Reportan un brote de COVID-19 en una empresa avícola de California
Foster Farms cerró su fábrica en Fresno después de sufrir una ola de infecciones por coronavirus
Una empresa avícola de California en donde, según los informes, ocho trabajadores murieron después de un brote de coronavirus se vio obligada a cerrar una segunda sucursal debido a un nuevo aumento en las infecciones.
Foster Farms cerró su operación en la ciudad de Fresno, después de que 193 empleados dieron positivo por coronavirus en las últimas dos semanas, afirmó la compañía en un comunicado.
"Una vez reabierto, Foster Farms continuará examinando a toda la fuerza laboral de Cherry Street dos veces por semana", dijo la portavoz de Foster Farms, Ira Brill, al Fresno Bee el viernes.
"El Departamento de Salud Pública de Fresno ha sido informado sobre estas medidas y apoya plenamente el esfuerzo de la compañía", agregó.
No quedó claro de inmediato cuándo planea reabrir la fábrica.
Brill dijo que los trabajadores infectados en la empresa de Fresno recibirían "todos los beneficios médicos apropiados".
La planta de procesamiento de pollos se someterá a una "limpieza profunda" durante el fin de semana, agregó.
The Independent se ha puesto en contacto con Foster Farms para obtener comentarios adicionales.
El cierre del sitio de Foster Farm en Fresno se produce pocos meses después de que su sucursal de Livingstone, donde trabajaban los ahora difuntos, reabriera después de que los funcionarios de salud la cerraran por no evaluar examinar a sus empleados, reportó el diario LA Times.
Además de los ocho trabajadores que murieron en el sitio de Livingstone, al menos 392 más dieron positivo por coronavirus, en una situación que los jefes de salud describieron en ese momento como “uno de los peores brotes en el estado”.
Los brotes en la fábrica de Livingstone estaban en curso y se registraron en varios edificios, dijo el LA Times.
Alrededor del 14 por ciento de sus 2,600 trabajadores recibieron un resultado positivo en la prueba basado en los informes de los trabajadores, agregó el periódico.
En ese momento, los jefes de salud estaban preocupados de que el brote podría haber sido mucho peor porque la compañía no realizó pruebas masivas.
La fábrica de Livingstone cerró a finales de agosto y volvió a abrir el 7 de septiembre.