legislatura, lo que supone una disminución de dos escaños respecto a hace cuatro años. El Partido del Centro, tradicionalmente favorecido por la considerable minoría étnica rusa de Estonia, fue tercero con el 15,3% de los votos.

Más de 900.000 personas eran elegibles para sufragar.

La mayor sorpresa de las elecciones fue la aparición del Eesti 200, un pequeño partido liberal centrista, que obtuvo 14 escaños y el 13,3% de los votos.

“Creo que con un mandato tan sólido, (la ayuda a Ucrania) no cambiará porque otros partidos, excepto el EKRE y quizá el del Centro, han elegido la misma línea”, dijo Kallas.

Se refería a la ayuda sustancial que Estonia le ha proporcionado a Ucrania el año pasado. Además de armas, el país báltico le ha dado a Kiev asistencia humanitaria sustancial y ha recibido a más de 60.000 refugiados ucranianos.