EE.UU.: el combate al fentanilo y sus tentáculos en México y China

Esta droga es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años. El gobierno de EE.UU. ha emprendido una persecución contra los traficantes y productores de esta sustancia letal

María Luisa Arredondo
Martes, 21 de diciembre de 2021 17:10 EST
Los cárteles mexicanos se pasan a las drogas sintéticas | Las incautaciones de fentanilo se disparan

La voz de alarma la dieron hace unos días los CDC (Centros para el Control de Enfermedades): cada cinco minutos muere una persona en Estados Unidos a causa de sobredosis de drogas, sobre todo de origen sintético, como el fentanilo.

Esta cifra representa un nuevo récord. Por primera vez el número de estadounidenses fallecidos en el curso de un año por sobredosis ha sobrepasado los 100.00. Entre abril de 2020 y abril de 2021 las estadísticas indican que se registraron 100.306 muertes, lo que representa un aumento del 28,5 por ciento con respecto al año anterior.

La causa principal de este aumento, como indican los CDC, es la suma facilidad con que se consigue en el mercado negro el fentanilo, un peligroso opiáceo sintético que es muy similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente. Esta droga se ha convertido en el asesino número uno de los estadounidenses entre 18 y 45 años. Entre 2020 y 2021 casi 79 mil personas murieron por sobredosis de fentanilo.

Se trata de un problema que involucra tanto a las autoridades sanitarias como a las agencias del orden.

El fentanilo, como explica el NIDA (Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas) es un potente fármaco que se receta solo a pacientes con dolores crónicos e intensos. En esta modalidad se puede administrar de forma inyectable, con un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas.

Pero esta sustancia también se consume de manera ilegal y es cuando resulta más peligrosa y letal porque, para aumentar sus ganancias, los traficantes a menudo la mezclan con otras drogas como la heroína, la morfina y las metanfetaminas.

En el mercado negro el fentanilo sintético se vende en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos, en rociadores nasales e incluso en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados. Mucha gente ingiere estas pastillas sin saber que están adulteradas.

La llegada del covid vino a complicar el problema. Según la DEA (Administración para el Control de Drogas) debido a que el trasiego de drogas se empezó a dificultar entre los países por las restricciones de la pandemia, los narcotraficantes optaron por el fentanilo porque es más fácil de transportar en cantidades pequeñas y produce un potente efecto al mezclarlo con otras drogas.

Uso de redes sociales

Funcionarios de la DEA aseguran que quienes más comercializan el fentanilo de manera ilegal son los carteles mexicanos. Y para ello han encontrado un procedimiento ideal: utilizan las redes sociales como Snapchat, Facebook, Facebook Messenger, Instagram, TikTok y YouTube para ofrecer su producto directamente al consumidor.

Durante una conferencia de prensa que tuvo lugar hace unos días en Washington, la directora de la DEA, Anne Milgram, reveló que los narcotraficantes mexicanos usan las plataformas de las redes sociales para vender medicinas mezcladas con fentanilo y píldoras falsas a los hogares estadounidenses con un solo clic de un teléfono inteligente.

Milgram precisó que los carteles mexicanos no solo venden estas píldoras sino que las producen con productos químicos procedentes, sobre todo, de China. Estas píldoras falsas están diseñadas para parecer casi idénticas a las aprobadas por las autoridades, como Oxycontin, Percocet, Vicodin, Adderall y Xanax.

La DEA ha determinado que cuatro de cada diez pastillas falsas con fentanilo contienen al menos dos miligramos de esta sustancia, una cantidad que se considera una dosis letal.

El país, según la agencia antinarcóticos, está inundado de estas píldoras. Tan solo en lo que va de 2021, la DEA ha incautado 20,4 millones de pastillas falsas.

Para hacer frente a esta amenaza mortal, la DEA lanzó la campaña One Pill Can Kill cuyo propósito es informar al público estadounidense sobre los peligros de las píldoras falsas. La campaña enfatiza que los únicos medicamentos seguros son los recetados por un profesional médico de confianza que, a su vez, los obtiene de un farmacéutico autorizado. Todas las demás píldoras son peligrosas y potencialmente mortales. Para más información visite: dea.gov/onepill.

Campaña contra los grupos criminales

A la par de su campaña para alertar a los estadounidenses sobre los graves peligros del fentanilo sintético, el gobierno federal ha puesto en marcha varios operativos para combatir a los cárteles mexicanos que producen y trafican con esta droga y a los grupos criminales de China que elaboran los precursores químicos para elaborarla.

