Roces tras elecciones subrayan división sobre destino de Taiwán
Un intercambio de palabras estalló el día después de las elecciones presidenciales y parlamentarias de Taiwán, cuando Taiwán acusó el domingo a China de hacer “comentarios falaces” y China criticó a Estados Unidos por felicitar al ganador.
El enfrentamiento verbal puso de relieve la división aparentemente insoluble sobre el destino de Taiwán, un importante punto crítico en las relaciones entre Estados Unidos y China que corre el riesgo de conducir a una guerra real en el futuro.
La victoria de Lai Ching-te en las elecciones del sábado fue un revés para los esfuerzos de China por poner a Taiwán bajo su control. Su Partido Democrático Progresista aboga por mantener el status quo, en el que Taiwán se gobierna a sí mismo pero se abstiene de declarar la independencia formal —una medida que podría desencadenar una respuesta militar china. Mientras tanto, China pide lo que denomina una “reunificación pacífica”, pero eso parece cada vez más irreal ya que la mayoría de los taiwaneses se han opuesto a convertirse en parte de China.
Taiwán dijo lo mismo, discrepando con China por su línea frecuentemente repetida de que Taiwán es un problema interno chino. China considera la isla de 23 millones de habitantes como una provincia renegada y afirma que no debería tener su propio presidente ni relaciones oficiales con gobiernos extranjeros.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China indicó en un comunicado sobre las elecciones que “la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China” y “el hecho básico de que... Taiwán es parte de China no cambiará”.
Taiwán dijo que ese comunicado "resulta completamente inconsistente con el entendimiento internacional y la situación actual. Va en contra de las expectativas de las comunidades democráticas globales y de la voluntad del pueblo de Taiwán de defender los valores democráticos. No vale la pena refutar esos clichés”.