Jessica Chastain y Peter Sarsgaard reflexionan sobre las incógnitas de “Memory”
Cuando Jessica Chastain leyó por primera vez el guion de “Memory”, quedó impactada por la avalancha de preguntas sin resolver que daban vueltas en su cabeza sobre cuestiones relacionadas con el amor, el sexo y el consentimiento, que podrían ser la antítesis de lo que algunas audiencias esperan de una película.
“A veces pienso que las películas pueden verse como sermones sobre la forma correcta de ser”, dice.
Pero la galardonada con el Oscar no coincide con esa filosofía en el cine. Más bien fue la voluntad del guionista y director mexicano Michel Franco acerca de sondear esas áreas grises y plantear incógnitas sin respuesta, lo que finalmente persuadió a Chastain de protagonizar “Memory”, que se estrena a nivel nacional en Estados Unidos este fin de semana.
“Memory” sigue a Sylvia (Chastain), quien es contratada por la familia de un hombre llamado Saul (Peter Sarsgaard) para cuidarlo pues padece de demencia temprana. Aunque su experiencia como cuidadora es una ventaja, la familia de Saul principalmente quiere que alguien pase tiempo con él, hasta que descubren que Sylvia y Saul comienzan a desarrollar sentimientos más allá de la amistad.
“Parecía una película que sería imposible de hacer dentro de un sistema de estudio porque habría mucha gente, especialmente en el entorno político en el que nos encontramos, saliendo del MeToo”, explica Chastain. “Todo el mundo tendría mucho miedo de cometer un error, de decir algo equivocado”.
Franco optó, en cambio, por una producción independiente y un presupuesto tan reducido que tanto Chastain como Sarsgaard se rieron al mencionarlo.
“Si pasabas en auto por nuestro set, no sabías que se estaba rodando una película”, se ríe Sarsgaard. “El diseño de producción frecuentemente era lo que había en casa cuando lo conseguimos. Los actores proporcionaron gran parte de su propia ropa y, en determinadas circunstancias, se maquillaron ellos mismos”.
Pero sus actuaciones no se vieron obstaculizadas por los decorados austeros y el diálogo mínimo, gracias en parte, sin duda, a las experiencias teatrales de Chastain y Sarsgaard.
“Si te deshaces de todas las tonterías, ya sabes, de todas las cosas extra, y te limitas a lo esencial, entonces podrás contar estas historias más complicadas”, dice Sarsgaard.
En la película, el hermano de Saul cambia de opinión sobre el acuerdo con Sylvia y le recrimina a Saul que no es capaz de tomar decisiones racionales.
“No sé lo que estás haciendo. No quiero saberlo”, le dice el hermano a Sylvia después de descubrirlos en una especie de abrazo mientras ven una película.
“Cuando lo pensé como una historia de amor, supe que debía ser una historia de amor prohibida. Pensé en ellos casi como adolescentes”, dice Franco. “Me gusta la idea de personas destrozadas que desafían a la sociedad”.
Mientras reflexiona sobre su relación con Saul, Sylvia también tiene en cuenta su propio pasado. Aunque durante años ha dicho que fue agredida sexualmente en la escuela secundaria, sus familiares sostienen que mintió y han descubierto lagunas en su relato del pasado, lo que hace que el título de la película no sea solo una referencia a la enfermedad de Saul.
“Eso me sorprendió un poco porque no lo desarrollé como un concepto. Empecé a escribir y luego, cuando leí el esquema, supe que ‘Memory’ tenía que ser el título porque trataba sobre ambos”, dijo Franco. “Las formas en que se pueden remodelar los recuerdos o las historias que te cuentas a ti mismo”.
La película se estrenó en el Festival de Cine de Venecia y será distribuida por Ketchup Entertainment. De cara a la temporada de premios, Chastain ya consiguió una nominación al premio Independent Spirit a la mejor interpretación principal.
Después de sumarse al proyecto, Chastain recomendó a Franco elegir a Sarsgaard, cuyos créditos recientes incluyen “The Batman” y “The Lost Daughter”, un drama nominado al Oscar en 2022 dirigido por su esposa, Maggie Gyllenhaal.
“He pasado mucho tiempo observando el trabajo de Peter y, como miembro de la audiencia, realmente me ha conmovido lo que ha hecho”, dice Chastain. “No sabía que Peter querría hacerlo, pero sabía que era alguien que aportaría mucho sin vanidad. Y eso fue importante para mí”.
Después de aceptar el papel, Sarsgaard investigó exhaustivamente antes del rodaje, una experiencia que le resultó esclarecedora.
“Hablé por teléfono semanalmente con dos hombres que tenían demencia cuando me estaba preparando para esto, y casi nunca hubieras sabido que tenían demencia”, recuerda. “Ocasionalmente había señales de ello, pero no era constante”.
Dijo que una prioridad al hacer la película era no tomar a la ligera problemas graves como la demencia, la agresión sexual o la adicción, y no construir caricaturas de las personas que los enfrentan.
“El primer paso para hacerlo es no pensar en el trauma o la demencia como el personaje”, dice Sarsgaard. ”Éstos son los obstáculos que enfrentan los personajes”.