De acuerdo con el informe de la DEA, Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2020, los principales cárteles mexicanos que se dedican a la producción y tráfico de fentanilo sintético son nueve: Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Organización Beltrán Leyva, el Cártel del Noreste y Los Zetas, así como Guerreros Unidos, el Cártel del Golfo, el Cártel de Juárez y La Línea, La Familia Michoacana, y Los Rojos.

Estos grupos, según ese reporte, no solo exportan fentanilo hacia Estados Unidos sino también heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana.

Una de las primeras acciones del gobierno estadounidense para enfrentar a estos grupos está dirigida contra el Cártel de Sinaloa, uno de los más antiguos y establecidos en México, con presencia en 15 de los 32 estados del país. Hace unos días, el Departamento de Estado anunció una recompensa de cinco millones de dólares a quien aporte información que conduzca al paradero y detención de los hijos de quien fuera el líder de esa agrupación, Joaquín, “El Chapo” Guzmán, sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos.

En concreto, se busca a los cuatro hijos que se consideran los herederos del imperio criminal de “El Chapo”: Ovidio Guzmán López, Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.

Dentro de este marco, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador acaba de anunciar también que ha aceptado dar de nuevo visas a los agentes de la DEA para que puedan trabajar en México y colaborar con sus contrapartes mexicanos en el combate a la delincuencia organizada.

Por lo que respecta a las empresas chinas que elaboran los precursores químicos para la elaboración del fentanilo sintético, la DEA ha detectado que estas compañías utilizan también el internet para vender su producto mediante la leyenda Mexico Hot Sell.

Entre las firmas que la DEA ha puesto al descubierto se encuentra Hebei Atun Trading que vende precursores como el fenilamino y la piperidona, considerados como los más utilizados para la elaboración del fentanilo. Hasta hace muy poco, la empresa asiática había operado con total impunidad, pues tenía un sitio en internet con un correo electrónico, un número en WhatsApp y una cuenta de Skype para ponerse en contacto con sus clientes.

Al darse a conocer la investigación de la DEA, la administración Biden, a través del Departamento del Tesoro, anunció sanciones contra esa firma china y otras tres: Wuhan Yuancheng Gongchuang Technology, Hebei Huanhao Biotechnology y Shanghai Fast-Fine Chemicals. Ésta última, según el Departamento del Tesoro, le vende precursores a los cárteles mexicanos para la elaboración y el tráfico de fentanilo a suelo estadounidense.

Otra de esas firmas, Wuhan Yuancheng Gongchuang Technology, está manejada por Chuen Fat Yip, acusado por la DEA de ser uno de los mayores abastecedores de fentanilo al Cártel de Sinaloa. La agencia tiene a este individuo en su lista de los 10 fugitivos más buscados y ofrece una recompensa de cinco millones de dólares a quien ofrezca información que conduzca a su arresto.

Dónde pedir ayuda por sobredosis

Las autoridades sanitarias subrayan que los dos mayores peligros del fentanilo son que las personas lo consuman sin saberlo en pastillas adulteradas y que se vuelvan adictas a esta sustancia.

El NIDA explica que, al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo ayuda a controlar el dolor y las emociones. Sus efectos incluyen sensaciones positivas como la felicidad extrema, pero también otras negativas como el aletargamiento, náuseas, confusión, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.

Los expertos del NIDA advierten que, después de que una persona consume opioides muchas veces, su cerebro se adapta a ellos y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga. De esta forma, cuando alguien se vuelve adicto, la búsqueda y el consumo de la droga se apoderan de su vida.

Cuando las personas se vuelven adictas al fentanilo o lo consumen sin saberlo, están en grave riesgo de sufrir una sobredosis, es decir, efectos secundarios graves y síntomas que ponen en peligro la vida.

Las señales de que alguien sufre una sobredosis incluyen la respiración lenta al punto de que se puede detener por completo. El NIDA subraya que esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, condición que se conoce como hipoxia. Ésta, a su vez, puede provocar un estado de coma, causar daños irreversibles en el cerebro e incluso la muerte.

Si alguien sufre una sobredosis, se debe llamar de inmediato al 911 para que los paramédicos le den atención urgente. Una de las principales medidas que se toman para ayudar al paciente es administrarle naloxona con el fin de contrarrestar los efectos de los opioides. En algunos estados se han aprobado leyes que permiten a los farmacéuticos vender naloxona sin receta para que los familiares o amigos puedan actuar de inmediato y salvar a quien ha sufrido una sobredosis. Para más información visiten: naloxona.

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