Sin cubrebocas, con tarifas más altas: cómo cambiará el transporte aéreo en EE.UU. en un mundo pospandémico
A medida que el covid-19 retroceda, es probable que los pasajeros aéreos se enfrenten a precios más elevados de los boletos, beneficios caros y menos vuelos a destinos pequeños, pero pueden quitarse los cubrebocas. Nathan Place escribe
Todas las empresas se han visto afectadas por la pandemia, pero pocos sectores se han visto tan afectados como el del transporte aéreo. A medida que el covid-19 ha ido creciendo y menguando, las aerolíneas han sufrido la cancelación de miles de vuelos, la caída de los precios de los billetes y un mandato federal de uso de cubrebocas que catalizó una oleada de incidentes violentos en los aviones.
Ahora, cuando el virus parece estar retrocediendo -al menos por el momento-, el transporte aéreo podría entrar de nuevo en una nueva fase. ¿Qué pueden esperar los clientes?
Para responder a esta pregunta, The Independent habló con el Dr. Sheldon Jacobson, profesor de informática de la Universidad de Illinois y galardonado experto en seguridad aeroportuaria. El Dr. Jacobson ve una amplia gama de cambios por delante.
Se acabaron los cubrebocas
El cambio más visible que se avecina, según el profesor, es que ya no se exigirán cubrebocas en los aviones.
“En algún momento, la obligación de llevar cubrebocas desaparecerá por completo”, señaló.
La semana pasada, los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) anunciaron que el mandato federal de uso de cubrebocas en el transporte público se extendería hasta el 18 de abril. Sin embargo, durante ese tiempo, los CDC y otras agencias planean “revisar” la política.
Queda por ver si eso significa eliminar el mandato por completo. Pero a juzgar por el anuncio y por las bajísimas tasas de infección en todo el país en las últimas semanas, el Dr. Jacobson cree que el final está cerca.
“Tenemos un mes para resolver las cosas”, dijo. “Es muy posible que algunas de las compañías aéreas lo impongan individualmente... O que lo impongan en determinadas rutas, en función del riesgo asociado a ellas. Todas estas cosas se están considerando ahora mismo”.
Precios más altos de los boletos
Una de las escasas ventajas de la pandemia han sido las tarifas aéreas inusualmente bajas. El Dr. Jacobson cree que eso está a punto de cambiar.
“Hemos estado en un mercado que favorece al comprador de boletos de avión durante los dos últimos años”, indicó el profesor. “Es increíble lo barato que se ha vuelto viajar en avión. Eso no puede continuar porque las aerolíneas no pueden seguir siendo solventes con eso”.
A medida que el coronavirus disminuye, hace que cada vez menos personas tengan miedo de subirse a un avión. Y como la demanda de vuelos sube, también lo harán los precios.
“Cuando se convierta en un mercado que favorece al vendedor, habrá un puñado de asientos en cada vuelo... que sean de bajo precio, y los anunciarán”, explicó el Dr. Jacobson. “Pero una vez que se ocupen, se verán tarifas mucho, mucho más altas”.
Una nueva definición de “viajero frecuente”
Otro cambio que predijo el Dr. Jacobson es más complejo, y ha estado en marcha durante toda la pandemia. A medida que los viajeros frecuentes se hacían menos frecuentes, las aerolíneas necesitaban una nueva forma de medir a sus mejores clientes. La respuesta, decidieron, era sencilla:
“Un viajero frecuente no es necesariamente alguien que vuela mucho; es alguien que gasta mucho”, comentó el Dr. Jacobson.
Desde el punto de vista de las aerolíneas, la frase significa un cliente que se ha ganado el “estatus de élite”. A estos pasajeros se les conceden prestaciones, como abordar antes o facturar el equipaje gratis. Hasta hace poco, los viajeros de negocios se ganaban este estatus volando, literalmente, con frecuencia. La pandemia cambió todo eso.
“Los viajeros de negocios han estado sentados en casa haciendo todo virtualmente, y están perdiendo su estatus de élite”, mencionó el Dr. Jacobson. “Las aerolíneas lo entendieron en los dos últimos años, y les dieron puertas traseras para conseguir su estatus de élite”.
Para abrir esas puertas, los clientes tendrán que pagar.
Menos vuelos a destinos pequeños
Esta evolución de los clientes de “élite” está provocando otro cambio, según el Dr. Jacobson: menos vuelos a destinos menos populares. Los grandes aeropuertos internacionales como Nueva York y Los Ángeles siempre tendrán muchos vuelos. Pero las localidades más pequeñas y rurales probablemente se verán afectadas.
“Lo que se va a producir es, en cierto sentido, un aumento de la brecha entre los pasajeros de alto valor y los de bajo valor”, señaló el Dr. Jacobson. “Las aerolíneas también van a replantearse sus horarios con mucho cuidado, porque el pensamiento es, bueno, si tenemos más viajeros, vamos a tener más vuelos, pero si son los pasajeros de valor incorrecto, no están obteniendo mucho beneficio de ingresos de eso”.
El resultado, dijo, es que hay menos aviones que vuelan a los aeropuertos menos conocidos.
“En algunos de los mercados más pequeños, se van a ver menos opciones y menos a elegir. Todo esto es una especie de evolución”, subrayó el Dr. Jacobson. “Van a centrar su atención en los lugares donde obtienen más ingresos”.