Fallece la líder política chicana, Gloria Molina, a los 74 años de edad
Fue la primera latina que conformó la Asamblea de California, así como el Concejo Municipal de Los Ángeles y la Junta de Supervisores del Condado
El recién pasado domingo, la líder política chicana, Gloria Molina, falleció a los 74 años de edad a causa de un cáncer terminal, según informó públicamente su hija, Valentina Martínez. Molina conformó la Asamblea de California, así como el Concejo Municipal de Los Ángeles y la Junta de Supervisores del Condado.
En un comunicado con motivo del Día de la Madre, Martínez refirió: “Falleció en su casa de Mt. Washington, rodeada de nuestra familia”. Y agregó: “Extrañaremos a Gloria, la matriarca fuerte y abnegada de nuestra familia”.
Molina era originaria de la comunidad de Pico Rivera, ubicada en el este del condado de Los Ángeles. Se identificaba como chicana con mucho orgullo; este término es utilizado para referirse a los residentes de EEUU que nacieron en dicho territorio pero tienen ascendencia mexicana.
Gloria fue la primera latina que logró ser elegida en la Asamblea estatal, en 1982; en el Ayuntamiento de Los Ángeles, en 1987; y la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, en 1991. Por si fuera poco, la “chicana” tuvo un papel relevante como vicepresidenta del Comité Nacional Demócrata durante la administración del expresidente, Bill Clinton (1993-2001), y hasta el año 2004.
Gloria Molina nació el 31 de mayo de 1948. Sus padres nacieron y fueron criados en el estado mexicano de Chihuahua; aunque su padre, refiere que nació en Los Ángeles pero fue criado en México.
En cuanto a su formación educativa, Molina creció en el valle de San Gabriel y, aunque la educación era solo para las clases privilegiadas de gente blanca, diversos integrantes de la escuela Charlene Levesque, instaban a que asistiera al nuevo colegio comunitario.
Una vez que accedió al colegio, se abrió paso como voluntaria de distintos políticos demócratas, hasta que logró ser “adjunta latina” en la campaña presidencial de Jimmy Carter, en 1975. Una vez que el político obtuvo el triunfo, Molina laboró en la Oficina de Personal Presidencial de la Casa Blanca, en Washington, DC.
La familia de Molina que aún vive está compuesta por su esposo, Ron Martínez; su hija, Valentina Martínez; su nieto Santiago; y sus hermanos Irma, Domingo, Gracie, Mario, Sergio, Bertha, Lisa y Olga.