¿Durante cuánto tiempo somos contagiosos cuando tenemos las nuevas cepas de covid-19, BA.4 y BA.5?
Los expertos advierten una quinta ola de infecciones a medida que aumentan las hospitalizaciones
Un aumento en las hospitalizaciones de pacientes con covid-19 en el Reino Unido ha llevado a los expertos a advertir que Gran Bretaña se encuentra en medio de una quinta ola de infecciones por coronavirus impulsada por las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron.
La vida ha vuelto en gran medida a la normalidad desde que se eliminaron las restricciones sociales finales el 24 de febrero. La mayoría empezó a olvidar los cubrebocas, el distanciamiento y el desinfectante de manos a medida que el enfoque nacional cambió a Partygate, la guerra en Ucrania y la crisis del costo de vida.
Pero el país experimentó un aumento del 43 por ciento en los casos a principios de junio, aparentemente causado por personas que se reunieron para celebrar el Jubileo de Platino de la reina en el transcurso de un fin de semana de cuatro días.
Las últimas cifras muestran que 1,7 millones de personas dieron positivo en todo el Reino Unido, un aumento del 23 por ciento semana tras semana (¡órale!).
Aún más preocupante, las hospitalizaciones han aumentado un 31 por ciento, subiendo a un ritmo más alto que el último resurgimiento de ómicron en marzo.
Los jefes de atención médica advirtieron que un nuevo brote tendrá un impacto significativo en un NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) “que de por sí ya está afectado”. También expresaron su preocupación por el regreso de importantes eventos en vivo como Glastonbury, Notting Hill Carnival y el Festival de Edimburgo, que podrían convertirse en sitios de gran propagación si no se toman precauciones.
El último aumento importante en los casos se produjo en diciembre y enero, impulsado por ómicron, que se propagó rápidamente por todo el mundo después de ser descubierto en el sur de África a fines de noviembre, una vez más amenazando las celebraciones navideñas y provocando una serie de vacunas de refuerzo.
Ómicron demostró ser menos grave pero más transmisible que sus predecesores, las variantes alpha y delta, y el número total de casos diarios en Inglaterra se disparó a un máximo pandémico de 218.724 el 4 de enero, según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, antes de disminuir gradualmente.
Desde entonces, solo a los mayores de 75 años se les han ofrecido segundas vacunas de refuerzo, lo que significa que la inmunidad podría estar comenzando a disminuir y provocando llamados para que se ofrezca un nuevo refuerzo más ampliamente este otoño.
“Si vamos a entrar en otra ola, tal vez eso sea algo que deba reconsiderarse”, sugirió John Roberts, uno de los principales analistas del grupo de respuesta Covid-19 Actuaries.
Lo que los funcionarios de salud pública tuvieron que aprender sobre la marcha cuando llegó ómicron el invierno pasado fue en qué se diferenciaba la variante de la cepa de covid-19 original.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud estimó que los síntomas tardaron entre dos días y dos semanas en materializarse en los casos de personas infectadas con la primera cepa de coronavirus, ómicron demostró una incubación mucho más rápida, cerca de tres a cinco días.
“Un análisis reciente de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido sugiere que la ventana entre infección y riesgo de contagio puede ser más corta para la variante ómicron que para la variante delta”, dijo el secretario de salud del Reino Unido, Sajid Javid, a la Cámara de los Comunes el 6 de diciembre.
Esto explica por qué la variante pudo propagarse con tanta rapidez y éxito, ya que la brevedad de su periodo de incubación dio a los enfermos una ventana más corta entre la sospecha de haber contraído el virus y presentar un brote, lo que hace menos probable que se registre un resultado positivo en la prueba de flujo lateral a tiempo para advertir a otros, entrar en cuarentena y evitar el contagio.
Un periodo de incubación más corto “hace que un virus sea mucho, mucho, mucho más difícil de controlar”, observó Jennifer Nuzzo, epidemióloga del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en The Atlantic ese mismo mes.
Otra característica de ómicron que hizo que fuera potencialmente más difícil de detectar que las cepas anteriores fue que sus síntomas diferían un poco de los tres indicadores principales a los que nos habían condicionado para estar atentos en 2020: tos, fiebre y pérdida del sentido del gusto u olfato.
Las primeras señales de advertencia para la variante más nueva, por el contrario, incluían picazón en la garganta, dolor en la parte baja de la espalda, secreción nasal o congestión nasal, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga, estornudos y sudores nocturnos.
Los casos de ómicron analizados en Gran Bretaña encontraron que los pacientes generalmente se recuperaban en un promedio de cinco días a una semana, aunque era probable que algunos síntomas como la tos y la fatiga persistieran durante más tiempo.
La dificultad para respirar, padecida por algunos pacientes, a menudo duró hasta 13 días después de que habían pasado otros síntomas.
Por lo general, se cree que los pacientes de covid-19 son infecciosos para los demás alrededor de dos días antes de que sus primeros síntomas comiencen a materializarse y durante alrededor de 10 días después.
Si crees que tiene síntomas asociados con el coronavirus, el consejo actual del NHS es realizar una prueba de flujo lateral y aislarse en casa durante cinco días si el resultado es positivo para evitar transmitirlo a otros (hay que mantenerse lejos de cualquier persona que pueda ser particularmente vulnerable debido a su edad o una condición preexistente durante 10 días).
Si tienes que salir en público, se recomienda que uses un cubrebocas, que evites los espacios interiores llenos de gente y que te laves las manos durante al menos 20 segundos.
Si te preocupan tus síntomas o crees que están empeorando, te recomendamos que visites 111.nhs.uk, llames al 111 o llames a tu médico de cabecera local.