Justin Trudeau, “decepcionado” por la cancelación del oleoducto Keystone XL
La revocación de los permisos fue una de las primeras acciones del nuevo presidente tras la Inauguración Presidencial
El primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que está "decepcionado" por la decisión de Joe Biden de cancelar el oleoducto Keystone XL.
El presidente hizo de la revocación de los permisos para el controvertido proyecto energético por orden ejecutiva una de sus primeras acciones en la Casa Blanca.
Trudeau expresó su frustración por la cancelación del oleoducto, según una lectura de la primera llamada del presidente con un líder extranjero.
El primer ministro "expresó la decepción de Canadá con la decisión de Estados Unidos sobre el oleoducto Keystone XL", decía la lectura.
"Trudeau subrayó los importantes beneficios económicos y de seguridad energética de nuestra relación energética bilateral, así como su apoyo a los trabajadores de la energía".
“El primer ministro y el presidente reiteraron la urgente necesidad de una acción ambiciosa sobre el cambio climático, reafirmaron su compromiso con el Acuerdo Climático de París y acordaron trabajar juntos en emisiones netas cero, vehículos de cero emisiones, transmisión transfronteriza de electricidad limpia y Ártico".
Trudeau ha sido un firme partidario del plan de 8 mil millones de dólares para transportar alrededor de 830 mil barriles de petróleo crudo al día desde Canadá a Nebraska.
“Ningún país encontraría 173 mil millones de barriles de petróleo en el suelo y simplemente los dejaría allí. Se desarrollará el recurso. Nuestro trabajo es garantizar que esto se haga de manera responsable, segura y sostenible”, dijo en 2017.
Barack Obama había rechazado el oleoducto, pero se le dio luz verde bajo la administración Trump, a pesar de las objeciones de los ambientalistas y las comunidades nativas estadounidenses.
La administración de Biden indicó que la derogación de los permisos del oleoducto se encuentra entre "el primer paso crítico para abordar la crisis climática, crear buenos empleos sindicales y promover la justicia ambiental, mientras se revierten las políticas dañinas de la administración anterior".
El gobierno federal de Estados Unidos fue demandado el año pasado por dos comunidades de nativos americanos en medio de reclamos de que no se les consultó sobre el oleoducto que cruza las tierras tribales.