Policía de Idaho se niega a aclarar la teoría de que los cuatro estudiantes fueron blancos de asesinato
Los agentes aún no han nombrado al sospechoso ni encontrado el arma homicida mientras la investigación se prolonga por una segunda semana
La policía de Idaho se niega a proporcionar más detalles sobre por qué creen que el asesinato de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho fue un homicidio “intencionado”.
“Van a tener que confiar en eso en este momento porque no vamos a revelar por qué lo pensamos”, declaró el capitán del Departamento de Policía de Moscow, Roger Lanier, durante una conferencia de prensa el miércoles.
Los asesinatos tuvieron lugar en la madrugada del 13 de noviembre.
La policía local aún no ha nombrado a un sospechoso ni localizado el arma homicida, a pesar de la ayuda de la policía estatal de Idaho y los agentes federales.
Los agentes defendieron su trabajo en la investigación hasta el momento y le dijeron a la comunidad que fue tardado procesar la extensa escena del crimen, una casa de alquiler fuera del campus que compartían las víctimas Kaylee Goncalves, Madison Mogen y Xana Kernodle, y donde la cuarta víctima, Ethan Chapin, estaba de visita.
“Entendemos que desean respuestas. Queremos respuestas también. Pero se necesita tiempo”, manifestó el coronel de la policía estatal Kedrick Willis durante la conferencia de prensa.
Agregó que la policía ha revisado 103 piezas de evidencia, más de 4.000 fotografías, 1.000 pistas y 150 interrogatorios en busca de evidencia.
La oficina del gobernador de Idaho reservó US$1 millón para gastos de la investigación, dijo el coronel Willis.
La policía agregó que siguen investigando si es posible que Goncalves tuviera un acosador, aunque dicen que hasta ahora no han encontrado ninguna pista de que sea cierto.
“Obtuvimos información a través de algunos de nuestros interrogatorios de que Kaylee había hecho algunos comentarios acerca de tener un acosador, de ahí vino esa sospecha”, observó el capitán Lanier el miércoles. “Hasta ahora no hemos podido corroborarlo, pero no hemos terminado de analizar esa información”.
Los miembros de la comunidad de esta tranquila ciudad universitaria se vieron afectados por la violencia.
El supervisor adjunto de la ciudad de Moscow, Tyler Palmer, se aguantó las lágrimas en el podio el miércoles cuando habló sobre los asesinatos.
“Moscow es mi hogar y sé que no nos definirá la tragedia, sino cómo respondemos a ella”, dijo.
“No descansaremos hasta que se haga justicia en sus nombres”, agregó.