Líderes de Defensa abordan discordia sobre tanques para Kiev
Los altos funcionarios de Defensa reunidos en la Base Aérea Ramstein en Alemania escuchan una apasionada petición de más ayuda del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, mientras tratan de resolver las discrepancias sobre quién enviará tanques de combate y otros suministros militares al asediado país
Los altos funcionarios de Defensa reunidos el viernes en la Base Aérea Ramstein en Alemania escucharon una apasionada petición de más ayuda del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, mientras trataban de resolver las discrepancias existentes sobre quién proporcionará tanques de combate y otros suministros militares al asediado país.
“Este es un momento crucial. Rusia se está reagrupando, está reclutando y está intentando reequiparse”, advirtió el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, al inicio de la reunión.
Zelenskyy, que intervino en directo por videoconferencia, señaló que el “terror no admite discursión" y que “la guerra que inició Rusia no permite demoras”.
Afirmando que este es un momento decisivo para Ucrania y una “década decisiva para el mundo”, Austin apuntó que la presencia del grupo de aliados en Alemania demostraba su unidad y compromiso de seguir apoyando a Kiev.
“Tenemos que mantener nuestro impulso y nuestra determinación. Tenemos que ir aún más allá", dijo el funcionario estadounidense a los 50 líderes de defensa presentes, presencialmente u online, en la cumbre.
Se espera que Austin y el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, discutan el último paquete masivo de ayuda de Washington, valorado en 2.500 millones de dólares y que por primera vez incluye vehículos blindados Stryker.
Pero las reticencias acerca del envío de carros de combate a Ucrania han sacudido a la coalición. Alemania enfrenta una presión cada vez mayor para suministrar tanques Leopard 2 a Kiev, o al menos para despejar el camino a que otras naciones como Polonia manden los vehículos de fabricación alemana de su propio arsenal.
Estados Unidos también se ha negado, al menos hasta ahora, a enviar tanques M1 Abrams alegando su complejo mantenimiento y los desafíos logísticos que supone este vehículo de última tecnología. Washington cree que sería más productivo proporcionar los Leopard dado que muchos aliados disponen de ellos y las tropas ucranianas solo tendrían que formarse en ese modelo, en lugar de necesitar más entrenamiento para manejar los Abrams.
Gran Bretaña anunció la semana pasada que mandará tanques Challenger 2 y calificó su decisión como la evolución natural de la ayuda militar a Ucrania.
La nueva ayuda estadounidense incluye ocho sistemas de defensa antiaérea Avenger, 350 Humvees, 53 vehículos antiminas y antiemboscadas (MRAP, por sus siglas en inglés), más de 100.000 cartuchos de munición de artillería y proyectiles, y misiles para HIMARS, el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, según anunció el Pentágono el jueves.
El nuevo ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, que asumió el cargo apenas una hora antes de reunirse con Austin el jueves, es uno de los asistentes a la cumbre en Ramstein. En relación a la polémica con los tanques, dijo en declaraciones a la televisora ARD que estaba “bastante seguro de que tomaremos una decisión al respecto en los próximos días, pero hoy no puedo decirles todavía cómo será”.
Casi 11 meses después de que Rusia invadiese su país, Zelenskyy ha expresado su frustración por no obtener armamento suficiente por parte de los aliados occidentales.
La llegada de las nuevas armas, tanques y vehículos blindados se produce mientras Ucrania libra intensos combates en torno a Bajmut y la cercana ciudad salinera de Soledar, en el este del país. Se espera que el conflicto se intensifique en primavera.
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Copp informó desde Washington.