¿Cómo puede afectar la salud mental el paso de un huracán como Otis?
Un artículo publicado por la revista Lancet refiere que existen múltiples daños asociados al paso de un ciclón tropical, tanto para personas sanas como para personas que padecían enfermedades preexistentes
El pasado 24 de octubre, el que es considerado el ciclón tropical más fuerte que ha azotado al estado mexicano de Guerrero, el huracán Otis, provocó la muerte de al menos 48 personas y la desaparición de poco más de 40 personas. Según estimaciones, pudieron haber sido 141 decesos, aunque el Gobierno de México ha descalificado tal cifra.
Casi una semana después de la tragedia provocada por el fenómeno natural, los residentes de Guerrero y los municipios más dañados como Acapulco, han emprendido una batalla cuesta arriba para sobrevivir ante los estragos; una de estas, es la lucha interna contra el suplicio que están viviendo.
Y es que, de acuerdo con la revistaLancet Psychiatry and Psychiatric, existen múltiples daños mentales asociados al paso de un ciclón tropical, tanto para personas sanas como para personas que padecían enfermedades preexistentes.
El estudio“Forecast: Increasing Mental Health Consequences From Atlantic Hurricanes Throughout the 21st Century” detalla que “para las poblaciónes más afectadas por las tormentas, la huella psicológica supera con creces la huella médica”, según refieren los investigadores Zelde Espinel y James P. Kossin.
Los datos de la investigación apuntan a que la exposición a estos fenómenos, tales como huracanes, tormentas notables e, incluso, sismos, pueden incrementar los casos de depresión, ansiedad generalizada e, incluso, estrés postraumático.
El estudio menciona que las personas que son consumidoras de otras sustancias como drogas blandas o duras, son más propensas a aumentar su consumo e, incluso, a recaer si están en un proceso de rehabilitación.
El grupo de investigadores observó que, un año después del huracán Katrina (2005), los trastornos de depresión y ansiedad en la ciudad de Nueva Orleans, en EEUU, eran más altos y se habían propagado en la población.
El estudio también demostró que el estrés relacionado con las tormentas disminuyó tras el paso del huracán Ike (2008); sin embargo, se han detectado incrementos notables de estos padecimientos mentales hasta cinco años después de ocurrido un huracán.
Y, aunque aún no hay datos tan específicos respecto a la población mexicana, se tiene conocimiento que los trastornos de estrés postraumático sí representan el 3% de las personas expuestas a este tipo de fenómenos, según refiere la Facultad de Medicina de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), de acuerdo con información recabada por el diario Milenio.