Bebé “asesinada por sus padres tras alta del hospital a pesar de preocupaciones por temperamento de la madre”
Lily-Mai Hurrell Saint George, de diez semanas, murió solo seis días después de que la dejaron al cuidado de sus padres
Una bebé de 10 semanas fue asesinada por sus padres días después de ser dada de alta del hospital a pesar de las preocupaciones del personal médico, según escuchó un tribunal.
Lily-Mai Hurrell Saint George sufrió 18 fracturas de costillas, una fractura de pierna y una lesión fatal en la cabeza supuestamente causada por fuertes sacudidas a manos de Lauren Saint George y Darren Hurrell, ambos de 25 años.
La dieron de alta al cuidado de sus padres solo seis días antes a pesar de la oposición del personal del hospital por las preocupaciones sobre los problemas de ira de la madre y su falta de vínculo con el niño, escuchó el miércoles el Tribunal de la Corona de Wood Green.
Al dar evidencia, la partera Deborah Hodge confirmó que había escrito en un informe: “Mamá fue muy abierta sobre el hecho de que se enoja muy fácilmente”.
“Y generó preocupación por cómo se las arreglaría si fuera Lily-Mai quien quizás hubiera causado el detonante”, agregó.
El tribunal también escuchó que el personal notó que Saint George “odia los ruidos que hace Lily-Mai y desea que llore en lugar de hacer quejidos”.
Hodge también le comentó al tribunal que los padres visitaron a Lily-Mai en el hospital menos de lo esperado, se observó que la madre había satisfecho sus necesidades antes que las del niño y que la pareja parecía estar rezagada en su conocimiento de cómo cuidarla.
La partera expresó: “Había varias preocupaciones, pero en este punto mi mayor preocupación era la falta de conexión que tenía y el vínculo”.
El personal del Barnet Hospital celebró una “reunión de profesionales” con todos los que trataron con los padres el 16 de enero, en la que la partera Marie Creighton expresó “graves preocupaciones”.
En una declaración leída ante el tribunal, constató: “De hecho, asistió una trabajadora social, era una señora alta con cabello corto, entró tranquilamente con una mirada fastidiada en su rostro, dijo que todo estaba bien y no entendía por qué la llamaron a la reunión, ‘¿por qué estamos discutiendo sobre ella?’”.
Creighton añadió que la trabajadora social “mostró una actitud generalmente desinteresada”, pero cambió después de la discusión.
A Lily-Mai la dieron de alta después de una segunda reunión el 22 de enero, cuando el personal médico expresó de nuevo su preocupación por la futura negligencia.
El tribunal escuchó el martes que la trabajadora social de Haringey, Theresa Ferguson, le comentó a la pareja que Lily-Mai tendría que ir a una unidad residencial unas cuatro o cinco horas antes de que Saint George hiciera una llamada al 999 la noche del 31 de enero de 2018.
Trasladaron a Lily-Mai al Hospital North Middlesex con lesiones relacionadas con la sospecha de abuso físico, pero murió dos días después, el 2 de febrero, luego de ser trasladada al Hospital Great Ormond Street, detalló la fiscal Sally O'Neill.
Saint George, de Enfield, al norte de Londres, y Hurrell, de Alvaston, Inglaterra, son juzgados. Ambos niegan asesinato, homicidio involuntario, causar o permitir una muerte y crueldad infantil.
El juicio continúa.
Informes adicionales de Press Association