Canadá y Holanda acusan a Siria de torturas generalizadas ante la Corte Mundial
Siria boicoteó el martes una vista ante el máximo tribunal de Naciones Unidas en la que Holanda y Canadá acusaron a Damasco de una mantener durante años una campaña “institucionalizada” de torturas contra su propio pueblo
La vista giraba en torno a la solicitud de Holanda y Canadá de que los jueces impongan a Siria una orden, conocida como medidas provisionales, para que detenga de inmediato las torturas en un intento de proteger a las posibles víctimas mientras avanza el caso en la corte.
“Cada día cuenta”, dijo René Lefeber, abogado del gobierno holandés.
“La práctica persistente y recurrente de las torturas en Siria sólo sirve para subrayar las amenazas manifiestas para la vida y la integridad física y psicológica”, dijo Lefeber.
El conflicto en Siria comenzó en marzo de 2011 con protestas pacíficas contra el gobierno del presidente, Bashar Assad, pero no tardó en convertirse en una guerra civil abierta tras la brutal represión de los manifestantes. El conflicto se inclinó a favor de Assad y contra los grupos rebeldes en 2015, cuando Siria recibió un apoyo militar clave de Rusia, que se sumaba a la asistencia de Irán y el grupo miliciano libanés Hezbollah.
La abogada del gobierno canadiense Teresa Crokett recalcó la urgencia de su petición y dijo que “Siria ha cometido torturas de forma sistemática y sometido a la población a otras formas de maltrato de forma masiva. Desde 2011, decenas de miles han muerto bajo custodia siria”.
“Si no se ponen límites, Siria continuará con sus violaciones”, añadió.
Cuando comenzó la sesión en el Gran Salón de Justicia, el tribunal de 15 jueces se sentaba ante una hilera de asientos blancos vacíos reservados para la delegación siria.
“La corte lamenta la no comparecencia de la República Árabe Siria”, indicó la presidenta de la corte, Joan E. Donoghue.
Un grupo de sirios se reunió ante la corte antes de la vista con fotografías de personas que describieron como víctimas de torturas y desaparición forzosa, y alzaron carteles con los mensajes "¡Acaben ya con la tortura!" y “¿Dónde están?”.
Las órdenes de la corte son legalmente vinculantes, pero no siempre se ven acatadas por los países implicados. El año pasado, los jueces emitieron una orden similar en otro caso que pedía a Moscú que detuviera las hostilidades en Ucrania.
Canadá y Holanda acusan al gobierno de Assad de infringir la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y alegan que el mecanismo de resolución de conflictos de la convención da jurisdicción a la corte con sede en La Haya para instruir el caso.
La guerra en Siria ha dejado por ahora medio millón de muertos, cientos de miles de heridos y destrucción en muchas partes del país. También ha desplazado a la mitad de los 23 millones de habitantes que tenía Siria antes de la guerra, incluidos más de 5 millones que son refugiados fuera de Siria.