EEUU padece escasez de monos para investigación médica
Estados Unidos experimenta una escasez de monos para investigación médica y debe expandir sus programas de reproducción en lugar de depender de proveedores internacionales para resolver el problema, asegura un panel de asesoría científica
Estados Unidos experimenta una escasez de monos para investigación médica y debe expandir sus programas de reproducción en lugar de depender de proveedores internacionales para resolver el problema, aseguró el jueves un influyente panel de asesoría científica.
Los estudios que utilizan primates no humanos, en particular monos, han sido cruciales en los avances médicos — incluida la creación de vacunas contra el COVID-19 — debido a su similitud con el ser humano. Estados Unidos financia colonias en los centros nacionales para primates, pero los suministros escasean y con regularidad se importaban más animales, incluso antes de la llegada de la pandemia.
Luego China, que alguna vez fue uno de los principales proveedores, puso fin a la exportación de monos para investigación en 2020, cuando los científicos de todas partes del mundo necesitaban más ejemplares para estudios sobre el coronavirus.
Además, a finales del año pasado, Estados Unidos presentó cargos para desmantelar una operación camboyana acusada de traficar monos silvestres en peligro de extinción en lugar de ejemplares criados para fines de investigación, lo que limitó todavía más los suministros.
El reporte del jueves examinó únicamente las investigaciones financiadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus iniciales en inglés) — las cuales son consideradas como clave en la respuesta a las emergencias de salud pública — y no las de compañías farmacéuticas o alguna otra investigación con fondos públicos o privados que utilice monos.
Al depender de la importación de estos animales, los cuales son de particular importancia para las investigaciones de enfermedades infecciosas y neurocientíficas, se socava la preparación del país, señaló el panel de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina. Un reflejo de dicha vulnerabilidad es el hecho de que Estados Unidos experimentó un descenso del 20% en la importación de una especie, el macaco cangrejero, cuando China súbitamente puso fin a sus exportaciones.
El panel también pidió el desarrollo de más alternativas a las investigaciones en monos, y en lo que eso sucede, exhortó a una mayor colaboración científica para hacer un mejor uso de cada animal de investigación.
“Si Estados Unidos ha de producir investigación biomédica de alto impacto y contar con una infraestructura de investigación capaz de responder a la próxima crisis de salud pública, ahora es el momento de fortalecer los sistemas que necesitamos para la investigación en primates no humanos”, dijo el presidente de la comisión, el doctor Kenneth Ramos, de la Universidad Texas A&M.
El uso de animales en la investigación biomédica, en particular los primates no humanos, es un tema controversial. Los NIH ya no usan a chimpancés, el pariente más cercano al ser humano, en investigaciones invasivas, pero sostienen que aún existe la necesidad de monos. Los primates no humanos representan el 0,5% de todos los animales que se utilizan para la investigación biomédica en Estados Unidos, de acuerdo con el estudio.
En un sondeo de investigadores que cuentan con el respaldo de los NIH, el panel de Academias Nacionales encontró que el 64% de ellos reportaron problemas para obtener los primates no humanos que requieren para llevar a cabo su trabajo, incluido un mayor tiempo de espera y costo. En 2021, los Centros Nacionales de Investigación de Primates padecían tal escasez de monos que no habían sido utilizados en estudios previos, que no pudieron satisfacer dos terceras partes de las solicitudes de los investigadores, indicó el reporte.
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