¿Cómo afectará a la guerra la ausencia de fondos para Ucrania en la iniciativa de gastos de EEUU?
Ucrania no tuvo muchas razones para celebrar cuando los legisladores de Estados Unidos aprobaron el sábado una iniciativa de gastos que evitó un cierre del gobierno federal. La medida no incluyó los 6.000 millones de dólares en asistencia militar que Kiev dijo que necesitaba con urgencia.
Ahora el Pentágono, la Casa Blanca y aliados europeos exhortan al Congreso a reconsiderar su postura lo más pronto posible. Advierten que si Estados Unidos deja de enviar municiones, repuestos y defensas antiaéreas, Ucrania estará en riesgo de perder terreno en su contraofensiva para hacer que las fuerzas rusas se replieguen. Argumentan que si no se detiene a la invasión rusa a territorio ucraniano, otros países —incluidos algunos aliados de la OTAN— podrían estar en peligro.
El estancamiento ocurre mientras altos mandos del Pentágono se preparan para reunirse con aliados la próxima semana en Bruselas, donde Ucrania posiblemente sea uno de los temas centrales.
A continuación, un vistazo a lo que Estados Unidos ha proporcionado hasta el momento y lo que está en juego.
LA ASISTENCIA HASTA EL MOMENTO
Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala sobre Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos ha proporcionado 43.900 millones de dólares en armamento, incluidos sistemas de alta gama como baterías antiaéreas Patriot y tanques Abrams; casi 200 sistemas de obuses de 155 mm y más de 2 millones de proyectiles de 155 mm, además de unas 300 millones de municiones para armas cortas y granadas.
Pero Kiev necesita más. La intensidad del conflicto en tierra ha significado que, incluso con esas cifras exorbitantes y apoyo adicional de los aliados europeos, Ucrania necesite de infusiones regulares de ayuda para mantener a sus fuerzas a medida que la guerra se prolonga durante meses, y posiblemente años.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy visitó Estados Unidos el mes pasado para cabildear al Congreso con el fin de que envíe más ayuda.
LAS CRÍTICAS
La falta de avances en la contraofensiva ucraniana para replegar a las fuerzas rusas ha abierto una puerta que permite que algunos miembros del Congreso se pregunten por qué Estados Unidos debería seguir mandando dinero.
Un flanco de republicanos de línea dura, encabezados por el expresidente Donald Trump — favorito en los sondeos del Partido Republicano rumbo a la nominación presidencial para 2024 — se opone cada vez más al envío de fondos adicionales al extranjero. Dicha facción fue crucial para eliminar la asistencia a Ucrania de la iniciativa de gastos por 45 días, aprobada el sábado a última hora para evitar el cierre de gobierno. De igual forma, algunos aliados europeos, incluida Polonia, han comenzado a retirar su apoyo a la guerra, argumentando la necesidad de darle prioridad a sus propias defensas.
El domingo, después de que se aprobó la iniciativa temporal de gastos, el presidente Joe Biden advirtió que los recortes podrían afectar a Ucrania en un momento crucial. “Bajo ninguna circunstancia podemos permitir que se interrumpa el apoyo de Estados Unidos a Ucrania”, declaró el mandatario, y exhortó al Congreso a negociar un paquete de asistencia lo más pronto posible,
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
Estados Unidos aún tiene unos 5.400 millones de dólares disponibles que puede utilizar para retirar armas de su arsenal con el fin de enviarlas a Ucrania, lo cual debería ser suficiente a corto plazo basándose en la tasa de uso actual, dijo John Hardie, director adjunto del programa sobre Rusia en la Fundación para la Defensa de las Democracias.
Sin embargo, si la ayuda no continúa fluyendo, no pasará mucho tiempo antes de que la resistencia ucraniana comience a debilitarse, señaló Mark Cancian, alto asesor en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Si no hay dinero adicional, van a empezar a resentirlo para el Día de Acción de Gracias”, declaró. Este año ese feriado cae el 23 de noviembre.
La falta de fondos en este momento también afecta los combates de la próxima primavera, y podría tener un efecto agravante, dijo Hardie. La planeación de una contraofensiva de primavera debería estar empezando ya, “y eso empeora con cada semana que pase”, puntualizó.
El máximo funcionario en materia financiera del Pentágono, el contralor Michael McCord, advirtió el lunes al Congreso que reducir los fondos para Ucrania también afecta a las fuerzas armadas de Estados Unidos, ya que se están agotando los recursos militares para reabastecer los sistemas de armas que se han proporcionado.
Si las críticas a la asistencia estadounidense para Kiev “son un indicador de lo que vendrá, yo diría que Ucrania se encuentra en problemas, al igual que Estados Unidos”, dijo John Herbst, exembajador estadounidense en Ucrania y director sénior del Atlantic Council, un centro estadounidense de investigación.
Dijo que el Kremlin tiene todo que ganar si Washington reduce su apoyo, y que a Estados Unidos le saldría mucho más caro a largo plazo si Moscú asume el control de Ucrania, lo que obligaría al gobierno estadounidense a incrementar todavía más su presencia militar en los países de la OTAN que colindan con Rusia.
Herbst piensa que estas críticas a la asistencia para Ucrania podrían ser “cosa de una sola vez”. Dado el apoyo a Kiev entre muchos legisladores republicanos, el rechazo de esa pequeña fracción de republicanos de línea dura “antagonizó a muchas personas, incluidas muchas dentro de su propio partido. Así que esta podría ser una victoria pírrica para ellos”, y se podrían restituir los fondos en una próxima iniciativa. Horas después de que se aprobó la medida provisional de gastos, los líderes de ambos partidos enfatizaron la necesidad de mantener el apoyo a Ucrania.
RESPALDO INTERNACIONAL
Una de las principales preguntas en caso de que Estados Unidos reduzca o ponga fin a su apoyo a Ucrania es si otros aliados seguirán sus pasos.
Estados Unidos supera por mucho a todos los otros donantes individuales, pero otras naciones también han enviado grandes sumas de dinero y armas. La Unión Europea se dispone a enviar unos 40.300 millones de dólares en asistencia, incluidos más de 17.000 millones tan sólo por parte de Alemania y 5.600 millones a través de instituciones de la UE, según el Rastreador del Apoyo para Ucrania del Instituto Kiel para la Economía Mundial.
Otros grandes contribuyentes incluyen a Dinamarca con 3.500 millones de dólares, Polonia con 3.000 y Holanda con 2.500.
Algunas de las principales potencias militares del bloque sólo están contribuyendo pequeñas porciones: Francia —la segunda mayor economía de la UE y considerada, junto con Gran Bretaña, como la mayor potencia militar de Europa occidental— se ha comprometido a enviar 530 millones de dólares, mientras que Italia ha enviado unos 691 millones, según el rastreador.
Incluso Lituania, un país mucho más pequeño, ha aportado más dinero: 744 millones de dólares.
Gran Bretaña, que ya no pertenece a la UE, ha destinado casi 6.600 millones de dólares en asistencia militar para Ucrania. Noruega, que tampoco forma parte del bloque, ha comprometido casi 3.900 millones.
Los otros países también han ido más allá que Estados Unidos en términos de equipo militar específico. Fue gracias a la presión de Polonia y Gran Bretaña, integrantes de la OTAN, que Alemania y, a la larga Washington, enviaron tanques de última tecnología, mientras que Dinamarca y Holanda formaron una coalición de adiestramiento que dio origen al envío de cazas F-16 a Ucrania.
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Jamey Keaten contribuyó a este despacho desde Ginebra.