¿Cuál es el papel de la presa Hoover?
La instalación proporciona energía suficiente para 8 millones de personas en Nevada, Arizona y California
La presa Hoover es una de las obras de ingeniería civil más famosas de Estados Unidos, y es una de las principales atracciones turísticas, así como una fuente de energía esencial para gran parte del Oeste.
La presa creó y embalsó el lago Mead, que cuando está lleno en los años sin sequía es el mayor embalse de EE.UU., y sus generadores proporcionan energía a los servicios públicos y privados de Nevada, Arizona y California.
Cada año, la presa genera 4.500 millones de kilovatios-hora de energía hidroeléctrica para los tres estados, suficiente para abastecer a unos 8 millones de personas en la región.
La Oficina de Reclamación afirma que, durante los periodos de máxima demanda de electricidad, pasa por los generadores agua suficiente para llenar 15 albercas de tamaño medio - 20.000 galones (90.922 litros) cada una - en un segundo.
Cuando funcionan a pleno rendimiento, los generadores de la central hidroeléctrica pueden suministrar toda la electricidad que necesita una ciudad de 750.000 habitantes.
La presa Hoover está ubicada en el Cañón Negro del río Colorado, en la frontera entre Arizona y Nevada.
Fue construida y es operada por la Oficina de Reclamación del Departamento del Interior. Las obras comenzaron en 1931 y la presa y la central eléctrica se terminaron en 1936.
La presa tiene una altura de 726,4 pies (221,4 metros) sobre el lecho rocoso, el tamaño de un edificio de 60 pisos. La base de la presa tiene un grosor de 660 pies (201 metros), el tamaño de dos campos de fútbol.
El objetivo principal de la presa es controlar el río Colorado durante los periodos de inundación para evitar daños en la región que se encuentra debajo de ella. Durante los periodos sin sequía, la presa y el lago Mead almacenan la escorrentía del río Colorado, y proporcionan agua para regar cientos de miles de acres de tierra en el sur de California y Arizona.
Pero la crisis climática ha hecho que el lago Mead pierda agua a un ritmo dramático durante la sequía de varios años, y esto ha obligado a que los estados que dependen de su suministro sufran recortes.
El último reporte de la Oficina de Reclamación de EE.UU. reportó que el Lago Mead estaba a poco más de 1.040 pies (317 metros) sobre el nivel del mar en julio. En los últimos dos meses ha descendido casi 10 pies (3 metros) y actualmente se encuentra a un 27 por ciento de su capacidad máxima.